5 vinos con petit verdot: la uva bordelesa que seduce y convence en España

La petit verdot, que toma su nombre del tamaño de sus pequeñas bayas, y que traducido del francés significa “pequeño verde”, fue una de las principales uvas cultivadas en muchos castillos de Burdeos, en el Médoc, durante el siglo XVIII. Pero tras la devastadora irrupción de la enfermedad de la filoxera a finales del siglo XIX, sus cepas fueron casi borradas del mapa en esta importante área vitivinícola francesa.

Con el tiempo, la petit verdot encontró otros lugares en los que crecer como Italia, Chile, Estados Unidos, Australia, Nueva Zelanda, y también España.

En nuestro país, pese a que no hay mucha superficie de petit verdot plantada, algunas bodegas que lo cultivan y elaboran han conseguido, gracias a un gran trabajo, producir elegantes vinos de taninos muy marcados que gracias a su alta acidez denotan un buen envejecimiento en madera.

Son elaboraciones que evolucionan bien en largas crianzas, ya que muestran las bondades idóneas para llegar a convertirse en grandes vinos de guarda, capaces de alcanzar mucho grado alcohólico, manteniendo a su vez una alta acidez.

Hemos elegido 5 vinos con petit verdot concebidos en diversas zonas de España que son la muestra palpable de cómo una uva foránea, nada fácil de tratar, ha logrado encontrar un lugar de preeminencia en nuestro país.

Petit Verdot 2020 Dehesa del Carrizal

Con DOP Dehesa del Carrizal, que lo reconoce como Vino de Pago, la bodega Dehesa del Carrizal, situada en Retuerta del Bullaque, localidad de la provincia de Ciudad Real, elabora un gran tinto con uvas petit verdot propias que crecen en su finca emplazada en los Montes de Toledo, junto al Parque Nacional de Cabañeros, entre las cuencas del Tajo y del Guadiana. Un terruño señero que goza de un clima mediterráneo templado con influencia atlántica, idóneo para el cultivo de una uva muy joven que fue plantada en el año 2016.

Se trata de Petit Verdot 2020 Dehesa del Carrizal (IGP Vino de la Tierra de Castilla), un tinto muy expresivo y refinado, de color rojo picota intenso con destellos azulados casi violáceos, y una nariz compleja que apunta la tipicidad característica de una uva como la petit verdot: notas de bayas, a eucalipto, retama y monte bajo.

En boca manifiesta una estructura considerable y un punto de suavidad, así como una frescura que sorprende ya en el primer sorbo. Al paladearlo un poco más, aparecen unos taninos muy concentrados que nos hablan de la gran amplitud y longitud final del vino. Y siempre presente un sabor mineral a grafito, tan característico de la variedad bordolesa.

Un vino que podremos consumir ahora, pero que dentro de 10 años se habrá convertido en un elixir realmente complejo. Se recomienda decantar y servirlo entre 15 y 16ºC.

Si lo maridamos con un arroz caldoso con costillas de cerdo y acelgas, con unas albóndigas caseras con tomate, o con una típica escudella con carn d’olla, se disfrutará al máximo. Precio en bodega: 21,85€

HC Petit Verdot 2018

Dirigimos ahora nuestros pasos hacia tierras murcianas, hasta Yecla, importante zona vitivinícola que goza de su propia denominación de origen, para detenernos en una de sus principales firmas vitivinícolas: Bodegas Barahonda.

Fundada en 1925 por Antonio Candela, la bodega pasó posteriormente a manos de su hijo Antonio, que la hizo despegar hasta convertirse en la floreciente bodega que es hoy en día, gracias también a la actual aportación de Antonio y Alfredo, integrantes de la cuarta generación de la familia.

En Barahonda se elaboran vinos de excelente factura que muestran una gran expresividad, complejidad y carácter, tal y como ocurre con su loable apuesta por dar el protagonismo que bien se merece a la petit verdot: HC Petit Verdot 2018 (D.O. Yecla).

Con 16 meses de crianza en barricas nuevas de roble americano, el vino exhibe un color rojo picota con destellos violetas y se distingue por sus aromas a frutos negros y minerales y también por exhibir una boca muy compleja con recuerdos especiados al tostado de la madera, así como una notable frescura y una suculencia poco común.

Un vino que recomendamos tomarlo a una temperatura de entre 16º/18ºC, y que sobresaldrá con manifiesta soltura si es compartido con un conejo de monte al ajillo, una alubias blancas de León estofadas con codorniz o con una paletilla de cordero asada al estilo segoviano. Precio en bodega: 17,00€

QuiXote Petit Verdot 2019

En la carretera que va de Manzanares a Moral de Calatrava, ambas localidades pertenecientes a la provincia de Ciudad Real, localizamos la bodega familiar Pago Casa del Blanco, que dispone de su propia D.O. Protegida.

Con una historia de 150 años, la esencia de la bodega sigue siendo la misma: amar a la propia tierra, creando vinos inspiradores que preserven el legado del pasado.

Para ello, cuentan con una finca impresionante con un coto de caza menor, de 2.200 hectáreas en el que predomina la perdiz roja autóctona; 650 de cereal y regadío; y 150 de viñedo.

