Del chivito a la torta ahogada pasando por el bocata de calamares: viaje por los mejores sándwiches del mundo

Sándwich, sánguche, bocadillo, bocata o emparedado, la felicidad servida entre dos panes tiene rellenos y sabores diferentes por el mundo: estos son los mejores

Felicidad entre dos panes con lo mejores bocadillos del mundo. Foto: Monika Grabkowska | Unsplash.

Habitualmente dos rebanadas en cuyo interior se coloca algún alimento, las posibilidades del bocadillo son prácticamente infinitas. Comenzando por el tipo de pan –blanco, baguette, de pita, de centeno, shokupan, brioche- y pasando por el relleno, desde unas sencillas lonchas de queso a langosta, embutidos, huevos, vegetales o encurtidos, los emparedados aceptan casi cualquier ingrediente y formato.

Sin embargo, hay creaciones que, por derecho propio, merecen ser incluidas entre los mejores bocadillos del mundo. De Argentina a Vietnam y de Líbano a Uruguay pasando por España, estos son algunos de los sándwiches que hay que probar.

Bánh mì, Vietnam

El Bánh mì, pronunciado ‘bun mee’, es una creación vietnamita que, según el portal especializado Taste Atlas, se cuenta entre los mejores bocadillos del mundo (con una puntuación de 4,7 sobre 5 encabeza su ranking de los 50 sándwiches más exquisitos).

Bánh mì. Foto: ©N. Saum | Wikimedia Commnos.

Elaborado con una baguette de pan blanco, suave en el interior y fina y crujiente en el exterior, se rellena de encurtidos de zanahorias, daikon, cebollas, cilantro, y bien carne o tofu. Las versiones más habituales llevan cerdo, paté, pollo y chicharros, lo que genera un contraste de sabores y texturas que lo hacen especialmente apreciado.

Habitual en la comida callejera, se puede encontrar en casi cualquier parte en Vietnam y a bajo precio, lo que hace de él un alimento muy popular.

Tombik, Turquía

Empatado con el Bánh mì en el ranking de Taste Atlas encontramos un sándwich por el que merece la pena viajar a Turquía: el Tombik.

Tombik döner. Foto: Jorge Cortell | Wikimedia Commons CC BY 2.0

El Tombik döner es una variedad döner kebab, un emparedado que consiste en carne de cordero, pollo o ternera cocinada en un asador vertical que se sirve desmenuzada en un pan plano (pita o pide son los más habituales) junto con tomate, cebolla, lechuga u otras verduras y salsas variadas.

Lobster roll, Maine (EE UU)

El Lobster roll (rollo de langosta) es una especialidad del estado de Maine (EE UU) que consiste en carne de langosta cocida y rociada con mantequilla derretida (drawn butter) o mayonesa que se coloca en pan alargado como el de hot dog y se presenta con la abertura hacia arriba (nunca hacia el lado).

Lobster roll. Foto: Pixabay.

Además, el sándwich puede incluir apio, cebolleta, lechuga, zumo de limón, sal y pimienta negra. Los acompañamientos tradicionales incluyen patatas fritas o chips como acompañamiento.

Choripán, Argentina

No hay que esperar mucha sofisticación o sorpresa en este bocadillo que es, exactamente, lo que promete: chorizo asado a la parrilla sobre un panecillo crujiente.

Habitual en Argentina, pero también Chile, Paraguay, Uruguay, Perú, Bolivia y en el Río Grande del Sur en Brasil (su nombre en portugués es salchipão), suele incluir chorizo criollo y pan francés, así como alguna salsa como el chimichurri (aderezo típico argentino y uruguayo elaborado con perejil, ajo, ají y orégano) o el pebre (salsa criolla en Chile).

Choripan. Foto: PxHere.

Shawarma, Líbano

Frecuente en todo Oriente Medio, el Shawarma es un delicioso bocado cuyos orígenes se remontan al Imperio Otomano mientras que su nombre se debe a la pronunciación en árabe de la palabra turca çevirme (literalmente, girar) que hace referencia la forma de cocinar la carne en una parrilla vertical que gira mientras se va cocinando.

Los shawarmas se hacen con cordero, pavo, pollo, ternera o una mezcla de las diferentes carnes que se cocinan a fuego lento durante horas y se bañan en sus propios jugos y grasas. El verdadero secreto, sin embargo, reside en el marinado de la carne.

Shawarma. Foto: Yoad Shejtman | Unsplash.

Butifarra, Perú

El sándwich callejero por excelencia de la gastronomía limeña es la butifarra, en origen un bollo blanco crujiente de pan francés o roseta relleno de cerdo (jamón del país, que se prepara con pierna de cerdo herivda, ajo, aceite, ají y pimiento rojo) con salsa criolla, lechuga, rábanos y chile.

Habitual en sangucherías o, directamente, en puestos en la calle, se sirve también en fiestas y como parte del desayuno.

Piadina, Emilia-Romagna (Italia)

Llamada también piada, la piadina es original de la región italiana de Emilia-Romagna, aunque hoy este pan plano que admite multitud de rellenos se puede encontrar en casi toda Italia.

Piadina. Foto: PxHere.

En origen un alimento humilde, elaborado con harina de maíz, de exterior ligeramente crujiente e interior tierno y suave, los rellenos más frecuentes de la Piadina Romagnola incluyen prosciutto, quesos blandos cremosos como squacquerone , tomate y rúcula.

Montado de jamón (España)

Otro de los mejores bocadillos que se pueden tomar en el mundo (aunque hay que esperar al puesto número 22 del ranking de Taste Atlas para encontrarlo) es el montado o bocadillo de jamón.

