Cinco rutas en bici para descubrir la Dinamarca más auténtica

Sin los rigores del invierno ni las lluvias del otoño, la primavera y el verano son las estaciones ideales para descubrir en dos ruedas los pueblos, islas y la vida relajada de Dinamarca

Sendero cercano a Maribo. Foto Daniel Villadsen

Dinamarca es un país ideal para recorrer en bicicleta: gran parte de su territorio es llano o tiene pendientes suaves, los caminos están señalizados y en buen estado, y hay numerosos servicios de ferries para conectar las islas con el territorio continental.

Eso sí: el duro clima de estas tierras escandinavas hace casi imposible pedalear en otoño e invierno. Si no es la lluvia es el viento, si no es la nieve es la formación de hielo en las carreteras.

Pero por suerte estos meses las dificultades climáticas retroceden y los amantes de las dos ruedas ven la mejor ventana para explorar los pueblos, islas y campiñas danesas.

Turismo de Dinamarca propone siete rutas para explorar su país, recorridos de largo aliento que conviene hacer en varias etapas. Veamos cuáles son.

La ruta del Mar Báltico

Este es el trazado más largo, unos 820 km por las costas de Dinamarca. Es un recorrido que se sugiere hacer en 14 etapas.

La ruta más larga es la del Mar Báltico, 820 km en un trazado con forma de ocho que recorre las costas de Dinamarca

Trayecto por Møn, cerca del Báltico. Foto Daniel Villadsen

El punto de partida es la ciudad de Padborg, en el límite con Alemania, y se trata de recorrer la franja sur de la península de Jutlandia, la franja meridional de la isla de Fionia, y las zonas sur y oeste de Selandia, isla donde Copenhague está en un extremo.

En este trazado con forma de ocho se pasa por los fiordos al oeste del puente Small Belt y los acantilados de la isla de Møn, además de contemplar antiguos castillos, descansar en puertos minúsculos y atravesar tranquilas granjas.

La ruta del Mar del Norte

Esta ruta, de 560 km, abarca desde la frontera sur con Alemania hasta el extremo norte, donde se encuentra Skagen.

En el trazado se pasa por pueblos de pescadores y varias zonas protegidas con gran belleza natural.

Ruta por el norte de Jutlandia. Foto Niclas Jessen

Una de ellas es el Mar de Wadden, un rico ecosistema marino hogar de una abundante población de focas y hogar de las mejores ostras del país; o el santuario de aves de Tipperne, en el extremo sur del fiordo Ringkøbing, hogar de una gran cantidad de aves migratorias.

El recorrido forma parte de la ruta Euro Velo 12, que en el caso de Dinamarca transcurre a lo largo de la franja occidental de Jutlandia, hasta llegar a la punta de Grenen, en el extremo norte de la parte continental, al norte de la ciudad de Skagen.

La ruta de Limfjord

Limfjord es la zona de fiordos más grande de Dinamarca, unos 180 kilómetros de islas, bahías y pequeños puertos que se pueden visitar saltando de isla en isla en los ferries o atravesando los puentes que las conectan.

El pasado vikingo de Dinamarca se descubre en la ruta de Limfjord, por la zona de fiordos más grande del país

Paisaje de Limfjord. Foto Christian Faber

Esta ruta de 610 km por la zona norte de Dinamarca transcurre por los campos llanos de las costas septentrionales a las tierras suavemente onduladas de la orilla sur, donde hay colinas boscosas, grandes casas solariegas y monasterios; además de interesantes museos regionales que cuentan la historia del fiordo, las conquistas y refugios de los vikingos.

De Berlín a Copenhague

De capital a capital, desde la puerta de Brandenburgo al monumento a la Sirenita, esta ruta de 630 km forma parte del gran circuito Euro Velo 7, y según Turismo de Dinamarca se necesitan 12 días para completarla.

El trazado se divide en tres etapas. La primera es la del estado de Brandenburgo, 151 km que van desde Berlín hasta Fürstenberg; donde se pasa por lagos y pueblos de estética tradicional.

Caminos por el norte de Selandia. Foto Sarah Green

Le sigue la del estado de Mecklenburg, 255 km en dirección al Mar Báltico, en que la naturaleza lacustre sigue presente junto con pequeñas comunidades siempre con su pueblo con campanario, hasta dar con las ciudades de la Liga Hanseática del norte.

Tras tomar un ferry se llega a Gedser, y desde ahí son 302 km por la cara oriental de la isla de Selandia hasta llegar a Copenhague.

El viejo camino

En estos 450 km se viaja desde Padborg, al sur de Jutlandia, hasta las suaves colinas de morrena en Frederickshavn, al norte de esta gigantesca península.

Tramo del ‘viejo camino’ a la altura de Vejle. Foto Kenneth Stjernegaard

Antiguamente era una ruta para peregrinos, también usada por comerciantes, artesanos y pastores, una columna vertebral de senderos por el país que permite conocer su historia a través de numerosos puntos culturales junto a unos paisajes primaverales de una belleza indescriptible.

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