AIReF ve «incompleta» la estrategia fiscal del Gobierno

La institución afea la falta de medidas concretas y prevé menor déficit que el Gobierno hasta 2023 pero tres décimas más en 2024

Rueda de prensa de AIReF para evaluar el Programa de Estabilidad 2021-2024

Rueda de prensa de AIReF para evaluar el Programa de Estabilidad 2021-2024

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La Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) ha enmendado este martes la estrategia fiscal del Gobierno incluida en el Programa de Estabilidad al verla “incompleta” y aunque proyecta un menor nivel de déficit que el Ejecutivo hasta 2023, prevé un déficit público del 3,5% en 2024, unos 4.000 millones más que la estimación gubernamental. 

En la rueda de prensa para presentar el Informe sobre la Actualización del Programa de Estabilidad (APE) 2021-2024, la presidenta de la AIReF, Cristina Herrero, ha señalado que la estrategia fiscal es “incompleta” porque solo incorpora el impacto macroeconómico de las inversiones del Plan de Recuperación y el consiguiente impacto recaudatorio, pero no las reformas que todavía se encuentran pendientes de concreción legislativa y que afectan a ámbitos “nucleares” para el crecimiento y la sostenibilidad de las finanzas públicas (pensiones, el sistema tributario y el mercado de trabajo).  

Además, ha indicado que aunque vuelve a recoger un horizonte a medio plazo, hasta 2024, dibuja un escenario fiscal “a políticas constantes” en el que no se incorporan ni una senda objetivo para la política fiscal, ni incluso algunas medidas tributarias que en el Plan de Recuperación se plantea que entren en vigor ya en 2022.  

La APE tampoco contempla qué parte de las inversiones supondrán incrementos del gasto de carácter estructural que pueden persistir una vez finalizado el plan y presta una atención “insuficiente” a los legados de la crisis, en lo referido al deterioro de los desequilibrios subyacentes de las cuentas públicas (saldo estructural y deuda), que persistirá en niveles altos al final del periodo.  

“Nos coloca en una situación mucho más vulnerable de cara a futuras crisis y eventuales aumentos del coste de financiación de la deuda”, ha avisado. 

Afea la falta de medidas concretas como otros países

Herrero ha afeado que, salvo Italia y España, el resto de grandes potencias europeas han alargado el Programa de Estabilidad para permitir un encaje mayor entre el Plan de Recuperación y la planificación macroeconómica y presupuestaria. Además, ha señalado que salvo Portugal y España, el resto de países si incorporan en sus planes las medidas anunciadas con mayor menor grado de concreción y se recogen objetivos en términos de política fiscal.  

En cualquier caso, ve «realizable» a corto y a medio plazo el Programa de Estabilidad siempre que remita la pandemia a nivel global , los proyectos del Plan de Recuperación se ejecuten en plazos, se cumplan los requisitos europeos, y tengan la calidad para materializar los multiplicadores esperado. También estima un impacto de las inversiones del Plan de Recuperación similar a la APE pero sujetas a una «elevada incertidumbre».

El organismo ya publicó que el escenario macroeconómico de la APE es «factible» pero con los condicionantes de los avances en el proceso de vacunación y la normalización de la actividad, así como los ejecución del impacto previsto del Plan de

Prevé menos déficit que el Gobierno hasta 2023 pero más en 2024

En cuanto a las previsiones, el organismo proyecta una reducción del déficit público mayor en 2021, 2022 y 2023 que las estimada por el Ejecutivo en el Programa de Estabilidad remitido a Bruselas por los factores inerciales de la recuperación y el avance de la vacunación. 

En concreto, AIReF prevé un déficit del 7,8% del PIB este año, unos 7.000 millones menos que el desajuste del 8,4% previsto por el Ejecutivo, mientras que para 2022 augura un 4,6%, cuatro décimas menos que el Gobierno, y la previsión de 2023 sería muy similar, del 3,9% frente al 4% del Programa de estabilidad. 

Y es que la institución considera que la recuperación económica provocará que el gasto anticíclico se alivie con el tiempo (sin incluir el Plan de Recuperación), de forma que el gasto público se situaría en el 48,5% del PIB este año, el 44,1% en 2022 y el 43,2% en 2023, en los dos primeros casos por debajo de lo previsto por el Ministerio de Hacienda (48,9% y 44,5%) e igual en el tercer caso.