Serrano o, mejor aún, ibérico, requiere poco más que el pan, aunque es cierto que resulta mucho más jugoso si se unta el interior de pan con aceite de oliva y se frota con tomate maduro y ajo.

Montado de jamón. Foto: Turismo de Andalucía.

A partir de ahí, se puede añadir queso manchego, rodajas de tomate, tiras de pimientos o aceitunas, aunque ya entraríamos en el debate de si sigue siendo un bocata de jamón.

Torta ahogada, Jalisco (México)

Especialmente representativo del estado mexicano de Jalisco, hoy es posible encontrar la torta ahogada en todo el país aunque nadie le puede quitar su origen en la ciudad de Guadalajara.

Elaborado con un pan conocido como birote o birote salado de la zona de Jalisco, de consistencia más firme que un bolillo, se rellena habitualmente de carnitas (de cerdo) cortadas en rebanadas, cubos o trozos.

Sumergido luego en salsa picante de chile, lleva además vinagre, comino y ajo, así como una salsa de jitomate y rebanadas de cebolla desflemada (sumergida en limón).

Torta ahogada en Guadalajara. Foto: Francisco Guasco | EFE.

Ahora es posible encontrarlas rellenas de camarón y diversas parte del cerdo (o su combinación) y también servidos en otros tipos de pan, como tostadas o tacos y se comen como desayuno, comida, cena y hasta como remedio para las resacas.

Tramezzino, Venecia (Italaia)

Dicen que es originario de Turín, aunque fue en Venecia donde sublimaron el sándwich conocido como tremezzino, hoy habitualen los bares de toda Venecia a la hora del aperitivo y la comida.

Se trata de triángulos de pan blanco al estilo de los que se sirven con el té inglés con rellenos que incluyen desde huevo y atún a aceitunas, prosciutto con trufa o diferentes verduras.

Tramezzino. Foto: PxHere.

Francesinha, Oporto (Portugal)

Es cierto que puede encontrarse en casi cualquier lugar en Portugal, aunque las francesinhas más auténticas se sirven en Oporto y deben su nombre a la inspiración de su creador, Daniel David Silva, que lo ideó en 1950, en el tradicional croque-monsieur francés de pan, jamón y queso.

En el caso de la francesinha, se elabora con jamón cocido, mortadela, salchicha fresca, lomo de cerdo a la plancha, filete de ternera y varias capas de queso que se remata con un huevo frito simulando una corona y se acompaña de patatas fritas.

El alma del plato, sin embargo, es la salsa caliente en la que se presenta, siempre con ‘receta secreta’ del restaurante en cuestión, pero que siempre lleva tomate, picante y cerveza.

Chivito, Uruguay

Como el anterior, llamarlo sándwich es quedarse corto para describir toda una comida que, en el caso del chivito uruguayo, se prepara con carne de vacuno a la plancha (también hay versiones de pollo o pescado) con jamón cocido, panceta, queso mozzarella, lechuga, rodajas de tomate, rodajas de huevo duro y pimiento morrón y se adereza con salsa mayonesa. Todo, metido en un pan conocido como catalán o tortuga (similar a la chapata).

El auténtico chivito uruguayo. Foto: La Mano de Pablo.

Además, es común servirlo acompañado de patatas fritas o ensaladilla rusa. El chivito suele elaborarse con una variedad de pan conocida como pan catalán o tortuga.

Smørrebrød, Dinamarca

Uno de los platos nacionales de Dinamarca (aunque consumido en toda Escandinavia), el smørrebrød (en danés, pan con manteca), es una rebanada de pan negro, por lo general de centeno, con ingredientes fríos que pueden ser arenque, queso en rebanadas, salchichas, carne o huevo, ya sea cocido o frito, así como salsas de diferentes estilos que el comensal dispone a su gusto.

Se trata de una especie de buffet servido al mediodía cuya versión noruega se denomina smørbrød y la sueca smörgås.

Smørrebrød. Foto: Anastacia Dvi | Unsplash.

Pan bagnat, Niza (Francia)

Como tomar una buena ensalada Niçoise pero entre dos panes; es lo más parecido al Pan bagnat (pan mojado, en occitano provenzal), un sándwich procedente de Niza, al sur de Francia, elaborado con un panecillo en forma de bola denominado pan de campagne.

Abierto por la mitad, el panecillo deja ver varias capas de verduras crudas, nuevo cocido, anchoas, aceitunas, atún y aceite de oliva (generosamente) además de sal y pimienta.

Se encuentra en la mayoría de las panaderías de la región y de los mercados al aire libre y entra bien a cualquier hora.

Katsu sando, Japón

La chuleta de cerdo, aplanada, empanada y frita y acompañada de col y salsa conocida como tontkatsu se transforma en el popular katsu sando cuando se sirve entre dos rebanadas de pan, un sándwich que hace furor en Japón y que está conquistando también Occidente.

Katsu sando elaborado con shokupan.

En sus orígenes se consideraba un tipo de yōshoku —versiones japonesas de comida occidental inventadas a finales del siglo XIX y principios del XX— y entre los secretos de su éxito se cuenta sin duda el esponjoso pan empleado, una variedad de pan de leche blanco llamado shokupan, así como la salsa tonkatsu.

Bocata de calamares, España

Nos despedimos con otro bocata patrio, en concreto el de calamares, muy popular en Madrid, especialmente en bares y restaurantes en torno a la Plaza Mayor.

Consiste en un bollo de pan, generalmente de tipo baguette, que se corta por la mitad y se rellena de calamares fritos frescos y crujientes.

Bocata de calamares. Foto: Manero.

Los calamares, rebozados en harina y fritos en aceite de oliva por lo general, se realzan con un toque de mayonesa o alioli o bien un chorrito de zumo de limón fresco y se acompaña de una caña de cerveza.

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