El coste de las bajas para la empresa se dispara un 62% hasta los 4.600 millones

El Estado tiene que pagar ya más de 15.000 millones de euros, un 1% del PIB, por las bajas, casi un 80% más que en 2019

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y la vicepresidenta Yolanda Díaz. ECONOMÍA DIGITAL

El Banco de España ha dado la voz de alarma sobre uno de los problemas que están llevando al límite al mercado laboral: las bajas por enfermedad. Los trabajadores en situación de incapacidad temporal (IT) se han duplicado en poco más de cinco años y ya representan el 4,4% de los ocupados en nuestro país. Un fenómeno que, sumado a la falta de mano de obra, cada vez condiciona más la actividad de las empresas.

Según los datos del Informe Anual del Banco de España -muy criticado por su tibieza este año y que ha aparejado la dimisión del director general de Economía de la entidad-, el problema está tensando las cuentas públicas, por un lado, pero también los balances de las empresas.

El cálculo del servicio de estudios del supervisor apunta a que el coste empresarial de las bajas por enfermedad se ha disparado desde los 2.840 millones de euros de 2019, hasta los 4.613 millones de euros a cierre del año pasado. Un incremento del 62% que probablemente se queda corto, ya que excluye al sector primario.

Pero es que el impacto para las Administraciones Públicas (singularmente, la Seguridad Social, que es la que abona las prestaciones) es tres veces superior. Entre 2019 y 2024 el pago por IT se ha disparado un 78,5%, colocándose por encima de los 15.000 millones de euros al año. Una cifra que supone en torno a un 1% del producto interior bruto (PIB) español. «Desde una perspectiva comparada, este gasto se sitúa en España entre los más elevados en el ámbito de la UE, junto a Países Bajos, Alemania o Suecia», destaca el documento, que también refleja que el nuestro es uno de los países, de los Veintisiete, donde más ha aumentado esta partida.

Según los datos de la última Encuesta de Población Activa (EPA), correspondientes al primer trimestre de este año, el número de personas de baja marcó récord y se situó cerca del millón de trabajadores: 988.000 millones, por encima del registro durante lo peor de la pandemia de COVID-19, cuando un diagnóstico de la enfermedad suponía una baja inmediata aunque la enfermedad no fuera grave.

No hay una única razón que explique el incremento de las bajas, sino que es un fenómeno influido por múltiples factores. Por un lado, el mercado laboral es cada vez más grande, con casi 22 millones de ocupados. Y a más trabajadores, más personas susceptibles de estar en incapacidad temporal.

Por otro, la edad media de la población trabajadora es cada vez mayor, debido a una pirámide poblacional en la que cada vez hay más trabajadores mayores de 45 años. Según recoge el Banco de España, en 2019, los trabajadores de entre 40 y 55 años que se encontraban de baja representaban un 2,7% de los ocupados, mientras que los de más de 55 eran del 5%. En 2024 estas cifras escalaron al 4,3% y al 7%, respectivamente.

Pero hay otras causas que no están estrictamente vinculadas al envejecimiento o a la salud de los trabajadores, que ha empeorado notablemente después de la pandemia. Así, también influyen el ciclo económico de crecimiento (históricamente se ha observado que la incidencia de la IT ha sido mayor durante los períodos de expansión), la degradación de los sanidad pública (que retrasa la recuperación y la reincorporación laboral) y los cambios en las preferencias de los trabajadores entre consumo y ocio o acerca de las condiciones laborales demandadas.

En este sentido, la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, acercó el ascua a su sardina y apuntó a que una forma de reducir el número de trabajadores de baja sería mediante la reducción de la jornada laboral. «Trabajar menos reduce las bajas laborales. El estrés empeora nuestra salud», apuntó mediante un mensaje en redes sociales.

Por comunidades existe mucha diferencia entre unas regiones y otras. Por ejemplo, a la cabeza de trabajadores en situación de IT está el País Vasco, con algo más de un 6% de sus ocupados y le siguen Galicia y Cantabria, en torno a ese umbral. Las tres se encontraban por debajo del 4% hace seis años.

Al otro lado, a la cola se encuentra la Comunidad de Madrid, en torno al 3%, seguida de Andalucía y las Islas Baleares, ambas ligeramente por debajo del 4%.

El Ministerio de Seguridad Social que ahora lidera Elma Saiz -sustituyó al gobernador José Luis Escrivá en la cartera- anunció la apertura de una mesa de diálogo social con patronales y sindicatos para abordar la reforma de la incapacidad temporal, un asunto polémico porque propuso poner en marcha «bajas flexibles» (o «altas graduales») para permitir la reincorporación parcial de las personas enfermas a sus puestos de trabajo. Una petición por parte de asociaciones de pacientes con cáncer que el Ejecutivo erró a la hora de plantear.

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Álvaro Celorio

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