Parking Sótano, el primer clandestino de Barcelona dedicado a las carnes

Una de las pizzerías Parking de Barcelona esconde un local paralelo de aires clandestinos. Y esta vez no es una coctelería, sino un restaurante de carnes a la brasa

Lo que no te esperas encontrar en una pizzería. Foto: Parking Sótano.

Desde hace un par de años ser clandestino es cool. Lo que hace un siglo surgió como una forma de esquivar a las puritanas imposiciones de la Ley Seca en EEUU, se ha convertido en la moda de ofrecer una alternativa gastro oculta a la vista. Casi todos los locales que se suben a esta tendencia son bares o coctelerías, que ocultan tras comercios que venden embutidos o focaccias, tintorerías o barberías sus sofisticadas barras, copas y asientos de diseño.

Pero no todas son coctelerías, porque en el pasaje Arimón 5, en Barcelona, también hay un restaurante de estética clandestina que entra en este juego. Y oigan, no le va nada mal.

Oda a las brasas y a los mejores cortes de carne. Foto: Parking Sótano.

Arriba pizza, abajo carnes a la brasa

Estamos hablando de Parking Sótano, la alternativa gastro que presenta la cadena de pizzerías Parking, que cuenta con cinco locales en la capital catalana y dos en Madrid. Al llegar al local ubicado en la parte alta de Barcelona, se descienden unas escaleras hasta dar con una pesada puerta de hierro forjado.

Es el prólogo a una sala de estética industrial de paredes desnudas y ladrillo a la vista, donde se replica la distribución de las otras pizzerías: tres mesas grandes con capacidad entre 18 y 24 personas a compartir entre los comensales, y en vez de sillas, banquetas que tienen la ingeniosa idea de dividirse en dos partes, para guardar bolsos, cascos y chaquetas en su interior.

La carta es sencilla, para decidirse rápido: cuatro opciones de entrantes y cuatro de carnes como principales

A un lado, en una cuarta mesa de acero inoxidable los cocineros y camareros preparan y sirven los platos que irán distribuyendo a los clientes.

Las diferentes guarniciones para acompañar las carnes. Foto: Parking Sótano.

Una carta para decidir rápido

Mientras que en la parte superior se continúan elaborando las pizzas artesanas que han dado una buena fama a la cadena, en la inferior se ofrece un menú sin artificios, sencillo, para decidirse rápido: cuatro entrantes y cuatro principales. Por suerte, los primeros no son demasiado grandes, porque si no luego no hay forma que se termine el plato de carne. Por ello, nos inclinamos por un exquisito queso extremeño de leche cruda de oveja fundido al horno, y un aguacate a la brasa con tartar de tomate y sal rosa. Nos quedó afuera la cecina de ternera, 100 gr de finos cortes de Black Angus.

De los platos de leña y carbón, está el entrecot de 500 gr., que puede ser de carne procedente de Galicia o de un país de Europa. Como de la primera alternativa solo había cortes grandes, cautamente fuimos por la segunda referencia. Carne tierna, al punto, bien hecha. Aprobado.

La estética industrial de la sala. Foto: Parking Sótano.

Además de este corte, también hay solomillo de ternera gallega fileteada (200 gr.) y steak tartar del mismo tipo de ganado vacuno.

Sí hay que tomarse el tiempo para decidirse por una guarnición, porque hay para elegir entre patatas fritas, lechuga francesa con cebolla y nueces, espárragos verdes con sésamo y alcaparras, corazones de lechuga a la brasa, patata gratén con puerro y gruyere o parmentier de chirivía y patata, entre otros.

Y también se puede optar por cuatro tipos de salsa, entre la bearnesa, la Café de París, la de queso azul y cebolla, o el rioplatense chimichurri.

De bebidas, cuenta con una decena de referencias de vinos de Navarra, Empordà, Rueda o Ribera de Duero.

Milanesa de pallarda de ternera. Foto: Parking Sótano.

Las novedades de Parking Sótano

Hay dos detalles interesantes a tener en cuenta: uno es el menú ejecutivo a 22,50€, con platos como la milanesa de pallarda de ternera, la hamburguesa de ternera o el solomillo de ternera de Galicia (las dos últimas opciones, de 120 gramos), con guarnición, bowl de verdes de entrante, postre y copa de vino.

La otra es el nuevo servicio de delivery, que lleva a casa carnes a la brasa como la hamburguesa de ternera o el pepito de solomillo, o el sándwich planchado con cuatro quesos. Ya lo saben, aunque sea clandestino, vale la pena descubrirlo.

Comenta el artículo

Deja una respuesta

a.
Ahora en portada