De entre sus diferentes vinos destacamos sus propuestas bajo el nombre QuiXote, todo un homenaje a la insigne obra de Miguel de Cervantes cuyo argumento toma como punto geográfico principal estas mismas tierras manchegas. Aquí se encuentra un sobresaliente monovarietal concebido con uvas petit verdot que lleva el nombre de QuiXote Petit Verdot 2019.

De color rojo con ribetes azulados y violáceos, se trata de un vino que resalta por una nariz elegante y compleja en la que se advierten perfumes a flores azules, especialmente a violetas y lilas, con presencia aromática a monte bajo y balsámicos.

En boca transmite un equilibrado balance entre las maderas de su crianza (12 meses en barricas de roble francés y americano) y las frutas rojas, acompañado de toques especiados.

Un vino sensato, equilibrado, potente, de seductora personalidad y persistencia, que recomendamos tomarlo a una temperatura de entre 16 y 18º, y que junto a un paté de jabalí artesano, un chuletón de Ávila o una musaka griega, se convertirá en un grato acontecimiento. PVP: 15,35€

EM Petit Verdot 2021

Con D.O. Alicante, y elaborado por Bodegas Enrique Mendoza señalamos un vino de parcela 100% petit verdot cuyo nombre es EM Petit Verdot 2021.

Bodegas Enrique Mendoza, fundada en 1989, se halla emplazada en la localidad de Alfaz del Pi, en la parte suroriental de la comarca alicantina de la Marina Baixa. Allí se encuentra la Finca Chaconero, y junto a ella la bodega, más 80 hectáreas plantadas con la uva monastrell tan típica de la zona, así como otras importantes variedades internacionales como la cabernet, sauvignon, merlot y petit verdot, entre otras.

EM Petit Verdot 2021 es un vino de parcela, que nace en los viñedos situados en la ladera del ‘Cabezo de la Virgen’, en el término municipal de Villena. Que sea un vino de parcela implica que es una elaboración que se define por expresar la personalidad y la identidad del viñedo y del terruño en el que crece la uva.

Criado durante 15 meses en barricas, se trata de un vino de color rojo burdeos con destellos violetas con marcados aromas que nos llevan a recordar a algunas frutas rojas como las cerezas picotas y las ciruelas, con firmes evocaciones a monte bajo (romero, tomillo) y toques minerales ferrosos, tostados y a tierra húmeda.

En boca, es un vino que se define por su extremada elegancia, potencia, concentración aromática, taninos perfectamente trabajados y pulidos, así como por su equilibrio y seriedad.

Si lo tomamos con una carrillada de ternera gallega con verduritas de temporada, un cocido montañés o con una tabla de quesos de oveja curados, todos los comensales quedarán bien contentos. Precio en bodega: 13,85€

DV AIRES 2015

Al noroeste de la provincia de Málaga reluce la admirable Ronda, una de las ciudades más bellas de Andalucía, y población en la que podremos encontrar algunas llamativas bodegas elaboradoras de vino con el sello de calidad de la D.O. Sierras de Málaga.

Entre todas las firmas vitivinícolas situadas en la zona, prevalece la bodega Descalzos Viejos, ubicada en lo que antaño fue un convento del siglo XVI, propiedad de la orden de los trinitarios.

Descalzos Viejos, cuyo nombre hace mención a los últimos monjes que habitaron el edificio, nació con la restauración del convento que emprendieron en el 2001, los propietarios de la bodega, y también arquitectos Paco Retamero y Flavio Salesi, y que actualmente alberga en su interior el área de elaboración y el parque de barricas,

A su vez, se plantaron viñas en la zona baja de la finca, para recuperar el cultivo que habitualmente cuidaban los monjes trinitarios en esos terrenos, tal y como figura en el inventario del siglo XIX previo a la desamortización de Mendizabal.

De entre los diferentes vinos que podemos encontrar en su destacable portfolio, sobresale su DV AIRES 2015, un interesante petit verdot en un 90%, con un 10% de garnacha, cuyas uvas se desarrollan en las cepas plantadas en su finca Descalzos Viejos, en unos terrenos de naturaleza caliza y de alto contenido en arcilla que le aportan al vino su considerable mineralidad y finura.

Tan sólo se elaboraron 3.280 botellas de un vino que, tras su vinificación, permaneció durante 16 meses de crianza en barrica de roble francés.

Cabe destacar la etiqueta del vino, en la que se representa la figura de un bombero torero, obra del gran artista rondeño Carlos Aires.

Con un precioso color cereza picota con ribetes rojizos. Exhibe una nariz muy golosa, intensa y profunda marcada por los frutos negros, los elegantes toques especiados (vainilla, clavo, nuez moscada) y un marcado aroma a sotobosque. En boca se manifiesta muy sabroso, persistente y con un tanino ligeramente presente.

Un vino explícitamente gastronómico que casaría perfectamente con un buen guiso de rabo de toro, un estofado de ossobuco a la milanesa o con unos callos a la madrileña. PVP: 25,00€