Eva Blasco: «Disponer de vuelos directos con Estados Unidos sería un paso estratégico»
Eva Blasco, influyente del turismo 2025, asegura que el reto es "avanzar en la desestacionalización del turismo"
Eva Blasco (CEV Valencia)
Eva Blasco es una de las 25 influyentes del turismo en la Comunidad Valenciana. Presidenta de CEV-Valencia y consejera delegada de Europa Travel, es una de los mayores referentes empresariales en la Comunidad Valenciana en materia de turismo. Como consejera delegada de Europa Travel y con la experiencia de haber sido vicepresidenta de la Asociación Europea de Agencias de Viajes y Tour Operadores, se ha implicado en la recuperación de la zona afectada por la DANA y, especialmente, del sector turístico mientras que desde CEV Valencia ha defendido la mejora de las infraestructuras y de la colaboración público-privada.
Economía Digital realiza entrevistas a los 25 influyentes del turismo en la Comunidad Valenciana para conocer su visión del sector, los riesgos y oportunidades y tomar nota de las aportaciones que los empresarios y directivos más relevantes realizan sobre el turismo.
¿Cuáles son las principales fortalezas del turismo en la Comunidad Valenciana?
Nuestra principal fortaleza es, sin duda, la diversidad de nuestra oferta turística. La Comunitat Valenciana ha sabido evolucionar más allá del modelo tradicional de sol y playa para consolidarse como un destino plural y atractivo durante todo el año. Contamos con un litoral excepcional, pero también con un interior rico en patrimonio, naturaleza y cultura. Esa combinación nos permite atraer a perfiles de visitantes muy distintos y ofrecer experiencias muy variadas, desde rutas gastronómicas hasta turismo activo o cultural.
Es también importante que en esta Comunidad podemos presumir de tener un sector profesionalizado, innovador y comprometido con la calidad, que entiende la sostenibilidad no como una moda, sino como una ventaja competitiva.
Y, por supuesto, la hospitalidad y el carácter abierto de los valencianos son parte de ese atractivo. Nuestra cultura, nuestra gastronomía y nuestras tradiciones nos hacen únicos. Todo ello, unido a una oferta moderna y profesionalizada, convierte a la Comunitat Valenciana en un destino competitivo y sostenible, preparado para seguir creciendo sin perder su esencia.
¿Qué debilidades tiene que corregir y qué retos tiene por delante?
El principal reto es avanzar en la desestacionalización del turismo, para distribuir la actividad a lo largo de todo el año. No podemos depender exclusivamente de los meses de verano; hay que potenciar productos turísticos que funcionen también en temporada baja, como el turismo cultural, deportivo, rural o gastronómico. Esa desestacionalización es clave para mantener el empleo, mejorar la rentabilidad y garantizar la sostenibilidad del sector.
Otro gran desafío es la conectividad. La ampliación de los aeropuertos de Valencia -ya por encima de su capacidad máxima- y de Alicante -próximo al límite- no puede demorarse más. También debemos mejorar nuestras conexiones ferroviarias, haciendo realidad el AVE regional y mejorando cercanías, como por ejemplo el tren de la costa en Alicante. Sin una red de transporte moderna y eficiente, el turismo no puede desarrollarse plenamente ni ofrecer el nivel de calidad que el visitante actual demanda.
Igualmente, debemos abordar con serenidad el debate público sobre los efectos del turismo. No podemos caer en discursos ideológicos que demonizan al sector. El objetivo no es limitar, sino gestionar inteligentemente los flujos turísticos. En el caso de los cruceros, por ejemplo, se pueden planificar horarios y zonas de visita para evitar saturaciones puntuales, pero no poner en cuestión una actividad que genera empleo y riqueza. El turismo tiene un efecto tractor sobre el conjunto de la economía: impulsa al comercio, la restauración, la cultura y los servicios, y ha sido históricamente una palanca esencial para la recuperación en momentos de crisis.
¿Cómo ve la Comunidad Valenciana dentro de 25 años?
La imagino como uno de los destinos turísticos más sostenibles y equilibrados de Europa, un modelo de referencia por su capacidad para combinar crecimiento, innovación y respeto al entorno. Dentro de 25 años deberíamos ser una comunidad plenamente conectada, digitalizada y con una gestión inteligente del turismo que permita compatibilizar el bienestar de los residentes con una experiencia de calidad para los visitantes.
Aspiro a que en un futuro hayamos superado la dependencia de la estacionalidad y que tanto el interior como la costa se beneficien del desarrollo turístico. La tecnología nos ayudará a gestionar mejor los recursos, a medir el impacto y a planificar con una visión a largo plazo. Y también habremos avanzado en sostenibilidad real, no solo en lo medioambiental, sino también en lo social y lo económico.
En definitiva, quiero una Comunitat Valenciana acogedora, diversa y abierta al mundo, líder en turismo gastronómico, cultural y experiencial. Un destino que no solo se visita, sino que se vive. Si conseguimos mantener ese equilibrio entre desarrollo y autenticidad, seguiremos siendo una referencia dentro y fuera de España.
¿Justifica la llegada de americanos a Valencia una ruta directa con Estados Unidos?
Aunque el turismo estadounidense representa todavía un porcentaje pequeño —en torno al 1,2% del total de visitantes—, disponer de vuelos directos con Estados Unidos sería un paso estratégico. La experiencia demuestra que la conectividad genera demanda, cuando se facilita la llegada, las cifras crecen. Valencia tiene potencial para atraer al viajero norteamericano.
Además, no debemos mirar solo el presente, sino pensar en el futuro. Una ruta directa no beneficiaría únicamente al turismo, sino también a las relaciones comerciales, culturales y académicas. Es una cuestión de proyección internacional. Otras ciudades españolas que han apostado por mejorar su conectividad con EE.UU. han visto cómo se multiplicaban las oportunidades y el impacto económico.
Por eso insisto en que no se trata de los que ya vienen, sino de los que podrían venir. Si esperamos a tener un gran volumen de turistas americanos para abrir la ruta, caeremos en el dilema del huevo o la gallina. Hay que dar el paso y apostar por la conectividad como palanca de crecimiento. Valencia está preparada para dar ese salto internacional.
¿Qué acciones se deben impulsar para mejorar la imagen del turismo en la ciudad de Valencia?
Más que acciones concretas, lo que necesitamos es un cambio de mentalidad colectiva. Hay que trasladar a la ciudadanía un mensaje claro sobre el valor real del turismo, su impacto en el empleo, en la economía y en la calidad de vida. El turismo no es una actividad aislada, sino un motor transversal que dinamiza el comercio, la restauración, el transporte, la cultura y los servicios. En definitiva, mejora la vida de todos.
También debemos combatir ciertos discursos ideológicos que distorsionan la realidad del sector. No podemos culpar al turismo de problemas que tienen causas más complejas, como el precio de la vivienda. Demonizar al turismo es un error, lo que hay que hacer es gestionar mejor y promover un modelo responsable y sostenible.
Y, sobre todo, hay que recordar que todos somos turistas. La ciudad debe seguir siendo acogedora, abierta y orgullosa de su identidad. Si cuidamos nuestra imagen, nuestros espacios públicos y nuestra hospitalidad, estaremos fortaleciendo la reputación de Valencia y garantizando que el turismo siga siendo una fuente de riqueza y bienestar compartido.