Junto al menor gasto, AIReF pronostica un mayor nivel de ingresos en 2021 (40,6% del PIB, una décima más que el Gobierno), y coincide en los pronósticos para 2022 (39,5%) y 2023 (39,3%).

Por figuras tributarios, vaticina para los impuestos sobre producción (IVA e Impuestos Especiales) un crecimiento por encima del 8% en 2021-2022 que se estabiliza al final del periodo en torno al 3% en línea con la demanda nacional, mientras que augura un descenso gradual del alza de los impuestos de tipo renta (IRPF y Sociedades) desde un 7,2% en 2021 hasta un 4,4% al cierre del periodo.

A su vez, sobre las cotizaciones coincide con el Ejecutivo en que alcanzarán el 13,6% este año pero prevé un menor nivel de entre dos y tres décimas en 2022 (13%) y 2023 (12,9%) y 2023 (12,9%). Señala que en 2021 – 2022 se dará un fuerte crecimiento del empleo compensado por retirada de exoneraciones para pasar a un crecimiento más equilibrado entre empleo y salarios en torno al 3,4%

Respecto al ejercicio 2024, sin embargo, la AIReF pronostica un mayor déficit que el Gobierno al final del periodo, al calcular que el déficit se situará en el 3,5% del PIB en 2024, tres décimas más que el 3,2% recogido en el Programa de Estabilidad, debido a que augura dos décimas más de gasto que el Gobierno, hasta el 42,7% del PIB, y dos décimas menos de ingresos, hasta el 39,1%.

Calcula un menor déficit en el Estado y mayor en CCAA y Seguridad Social

A pesar de estas estimaciones, AIReF augura notables diferencias en el nivel de déficit en función de los subsectores, ya que prevé un menor déficit de la Administración central y mayor de los Fondos de la Seguridad Social y las CCAA que lo recogido en el Programa de Estabilidad.

Aun así, sostiene que el Estado asumió la mayor parte del incremento del déficit en 2020 y también concentra su reducción, de forma que augura un desajuste en la Administración del Estado inferior en todos los ejercicios, al augurar un déficit del 6,1% este año (dos décimas menos que el gobierno), el 2% en 2022 (1,5 puntos menos), un 2,2% en 2023nueve décimas menos) y un 2% en 2024 (medio punto menos).

En lo que se refiere a las comunidades autónomas, Fernández-Huertas ha explicado que el déficit será del 0,4%, frente al 0,7% calculado por el Gobierno para este año, y que para los siguientes ejercicios la institución ha realizado previsiones en ausencia de transferencias extraordinarias, que este año han supuesto el 1,1% del PIB, y teniendo en cuenta además un incremento del déficit en 2022 por las liquidaciones negativas del sistema de financiación autonómica, para posteriormente volver a la normalización en 2023 y 2024, aunque con mayor déficit que en 2019 porque parte del gasto asociado a la crisis pasa a ser estructural.

Por ello, el déficit de las CCAA alcanzará el 1,7% en 2022, el 1,1% en 2023 y el 0,9% en 2024, según la AIReF, lo que supone unas previsiones alejadas del 0,6%, el 0,4% y el 0,2% que calcula el Ejecutivo. Fernández-Huertas también ha opinado que las sentencias del Supremo que obligan al Estado a devolver una mensualidad del IVA de 2017, que por ahora implican a Castilla y León y Galicia, no supondrán un incremento del déficit público, sino un «cambio» de déficit entre los subsectores del Estado y las regiones.

De igual forma, en los Fondos de la Seguridad Social pronostica tres décimas más este año (1,8%) y dos y tres décimas más en los siguientes ejercicios, cuando el déficit en este subsector será del 1%, mientras que pronostica un a recuperación del superávit estructural de las corporaciones locales en torno a tres décimas todos los ejercicios, salvo en 2022, cuando será apenas de una décima por el impacto de la liquidación negativa.

Tono fiscal neutral y coste estructural de hasta el 2% del PIB

Las estimaciones que realiza la AIReF sobre la orientación de la política fiscal sugieren que, tras la expansión fiscal que tuvo lugar en 2020, la política fiscal nacional adopta un tono neutral que se extendería hasta el final del horizonte de proyección. El Gobierno, en cambio, estima que, tras sostener un tono neutral en 2020, en 2021 la política fiscal nacional mantendrá un tono expansivo (sin considerar el impulso del Plan de Recuperación).

