Uber abandona Valencia

La compañía californiana, al igual que hizo en Barcelona, comunica que abandona una nueva ciudad en España. Dejará de operar el 1 de junio

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La salida de Uber de Valencia era cuestión de tiempo. La plataforma de movilidad, al ver que el gobierno de la Comunidad Valenciana ha dado los mismos pasos que el de la Generalitat Catalana, ha repetido la misma operación que en Barcelona: abandonar la ciudad. 

“La entrada en vigor de las nuevas restricciones a la VTC nos obligan a suspender el servicio de UberX en Valencia. Nuestro compromiso con la Comunidad Valenciana permanece intacto y seguimos a disposición de la Generalitat para trabajar en una regulación justa para todos», explica un portavoz de la compañía californiana. 

La Generalitat Valenciana ha decidido que los clientes de Uber Cabify tengan que esperar 15 minutos antes de acceder al servicio. Los conductores de estos vehículos tampoco podrán utilizar herramientas de geolocalización para captar clientes ni estacionar en la calle.

El adiós de Uber, cuestión de tiempo

La ofensiva de las administraciones contra las plataformas como Uber y Cabify torpedea su modelo de negocio. La obligatoriedad de esperar 15 minutos para contratar un VTC, un coche que trabaja con las plataformas con el permiso correspondiente, es una restricción incompatible con la inmediatez de su servicio.

Sobre su adiós, uno de los primeros en pronunciarse ha sido el alcalde de Valencia, Joan Ribó (Compromís), que ha sostenido que da prioridad a los taxis como servicio público y no a Uber, que no lo es.

La compañía de Dara Khosrowshahi  todaavía cuenta con gran presencia territorial en España. Opera con normalidad en la ciudad de Madrid, donde hay más licencias VTC según los datos del ministerio de Fomento, así como en ciudades de Andalucía, como Granada, Málaga o Sevilla.  

A la espera de Cabify

Cabify, por su parte, todavía no ha comunicado qué camino seguirá. El último precedente es su reacción en Barcelona, donde comunicó que dejó de operar y más tarde que regresaba con un nuevo modelo de negocio. 

La compañía opera ahora con la capital catalana no siendo una plataforma digital que pone en contacto a empresas gestoras de VTC y a viajeros, sino explotando directamente las licencias.

La consecuencia de este nuevo esquema de trabajo es que, según ha defendido siempre Cabify, consiguen burlar la imposición de los 15 minutos en cada servicio. La compañía ofrece un contrato anual a cada cliente que descarga la app y el intervalo de un cuarto de hora únicamente empieza a contar desde que se aceptan los términos y condiciones de dicho contrato.

Economía Digital

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