Ginebra, la ciudad que brilla entre esculturas de luces

Frente al lago y en los parques de Ginebra una nueva edición del festival Geneva Lux despliega esculturas y creaciones vanguardistas que iluminan la noche

La gigantesca esfera de hielo donde la luz se abre paso. Foto Martial Trezzini | EFE

“Que la ciudad brille más y más, y sobre todo en medio del invierno”. Esta es la consigna de uno de los festivales de luces más interesantes de Europa, el Geneva Lux; donde el paseo lacustre y otros puntos de esta ciudad suiza se transforman bajo el brillo y los colores de esculturas lumínicas.

Este festival se inicia este viernes 21 y se prolonga hasta el 6 de febrero, donde una veintena de artistas están ultimando los detalles de sus obras, muchas de ellas de gran formato, para que puedan ser disfrutadas a través de cuatro circuitos.

Dónde ver las esculturas de luces

La mayoría de los trabajos se concentra en la desembocadura del río Ródano en el lago de Ginebra, con obras que se pueden ver en el Quai du Mont Blanc (sobre la margen izquierda), en el puente de Mont Blanc que está a un tiro de piedra de la micro-isla de J.J.Rousseau, en el elegante Jardin Anglais y en diversos puntos de la margen derecha, como en la rotonda de Rive o la Promenade des Bastions.

Estas muestras de arte lumínico se pueden conocer libremente o a través de visitas guiadas que duran dos horas, a un precio de 14,5 euros.

Una veintena de artistas de Suiza y otros países del mundo han montado obras de gran formato para llenar Ginebra de luz y color

Cada artista tiene libertad creativa, pero la consigna de los organizadores fue que haya una conexión con la naturaleza, y que también sirvan como “puentes para unir el pasado con el futuro”, describe el director artístico François Moncarey.

Los colosos que sostienen el puente de Mont Blanc. Foto Martial Trezzini | EFE

Las obras más destacadas de Geneva Lux

Entre las obras que se podrán ver está Flower Power, de Jean-Pierre David y Christian Thellier; donde un gigantesco disco metálico gira a gran velocidad creando increíbles juegos de luces y emitiendo rayos.

En Resonance Nicolas Paolozzi montó una serie de arcos luminosos en estructuras de metal que cambian a medida que las personas pasen debajo de ellos.

Feu dans le glace (Fuego dentro del hielo) es una instalación de Claire Peverelli donde un globo helado se derrite lentamente y da paso a unos diodos que filtran su luz a través del agua congelada.

Lotus, la flor de espejos y luces. Foto Martial Trezzini | EFE

En el puerto de Ginebra unas telas de gran tamaño, como grandes aves blancas, se mueven con los sonidos ambientales. Son Les Mouettes (Las gaviotas), esculturas cinéticas de Jean-Pierre David.

Arte en el río y el puente

Con Nausicaa, Felix Michel cambia la estética del paseo peatonal que pasa por debajo del puente de Mont Blanc, con un color rojo intenso que cambia discretamente cuando refleja la corriente del Ródano.

Una de las obras destacadas es Les Colosses, dos maniquíes gigantes y luminosos que sostienen el puente que cruza el Ródano

Un lado de este puente está sostenido por Les Colosses (Los colosos), dos maniquíes de gran tamaño con sus cuerpos iluminados, diseñados por Louxor Spectacle.

La instalación Flower Power. Foto Martial Trezzini | EFE

Sobre este curso brillan Les Flotteuses, unas boyas de colores similares a las que usan los pescadores creadas por Stéphane Durand.

En la Place du Rhône Sophie Guyor colocó una media docena de nepentes, plantas carnívoras de gran tamaño iluminadas de naranja.

23 obras se despliegan en las calles de Ginebra. Foto Martial Trezzini | EFE

En tanto en el Jardin Anglais está Lotus, una flor metálica de gran tamaño con sus pétalos de espejos que se abren lentamente; creada por Collectif Spot.

Y a lo largo del Parc des Bastions, una serie de aves luminosas despliegan sus alas entre las ramas de los árboles que flanquean el paseo peatonal, como si fueran guías de los caminantes.

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