El fabricante de yogures de Mercadona sufre su primera caída de ventas en cinco años
Schreiber Foods ha cerrado el ejercicio de 2024 con un retroceso del 2,5% en su facturación, pero ha mejorado sus márgenes de rentabilidad

Schreiber Foods, la multinacional estadounidense responsable de la producción de los yogures Hacendado que se venden en los supermercados Mercadona, ha cerrado el ejercicio 2024 con un retroceso del 2,5% en su facturación, situando su cifra de negocios en 473,2 millones de euros. De esto modo, tras cinco años de crecimiento sostenido en los que habían que habían elevado sus ingresos cerca de un 50% desde 2019, se trata de una caída que alcanza unas cifras de su primera caída en este periodo.
La empresa de yogures pasa de años de crecimiento a un frenazo en 2024
Un hecho ciertamente sorprendente, pues el descenso de ventas de 2024 contrasta con los ejercicios precedentes, marcados por un fuerte aumento de los precios a causa de la inflación y el incremento de los costes energéticos y de materias primas. En 2022 y 2023, Schreiber Foods había logrado crecimientos del 19% y del 17%, respectivamente, impulsados por las subidas de precios aplicadas para compensar los costes.
Sin embargo, el pasado año supuso un punto de inflexión. Con la normalización de la inflación y la estabilización del mercado de materias primas, la compañía redujo sus precios de venta, lo que se tradujo en menores ingresos totales pese a mantener niveles similares de producción. Este ajuste, aunque moderado, ha frenado la racha expansiva de los últimos años, que, sin embargo, no suponen un problema grave para la empresa.
Y es que, a pesar del retroceso en la facturación, Schreiber Foods consiguió mejorar sus márgenes de rentabilidad. La empresa redujo su gasto en aprovisionamientos un 5,2%, beneficiándose del descenso en los costes de materias primas y energía. Este ahorro permitió aumentar el margen bruto hasta el 28,7% de las ventas, frente al 27% del año anterior y al 20,3% registrado en 2022, en plena crisis inflacionaria.
Gracias a esta mejora, el resultado neto cerró con un ligero avance del 2%, alcanzando 34,2 millones de euros de beneficio. En un contexto de menor facturación, este incremento en la rentabilidad refleja una gestión eficiente de los costes operativos, aunque la empresa sigue mostrando una fuerte dependencia de su principal cliente.
Schreiber Foods sigue encontrando en Mercadona el gran pilar de su negocio
Es un hecho que Schreiber Foods mantiene una estrecha vinculación comercial con Mercadona, que representa la práctica totalidad de su volumen de negocio en España. Según los datos depositados en el Registro Mercantil, en 2024 el 94% de las ventas de la compañía provinieron de la cadena valenciana, y el 87% de los saldos comerciales correspondieron a operaciones con el mismo cliente.
Estas cifras, aunque ligeramente inferiores a las del año anterior, representando un 95% y 90%, respectivamente, ponen de manifiesto una alta concentración del riesgo comercial en torno a un único comprador. En la práctica, cualquier variación en la política de compras o precios de Mercadona puede tener un impacto directo e inmediato en los resultados de Schreiber Foods.
La empresa subraya que mantiene “relaciones comerciales estables” con su principal cliente, aunque reconoce que esta concentración limita su capacidad de diversificación y exposición a otros mercados. En términos de producto, el yogur representa el 80% de la facturación total, siendo también la categoría que más redujo sus ventas durante 2024.
En relación con Mercadona y sus establecimientos, la filial española de Schreiber Foods opera con tres centros de producción, ubicados en Noblejas y Talavera de la Reina, en Toledo y en Santa Cruz de Tenerife, además de una oficina central en Madrid. Su sede principal se encuentra en la planta de Noblejas, desde donde coordina las operaciones logísticas y de producción que abastecen a los más de 1.600 supermercados Mercadona repartidos por España y Portugal.
El modelo operativo de la compañía se ha apoyado durante los últimos años en la eficiencia industrial y la especialización en productos lácteos de marca blanca, factores que le han permitido consolidarse como uno de los principales fabricantes de yogures y postres lácteos del país. Sin embargo, esta especialización también refuerza su dependencia estructural de un cliente único, lo que limita su margen de maniobra ante fluctuaciones del mercado o cambios en la estrategia de Mercadona.
Pese a estos ‘malos resultados’, de cara a 2025, Schreiber Foods se muestra moderadamente optimista, aunque sin perder de vista el contexto económico y geopolítico actual. En su informe de gestión, la empresa prevé que los resultados del próximo ejercicio se mantengan “alineados con los de los últimos años” siempre que no se produzcan alteraciones significativas en los precios de la energía o en los hábitos de consumo.