Así es el primer hotel que Rafa Nadal ha abierto en Mallorca

Inspirado en el cielo balear, cèl, de donde toma su nombre, y de la mano del embajador más internacional de Mallorca, Rafa Nadal, echa a andar ZEL, un nuevo concepto hotelero que celebra el estilo de vida mediterráneo y cuyo primer establecimiento acaba de abrir sus puertas en la playa de Palmanova, en Mallorca.

La cadena Meliá Hotels International es el compañero de viaje del tenista e icono mundial en esta aventura, que busca llegar a un público joven y, a la vez, reposicionar establecimientos de la hotelera en destinos denominados maduros escalando posiciones en sus estándares de calidad.

Hoteles de ‘fiesta y siesta’

Con este primer hotel ZEL en Mallorca, explicaba Nadal durante la presentación del hotel, “buscamos esos momentos de la vida de los que tanto disfruto: Todo el mundo sabe que me gusta mucho navegar y sobre todo en el Mediterráneo, comer en la playa, en un chiringuito o en beach club y relajarme mientras paso tiempo con amigos y familia sintiéndome en casa. Para mí, esto es lo más importante, lo que quería transmitir con ZEL y creo que lo hemos conseguido”.

La pasión por el mar, vivir al aire libre y la buena gastronomía son otros de los ingredientes de lo púramente mediterráneo de la filosofía de ZEL.

Un concepto que se plasma, en este primer ZEL de la conocida playa de Palmanova de Mallorca, en espacios abiertos, estancias con colores, texturas y formas que remiten a la naturaleza buscando una sensación de paz, bienestar y relajación en los huéspedes.

En cuanto a los interiores, el proyecto que firman el estudio ASAH de los arquitectos Álvaro y Adriana Sans gira en torno a la mezcla de influencias, con guiños lugares mediterráneos como Italia y Grecia, así como referencias a la esencia mallorquina, con estampados y tonos de la tierra y del mar.

El patio, elemento esencial de la arquitectura mediterránea, hace las veces de lobby y funciona como corazón del hotel, conectando sus diferentes áreas y poniendo el acento en el gusto por vida al aire libre.

Así, sin una recepción al uso, entrar en ZEL es como hacerlo en una casa mediterránea con salón, cafetería de especialidad de la firma Syra Coffee y una concept store donde adquirir productos de diseño.

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El hotel ‘phygital’

ZEL lleva por bandera una filosofía que sus responsables califican de ‘phygital’; es decir, que combina elementos físicos con tecnología ideada para mejorar la experiencia.

Es el caso del quiosco digital que sustituye a la recepción tradicional y donde los viajeros pueden obtener su tarjeta de habitación escaneando el QR de su móvil, que habrán obtenido al registrarse previamente on-line, mientras disfrutan de una bebida a su gusto.

O de la notificación que se envía al móvil al final de la estancia y que incluye los consumos para validarlos y abonarlos a través del teléfono.

Gastronomía de Beso Beach

Con 165 habitaciones que se pueden reservar desde 300 euros la noche, acceso directo a la playa y dos piscinas con vistas al Mediterráneo, la gastronomía forma parte importante del universo ZEL.

En este caso, firma sus propuestas, tanto en la carta como en la coctelería, el afamado Beso Beach, que replica su fórmula mágica de “mesas con pies en la arena” ideado por la fundadora Angie L. Grijalbo, junto a Rafa Viar, los artífices de la marca.

Un gimnasio con equipamiento de última generación, clases de yoga acrobático, retiros de meditación, submarinismo o alquiler de bicis están también entre las propuestas del hotel.

20 hoteles en cinco años

El de Palmanova es el primer hotel de esta cadena que se marca como objetivos abrir en torno a 20 hoteles más en los próximos cinco años en destinos vacacionales pero también urbanos de América, Asia y Oriente Medio.

No veremos, sin embargo, nuevos edificios sino que la mayoría de hoteles sustituirán a otros ya existentes (en torno a un 80% según Meliá) mientras que un 20% serán de nueva construcción, al menos en la primera fase.

De todos, el 80% se concentrará en turismo vacacional y el 20% restante se asentará en ciudades con un fuerte componente turístico y de algún modo vinculadas a la vida deportiva de Nadal como París, Londres o Nueva York.