BBVA se refugia en casa con el Sabadell: España supondrá dos tercios de su negocio

La fusión de ambos bancos competirá con la nueva Caixabank, fruto de la compra de Bankia, por el liderazgo nacional

Carlos Torres, presidente de BBVA. EFE

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BBVA y Banc Sabadell han iniciado un camino que, aunque quieren andar deprisa, suele ser largo. En los próximos días y semanas se negociará el precio de la fusión por absorción, los recortes de oficinas y plantilla que habrá que hacer, qué directivos llevarán las riendas y se confirmará la desaparición de la marca Sabadell.

Lo que ya se sabe es que el BBVA resultante de la compra de la entidad catalana se consolidará como el segundo mayor banco español y se acercará a la Caixabank que saldrá de la absorción de Bankia como primera entidad en el mercado nacional. Y es que esta es la gran apuesta de Carlos Torres Vila en el movimiento confirmado este lunes con el Sabadell, que disparará el negocio de BBVA en España hasta los dos tercios del total del banco.

Es casi una efeméride que un banco, o una empresa cualquiera del Íbex, anuncie dos operaciones corporativas importantes un mismo día. Pero las carpetas se acumulaban en los despachos del presidente de BBVA y de su consejero delegado, Onur Genç, y el orden del día del consejo de administración quemaba.

BBVA anunció el mismo día la venta de la filial estadounidense y la posible fusión con Sabadell, lo que supone un repliegue hacia España

El banco de origen vasco amaneció este lunes anunciando una importante venta, la de su negocio minorista en los Estados Unidos, por 11.600 millones de dólares, unos 9.700 millones de euros. La operación, un desahogo para BBVA, disparó sus acciones en bolsa, pero también las del Sabadell.

El mercado había hablado: la venta en EEUU era la previa a la fusión en España, y ni un día dejaron pasar ambas entidades para confirmar los rumores. Al cierre de mercado, emitieron sendos comunicados a la CNMV, calcados, para informar de que habían iniciado negociaciones, contratado a asesores y encargado due diligence. La fusión estaba en marcha, si bien no está aprobada todavía.

España ganará mucho peso en el negocio de BBVA

La coincidencia de ambas noticias en un solo día puede ser casual pero también sintomática. De cerrarse las dos, supondrá el repliegue de BBVA, el banco español más internacionalizado tras el Santander, en el mercado nacional, que ganará peso significativamente pues sumará una entidad, el Sabadell, con un gran peso de España, y restará los Estados Unidos.

BBVA y el Sabadell sumarían 963.000 millones en activos y más de 500.000 millones en préstamos y depósitos. Pero estas cifras incluyen todo el negocio de ambos bancos. Si se resta el negocio estadounidense que la entidad que dirige Onur Genç venderá, la suma dará 865.000 millones de activos, 455.000 millones de préstamos, más de 137.000 empleados y 3.690 millones de beneficios.

Si desglosamos estas cifras, el peso de España en el negocio de BBVA se dispara. En activos gestionados, pasaría del 55,5% a casi el 69%. En préstamos y depósitos, pasaría de entre el 45% y el 50% a más del 60%. El margen neto pasaría de menos del 20% a cerca del 32%, mientras que el beneficio daría un salto desde el 39% a casi el 60%.

Las sinergias explican la apuesta de BBVA por el Sabadell y por España

España es uno de los países que más está sufriendo la crisis del coronavirus y la operación tiene el riesgo, además, de la alta exposición del banco que preside Josep Oliu al mercado de pymes y empresas, que están sufriendo mucho con la recesión actual. Por todo ello, parece una operación arriesgada para la entidad de origen vizcaíno.

Sin embargo, tiene otras virtudes. Con la fusión por absorción del Sabadell, BBVA mantendrá previsiblemente la inmensa mayoría del negocio de ambas entidades pero podrá aplicar importantes sinergias. De momento no están cuantificadas, pero es previsible, como en todos estos procesos, que haya cierre de oficinas y salidas de empleados.

BBVA es reincidente en la compra de una entidad catalana. Tras el intenso proceso de consolidación bancario que se produjo tras la crisis financiera de 2008, primero se quedó con Unnim, que agrupaba algunas de las antiguas cajas catalanas –Sabadell, Terrassa y Manlleu– y luego con Catalunya Banc, fruto de la unión de Caixa Catalunya con las de Tarragona y Manresa.

Una oficina, en pleno proceso de integración de BBVA y CatalunyaCaixa

Estas operaciones, que conllevaron recortes de red y personal, ya situaron a BBVA como el segundo mayor banco en Cataluña tras Caixabank. Ahora volverá a ser en esta comunidad autónoma en la que más crecerá, junto con la Comunidad Valenciana, si cierra la compra del Sabadell, lo que volverá a generar muchas duplicidades en cuanto a oficinas.

También tendrá trabajo en reducir los servicios corporativos. El Sabadell compró la CAM y eso hace que tenga sedes en Alicante, además de Madrid y varias en Barcelona. En la provincia catalana cuenta con hasta tres sedes centrales: en Sabadell, en Sant Cugat del Vallès y en Barcelona, donde ocupa la emblemática antigua torre Atlántico, nombre que popular que toma del banco que compró Oliu en 2003.

Los miles de millones de ahorro que generará eliminar estas duplicidades, aunque tendrá que asumir los costes de reestructuración, da atractivo a la operación. La plantilla de ambos bancos ya teme recortes. De hecho, el banco catalán está negociando 1.800 prejubilaciones y bajas voluntarias para este final de año, que podrían ser solo el primer paso.

Xavier Alegret

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