La Terraza del Urban: cuando las vistas importan, pero la comida más

Entre el frenesí que el terraceo suscita en Madrid y la búsqueda de vistas que valgan un puñado de likes en Instagram, a veces dejamos de lado lo importante. Porque sí, adoramos las azoteas que nos permiten esquivar la canícula y hacernos sentir más cerca del cielo, pero también queremos un lugar donde la carta esté a la altura del entorno.

Te lo contábamos con este listado de terrazas donde comer bien (y a buen precio) en la capital. Y ahora sumamos una dirección más a la lista, un viejo conocido como es la Terraza del Urban, pero que este año estrena un concepto que lo sitúa directo entre los mejores de su especie con su propuesta fresca y original, que nos trae a Madrid la riquísima gastronomía de Javier Sanz y Juan Sahuquillo y su Cañitas Maite.

Cañitas Maite en Madrid

Año y medio después de su éxito en Madrid Fusión 2021 (que solventaron con los títulos de Cocineros Revelación, Mejor Croqueta del Mundo y Mejor Escabeche), Javier Sanz y Juan Sahuquillo desembarcaban en Madrid.

Tras el boom de su restaurante Cañitas Maite en la localidad de Casas-Ibáñez (Albacete), convertido en lugar de peregrinación para foodies de toda España, de la inauguración de su propio gastronómico, Oba, y del ensayo en Can Domo (Ibiza), entraban en la capital por la puerta grande, nada menos que liderando la reapertura de CEBO, el restaurante del Hotel Urban (Cra de S. Jerónimo, 34).

El reto tenía su aquel. Inaugurado en 2016 bajo este concepto, en menos de dos años el chef Aurelio Morales consiguió la estrella Michelin para el comedor del cinco estrellas gran lujo propiedad de Derby Hotels Collection.

Pero a principios de 2022 soplaron vientos de cambio y Morales se embarcaba en un proyecto personal (Abya, también en Madrid). Para la nueva etapa, el hotel de Jordi Clos se fijó en estos chefs de apenas 25 años a quienes todos adoran y el nuevo CEBO abría las puertas el 18 de octubre. Un mes después, Oba conseguía su primera estrella Michelin.

Mordiscos by CEBO

Con “respeto y humildad, vértigo e ilusión” explicaban en aquel momento, Sanz y Sahuquillo junto a su jefe de cocina Borja García trasladan a CEBO la filosofía de Cañitas Maite y Oba con una oferta totalmente nueva donde el producto de temporada, manchego y de otras zonas de España, fundamentalmente de pequeños productores, se eleva desde la simplicidad gracias a un excelente dominio técnico exento de artificios o golpes de efecto.

En sus dos menús, uno corto de 8 pases (95 euros) y otro largo de 13 pases (145 euros), ya cuentan con algunos hits entre sus platos, como Jamón Joselito, un sándwich de obleas crujientes con forma de cerdo relleno de steak tartar, el carabinero madurado o el tomate Cuerno de los Andes que se sirve con una cobertura de crema láctea de cabra y un toque picante con un aceite de ajíes.

La Terraza del Urban como se conoce a la azotea del hotel fue el siguiente destino a colonizar.

En este exuberante espacio de frondosa vegetación y obras de arte originales (no en vano Jordi Clos es un afamado coleccionista, fundador del Museu Egipci de Barcelona y presidente de la Fundació Arqueològica Clos) que nos traslada a Papúa Nueva Guinea se acaba de estrenar la nueva carta Mordiscos by CEBO, una propuesta de picoteo informal para disfrutar con un cóctel y hermosas vistas de Madrid.

Una azotea en el corazón de Madrid

Entre los tejados y las panorámicas que se extienden desde el Barrio de los Austrias hasta la Gran Vía, la Calle Alcalá y el Retiro, esta terraza con piscina en las alturas es durante el día territorio exclusivo de los huéspedes del hotel.

Cuando cae la tarde, las puertas se abren a los visitantes ofreciendo este refugio de frescor oculto en la sexta planta del hotel.

Un godello, una copa de champán o un cóctel siempre son buena idea para ver el atardecer.

Para acompañar, sugerentes bocados, pensados para compartir y comer con las manos, entre los que no faltan su croqueta de jamón Joselito y leche de oveja, reconocida como la Mejor Croqueta del Mundo 2021 y también creaciones que hacen un guiño a la ciudad, como el bocata de calamares y emulsión de ajo que se sirve en pan bao teñido con tinta de calamar.

Las sorpresas vienen de la mano de creaciones como el bocabit de salmorejo y ventresca de bonito y el croissant de cocochas al pil-pil y, el sabor, del exquisito ceviche cítrico de lubina salvaje y maíz crujiente.

Tampoco hay que perderse el mini hotdog de pulpo a feira con kimchee casero, el mollete de pastrami ahumano ni el savarin, homenaje al clásico pastel francés que aquí se elabora con brioche y se rellena de guiso clásico de carrillada y salsa tártara.

Solo hay dos postres en la carta, por lo que no es difícil dejar hueco para ambos: el ya famoso cacao en potencia con hasta cinco elaboraciones y el refrescante polo de frutos rojos que esconde un toque de vermut.

Gildas, vermut y música en directo

Abierta de lunes a domingo, la Terraza del Urban también estrena este verano novedades como el Vermut de los domingos, que marida el clásico aperitivo con la gilda y lo acompaña de sesiones de DJ (de 11.00 a 17.00 horas).

Además, música en directo los viernes y sábado entre las 21.00 y las 00.00 horas que hace de este lugar de ambiente cosmopolita en el corazón de Madrid una terraza a tener muy en cuenta.