BaLó, el restaurante que une la tradición de Barcelona con la vanguardia londinense

En el barrio de Les Corts, este restaurante de estética minimalista brilla con la innovación de sus platos y su apuesta por el producto de proximidad

Tradición e innovación dialogan en este restaurante de Les Corts, Barcelona. Foto: BaLó.

“No, no sentimos la presión por lo de la guía Michelin”. Solo un británico puede tener esa despreocupación ante el reto que supone haber obtenido la distinción Bib Gourmand, otorgado por la famosa guía de tapas rojas, a poco más de un año de haber abierto. Estamos hablando de Ricky Smith, la mitad del restaurante BaLó (Deu i Mata 141), quien mientras raya el queso manchego para rociar una terrina de patata, explica que por supuesto la mención les obliga a elevar el listón, pero desde que abrieron, las cosas “siempre han mejorado”.

La otra mitad de BaLó es su pareja profesional y personal, la catalana Lena María Grané. Se conocieron en el restaurante Galvin La Chappelle de Londres hace casi una década, y a principios de 2022, tras el paréntesis forzado por la pandemia, abrieron las puertas de su local. Y para dejar en claro que aquí todo es en partes iguales, bautizaron al local con la conjunción de los nombres de sus ciudades Barcelona y Londres.

La sala transmite una elegancia discreta con su decoración minimalista. Foto: BaLó.

Tres menús para elegir

Como decíamos, al poco tiempo llegaron los premios, pero esta joven pareja no se duerme en los laureles, y siguen apostando por la innovación con una carta basada en los productos de temporada, razón por la que los cambios son periódicos. “Nuestros menús son un pasaporte para el paladar, que invita a explorar la fusión de dos culturas a través de ingredientes frescos y locales”, precisan en la carta.

No hay carta abierta en el restaurante, sino que funciona con tres menús: el de mediodía, el BaLó y el Degustación

Precisamente, desde que abrieron sus puertas la propuesta se ha basado en menús cerrados. Y para salir del tópico que los lugares de calidad son caros, cuentan con un Menú Mediodía a 28€ (de martes a viernes), donde se puede elegir entre tres entrantes, tres principales y otros tantos postres, con opciones como el ajo blanco con salmón curado, almendras y uvas, o el parfait de setas con crackers de setas; así como el risotto de setas con salvia crujiente o el solomillo de cerdo asado con puré de calabaza y patata crujiente.

Solomillo de cerdo con puré de calabaza, zanahorias y patatas crujientes. Foto: BaLó.

“Cada plato es una odisea” describe la pareja Grané & Smith, pero no lo dicen en un sentido de desafío imposible, sino desde una perspectiva homérica, de un viaje de sabores, aromas, texturas e imágenes. En nuestro caso, fuimos por el Menú BaLó (65€, y 40€ más con maridaje de vino), que presenta un desfile de siete pases que equilibra la receta de innovación y tradición.

El menú BaLó

La experiencia se inició con un tartar de ternera oculto bajo una capa de arroz crujiente con un toque de oliva, una suavidad de sabores que se incrementó con la terrina de patata con queso manchego trufado. La pausa de un pan de masa madre con mantequilla mezclada con marmite (elaborada con levadura) y las copas del Blanc de Mayte 2021 (bodega J. Fortuny Fàbregas) dio paso a la caballa curada con pepino y alga nori crujiente, con el remate de un soplete para darle la cocción final.

Cada plato es una experiencia sensorial. Foto: BaLó.

Pero lo mejor estaba por venir, y creemos que el ravioli a la catalana con salsa de Pedro Ximénez es el punto más alto del menú. Sencillamente exquisito. De todas formas, los dos principales siguientes, el bacalao con té de pollo y setas, así como el magret de pato con remolacha encurtida (un cambio del menú, donde figuraba el solomillo) también tienen sus méritos.

El cierre dulce fue con el mouse de castaña con naranjas y tejas de galleta, y el bizcocho de calabaza.

El otro menú, el Degustación (90€, más 60€ por maridaje) cuenta con 13 pases, y además de los platos descriptos, se añaden el brioche tostado con parfait dulce de setas, el bocadillo de piel de pollo crujiente y cigala, los huevos con soldados, y en los postres, la simpática piruleta de espirulina y limón, y el limón con higos y miel.

Lena María Grané, la cofundadora de BaLó. Foto: BaLó.

A brindar

Si se eligen las opciones de maridaje, se pueden incrementar las sensaciones de la amplia bodega de BaLó, con una variada selección de DOs españolas, aunque con el acento puesto en las catalanas, como Empordà, Alella, Montsant y Priorat, entre otras. Las referencias de espumosos no se quedan atrás, donde incluso se puede encontrar un curioso pero sugerente Nyetimber Classic Cuvée de la DOP West Sussex, de Inglaterra.

Ricky Smith en plena preparación. Foto: BaLó.

Porque si este restaurante es un puente entre las cocinas catalanas e inglesas, es justo que también haya vinos de la legendaria Albión.

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