Los fondos se juegan 350 millones en la guerra de la hamburguesa

La compra de hamburgueserías se dispara en 2018 y coincide con la llegada de grandes grupos internacionales a España

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La guerra de la hamburguesa ya no es sólo una cuestión de sabor. Este es el año en el que el apetito de los grandes fondos se dirige hacia las cadenas españolas, hasta ahora en manos de pequeños grupos locales.

En apenas siete meses, distintos inversores inyectaron más de 250 millones de euros a un negocio que ya vislumbró el fondo Springwater cuando en 2015 compró la firma Peggy Sue’s.

Las operaciones responden todas a un perfil similar: locales con un ticket medio de 20 euros y todavía un margen de crecimiento importante en las capitales secundarias del país. No obstante, en el sector se preguntan: ¿hay espacio para la prometida expansión de todas las enseñas?

La operación más cuantiosa fue la adquisición del 80% de Goiko Grill por parte del fondo L Catterton por 120 millones de euros, 30 veces su ebitda a 31 de diciembre.

La cadena del momento suma 44 establecimientos y pretende acabar el ejercicio con 58 locales. Sin embargo, el principal objetivo de la operación pasa por donar a la compañía del músculo suficiente para tratar de expandirse por Europa en 2019

Con todos los restaurantes gestionados en propiedad, la empresa alcanzó unas ventas de 22 millones de euros en 2017, con sólo un lustro de vida, y arrastra una deuda financiera que ronda el millón de euros.

Los fondos españoles también invierten en hamburguesas

Distinto enfoque –mucho más americano–, pero misma ambición tiene Tommy Mel’s, la compañía que compró el fondo Abac Capital en primavera. Las cifras de la operación bailan desde los diez millones de euros, según Expansión, a los 150 millones, según Cinco Días.

Con unas ventas que alcanzaron los 30 millones de euros el pasado año, el nuevo inversor aspira a abrir 52 nuevos locales hasta 2022 frente a los 33 establecimientos actuales.

También fue capital español el comprador de Hamburguesa Nostra, una de las veteranas del sector en el país, con sus primeras inauguraciones en 2007. Hace apenas diez días, Rodilla, la filial del Grupo Damm, anunció la adquisición de los 21 establecimientos, principalmente en Madrid, de la cadena.

A diferencia de las anteriores compras, no trascendió el precio pero sí sus ambiciosos objetivos de crecimiento: duplicar su tamaño en cuatro años e impulsar la internacionalización en los Estados Unidos y Europa.

En comparación, la incorporación de Bacoa fue un chollo para Amrest, también propietario de los restaurantes La Tagliatella. Tras pujar infructuosamente por Goiko Grill, en julio terminó por hacerse con los seis restaurantes de la cadena catalana –cinco en Barcelona y uno en Madrid– por 3,7 millones de euros. 

Ante tal oleada de compraventas, en el sector dudan de la viabilidad de algunas operaciones, especialmente de la adquisición de Goiko Grill, y hablan de burbuja para referirse a un negocio en auge, impulsado por la llegada de turistas a España y la cultura de bares de la población local.

La hamburguesa americana también apuesta por España

Pero la guerra de la hamburguesa no se libra sólo entre fondos de inversión que apuestan por marcas locales. También en los últimos meses, dos grandes grupos estadounidense apuestan con fuerza por el mercado nacional. 

Como informó Economía Digital, Carl’s Jr. aterrizó en la Gran Vía de Madrid a finales de 2017 con una promesa bajo el brazo: alcanzar el centenar de establecimientos en 2020. Músculo no le faltará, pues presume de 4.000 restaurantes repartidos en 40 países.

Una estrategia parecida persigue Five Guys, que este agosto abrió su décimo establecimiento en España. Si bien se resiste a dar números, en el horizonte ya se vislumbran nuevas aperturas tanto en Madrid como en Barcelona.

Carles Huguet

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