En 2022 y 2023 existe coincidencia en señalar un tono neutral. No obstante, según el Gobierno en 2024 se produciría ya un ajuste de naturaleza estructural de 8.000 millones de euros que la AIReF no aprecia sustentado en medidas y que puede resultar «poco realista» a la luz del «optimismo habitual» que presentan los Programas de Estabilidad.

Además, según las estimaciones de la AIReF, el coste estructural a medio plazo de la pandemia para las finanzas públicas se sitúa en torno al 1% y el 2% del PIB.

Impacto del Plan de Recuperación: 1,5% este año

Sobre el impacto del Plan de Recuperación, Herrenro y la directora de Análisis Económico de la AIReF, Esther Gordo, han indicado que el Gobierno ha publicado ya el detalle y la periodificación de las inversiones y proyectos de la mayoría de los componentes del Plan de Recuperación.

De acuerdo con esta información, la AIReF estima que las inversiones y el gasto asociado al Plan podrían tener un impacto de
1,5% en 2021, 2,5% en 2022 y 1,6% en 2023,
derivado principalmente del impulso de demanda, y avisa de que aunque estas estimaciones son similares a las contempladas por el Gobierno, se encuentran sujetas a una «elevada incertidumbre».

Por un lado, considera que el ritmo de ejecución de los proyectos y su concreción final serán cruciales a la hora de determinar el impacto y por otro la evidencia empírica sobre el impacto macroeconómico asociado a alguno de los componentes del Plan es «escasa».

«Todavía falta la concreción legislativa de las reformas estructurales del mercado de trabajo, el sistema de pensiones y tributario que resultan cruciales para determinar el eventual impacto del Plan sobre la productividad, el crecimiento a medio plazo y la sostenibilidad de las cuentas públicas», ha señalado.

Turismo y ahorro embalsado

Más allá del impacto del Plan de Recuperación, AIReF apunta a factores como el turismo como decisivos para la recuperación, bajo la premisa de que la campaña turística de este año será similar a la del año pasado, con una recuperación del turismo nacional a finales de año pero más lenta del turismo internacional, en 2023.

Según la AIREF, la duración de la pandemia también determinará la recuperación de la confianza y el patrón de consumo y ahorro en el horizonte de previsión. La APE supone que el ahorro desciende en 2024 a niveles similares a los observados antes de la crisis (en torno al 7%), mientras que el escenario de la AIReF es algo más cauto.

Deuda pública del 112% del PIB todavía en 20224

Bajo las previsiones macro-fiscales, la Autoridad Fiscal proyecta una disminución en la ratio de deuda sobre PIB de 7,6 puntos para el año 2024, situando la ratio de deuda sobre PIB en el 112,4%, por lo que considera «factible» la proyección de deuda incluida en la APE para 2024.

El Plan de Recuperación tendrá un «efecto positivo» aunque «limitado» en la reducción de la ratio de deuda en los próximos años, entre 3,5 y 7 puntos para el año 2024, si bien Herrero ha avisado del alto endeudamiento al permanecer por encima del 112% del PIB en 2024. «Si el coste de la deuda aumentase 100 puntos básicos, el incremento del gasto sería de 15.000 millones de euros, cifra superior al conjunto del Ingreso Mínimo Vital (IMV) a lo largo de estos cuatro años», ha señalado.

La presidenta de la AIReF ha lamentado que el Ejecutivo no haya incluido en el Programa de Estabilidad remitido a Bruselas ninguna referencia al objetivo de medio plazo vigente según las reglas europeas, actualmente en suspenso, que fijan un 3% del PIB para el déficit y un 60% del PIB para la deuda.

En este contexto, la AIReF recomienda una vez más, en línea con lo que hacen otros países del entorno, diseñar una estrategia fiscal a medio plazo «creíble y realista» que garantice la sostenibilidad de las finanzas públicas. A su parecer, la APE supone un
punto de partida, pero resulta insuficiente, ya que «continúa sin tener el contenido suficiente para ser el instrumento principal de planificación presupuestaria a medio plazo de las AAPP en los términos previstos tanto por la normativa europea como
la nacional».

El organismo recomienda el Gobierno complete la estrategia fiscal a medio plazo para alcanzar un nivel de déficit suficiente para reconducir la deuda hacia sendas más sostenibles que reduzcan la vulnerabilidad de la economía española, lo que implica ampliar el horizonte temporal de la estrategia e Integrar en ella las implicaciones macroeconómicas y fiscales de la implementación de las inversiones y reformas del Plan de Recuperación.

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