Ali Ocakbasi: por fin un restaurante de alta gama de cocina turca en Barcelona

La propuesta del nuevo Ali Ocakbasi se aleja de la cocina de shawarmas que abunda en Barcelona y apuesta por una elaborada cocina de la parte asiática de Turquía

Platos y más platos de la cocina de Turquía. Foto Ali Ocakbasi

Cuando se piensa en restaurantes de cocina turca la gran mayoría son locales económicos de shawarma, döner kebap y falafeles, con una decoración tirando a hortera, y una calidad que deja bastante que desear.

La apertura de Ali Ocakbasi (Enric Granados 69, Barcelona) por suerte rompe con ese panorama, con un restaurante decorado con elegancia donde nadie encontrará ni un cuadro con Santa Sofía, las chimeneas naturales de Capadocia ni nada que recuerda a ese fascinante país euroasiático.

A lo sumo, una mirada atenta pensará que las lámparas recubiertas de telas son un guiño a los vestidos de los derviches danzantes.

Con cuatro locales en Estambul y uno en Ámsterdam Ali Ocakbasi aterriza en Barcelona para ofrecer un sofisticado menú basado en la cocina de Anatolia, que es la parte de la Turquía asiática (o sea, el 97% del país).

La bandeja de aperitivos para elegir. Foto Ali Ocakbasi

Cocina de invasiones y expansiones

Siglos de conquistas e invasiones, además de los 600 años que duró el Imperio Otomano, han creado una gastronomía de productos mediterráneos como las olivas, las berenjenas, los quesos, lácteos como el yogurt y un sinfín de especias, más otros importados de otras latitudes (como el tomate y la patata), y el uso de carnes con el cordero como gran protagonista.

Por suerte en Ali Ocakbasi se ofrece un código QR con imágenes para familiarizarse con los nombres turcos de los platos

La poca familiaridad que tiene el comensal autóctono con los nombres turcos de los platos lo resuelven fácilmente en Ali Ocakbasi: la carta tiene un código QR para ver imágenes, además el menú también ofrece ilustraciones orientativas.

Pero quizás la forma más didáctica es cuando el camarero llega con una gigantesca bandeja y enseña una quincena de mezzes (aperitivos fríos), pequeños platos que cuestan entre 4,5 y 7 euros, donde se sugiere elegir cuatro o cinco entre dos personas para empezar a viajar por los sabores turcos. Eso sí, no se confíen en el tamaño, porque son bastante llenadores.

La elegante sala del restaurante. Foto Ali Ocakbasi

Los entrantes fríos

Por suerte, los platos son cautos en el uso de especias, con lo cual se puede probar el cig kofte (pasta de bulgur con tomate, ajo, perejil y chiles rojos picantes) sin tener que lagrimear.

Entre los entrantes fríos, dimos cuenta del humus con pasta de garbanzo y tahini, del kopoglu (cubitos de berenjena, patata y pimiento verde), el riquísimo kopoglu (queso del centro de Turquía con mantequilla), el suave girit efesi (tres tipos de queso combinados con piñones tostados), la muhammara (pasta de tomate con nuez caramelizada, tahini y ajo, recubierta de balsámico y queso cremoso), el ali tarator (salsa de ajo fermentada con yogur, con cebolla caramelizada y zanahoria y un toque de remolacha crujiente) y el abagannus (puré de berenjenas asadas con yogur y ajo).

Aktug Birinci, propietario del Ali Ocakbasi de Barcelona. Foto Ali Ocakbasi

El tema ya venía contundente, pero igual llegaron un par de entrantes calientes, como el icli kofte (bola de bulgur rellena de carne de cordero y ternera y miga de nueces) y el pastirmali hummus (hummus casero con rodajas de pastrami asado).

Los principales

Pero no nos podíamos rendir sin probar uno de los platos estrella de la casa, según nos describió el propietario de Ali Ocakbasi, Aktug Birinci: el karisik.

Se trata de las brochetas de tres tipos de carne: uno es el pilic (muslo de pollo marinado con especias), otro es el saslik (medallones de ternera marinados con aros de cebolla) y el ali kebap (kebap de cordero y ternera).

La carne de ternera es protagonista. Foto Ali Ocakbasi

Pero había otra sorpresa: el gevrek, cuatro enrolladitos de kebap de cordero molido a mano, envuelto en pan lavash servido en puré de berenjenas asadas con salsa de yogur, tomate y ajo.

El vino y el pan

Lo de pan merece una mención aparte: se elabora al momento, y es el complemento con el que se come el 90% de los entrantes. Por ello, si se acaban las cuatro raciones y quiere más, espere unos minutos hasta que llegue recién salido del horno.

La cena la acompañamos con el interesante Llàgrimes de tardor, un DO Terra Alta de la bodega Sant Josep Vins; integrante de una selecta carta centrada en tintos y blancos de España.

El tradicional té turco. Foto Ali Ocakbasi

El postre, por suerte para nuestros saciados estómagos, fue un pequeño baklava con helado. Y de remate, nunca puede faltar el té turco, que me recuerda como el mejor antídoto contra el frío en un Estambul invernal.

“Abrimos hace tres meses, y tenemos más éxito del esperado”, apunta Birinci; por lo que las reservas son casi obligatorias si se quiere conocer este elegante rincón de Turquía en pleno paseo gastronómico de la calle Enric Granados.

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