El puente de Andorra que desafía al vértigo
El puente tibetano de la parroquia de Canillo, con más de 600 mts de largo y a casi 160 mts de altura, atraviesa uno de los valles más impactantes de Andorra
El puente es la nueva gran atracción turística de Andorra. Foto Turismo de Canillo
Visto a la distancia parece un delgado hilo de telaraña que une dos barrancos, una línea metálica que brilla bajo el sol en medio del Vall de Riu, en la parroquia andorrana de Canillo.
Y si los números de esta nueva obra dan vértigo, hay que imaginar lo que se siente cuando se está a 1.875 metros de altura, rodeado de vacío, con las montañas verdes que caen a pique bajo los pies.
El segundo puente (tibetano) más largo del mundo
Este es el segundo puente tibetano más largo del mundo, con una extensión de 603 metros. Su nombre se debe a que su estructura de tres cuerdas con forma de triángulo invertido es muy popular en el Tíbet para sortear la complicada orografía del Himalaya.
El puente de Andorra tiene 603 metros de largo y el punto de mayor altura es de 158 metros
El puente andorrano tiene una estructura más sólida que los de aquel país asiático, con una plataforma metálica de un metro de ancho que permite que las personas puedan pasar en dos direcciones a la vez.
Cómo llegar al puente tibetano
De los 1.875 metros la pasarela metálica asciende hasta los 1.884 metros al llegar al Coll de Cauba. La elevación máxima es de 158 metros, momento en que las palpitaciones y la adrenalina se conjugan en una intensa sensación.
La única forma de acceder a este nuevo atractivo turístico es subiendo desde Canillo en el autobús oficial, y luego caminar unos 900 metros hasta el puente, mientras se contemplan los impactantes paisajes del valle y las montañas que en invierno se transforman en las pistas de esquí de Grandvalira.
Combinación con el mirador Roc del Quer
La entrada para cruzarlo y regresar cuesta 12 €, y por 2,50 € más se puede combinar la visita (con traslado en bus incluido) al mirador del Roc del Quer.
De los 20 metros del mirador Roc del Quer, dos terceras partes se encuentran en el vacío
Esta es una pasarela de 20 metros de largo de los que dos tercios están en el aire, a 500 metros sobre el vacío, donde el vértigo se multiplica cuando se mira en los paneles de vidrio que están en el suelo.
En el extremo hay una escultura realizada por Miguel Ángel González, de un hombre sentado sobre la viga que mira el paisaje pirenaico con tranquilidad, hasta con un dejo de desafío.
Tanto el puente tibetano como el mirador del Roc del Quer se pueden visitar hasta el 30 de noviembre, entre las 10:00 y 19:00 (con horarios más reducidos desde el 12 de septiembre).
Juan Pedro Chuet-Missé es redactor de Cerodosbé/Tendencias desde 2017, y del Grupo Economía Digital desde 2015. Especialista en destinos fuera de lo común, cultura, estilo de vida, viajes y todas aquellas historias que vale la pena contar.
