Cuerpo retira la candidatura a presidir el Eurogrupo ante la falta de apoyos

Fuentes del Ministerio explican que, en un "ejercicio de responsabilidad", España "da un paso a un lado"

El ministro de Economía, Carlos Cuerpo, durante un pleno en el Congreso de los Diputados. Jesús Hellín / Europa Press

El ministro de Economía, Carlos Cuerpo, ha decidido retirar su candidatura a la presidencia del Eurogrupo tras constatar una falta de apoyos entre los países del euro para apoyarlo frente al titular conservador, el ministro de Finanzas irlandés, Pascal Donohoe.

Fuentes del Ministerio de Economía han señalado que el titular de Economía ha decidido «dar un paso a un lado» en un «ejercicio de responsabilidad» para evitar la fragmentación en el seno del euro.

Cuerpo decidió, sobre la bocina, presentar su candidatura a presidir el Eurogrupo, disputándosela al actual presidente de este foro de los países del euro. En el Ejecutivo había buenas expectativas sobre la postulación del titular de Economía, quien se ha granjeado un buen nombre en las instituciones europeas debido a sus propuestas para implantar las conclusiones de los informes Letta y Draghi.

Según explican desde el Gobierno, «después de días intensos recabando numerosos apoyos entre Ministros de Finanzas del Eurogrupo, y tras contactos recientes en las últimas horas, se ha constatado que el apoyo al ministro Cuerpo no alcanza la mayoría necesaria para garantizar el éxito de la candidatura».

Además de Cuerpo y Donohoe, el ministro lituano Rimantas Šadžius también competía por la dirección de este órgano informal. Se da la circunstancia de que este pertenece también a la familia socialdemócrata, en minoría dentro de la zona euro, por lo que los apoyos de este grupo político estaban divididos y ha sido un factor clave para debilitar la candidatura del español.

De acuerdo con el Ejecutivo, el ministro ha recibido «o un mensaje generalizado acerca de la necesidad de reforzar el impacto y la eficacia del Eurogrupo», un órgano que durante la crisis del euro fue clave, pero que perdió fuelle en los últimos años. De hecho, las cinco grandes economías del euro (Alemania, Francia, España, Italia y Países Bajos) firmaron un «non-paper» en el que cuestionaban el funcionamiento de este foro y, de fondo, criticaban el papel del irlandés.

Con estas ya son tres las ocasiones en las que un ministro español ha optado a la presidencia del Eurogrupo y no ha sido capaz de conseguir el objetivo. La primera fue en 2015, con Luis de Guindos al frente del Ministerio. La segunda, en 2020, con Nadia Calviño, que ató los apoyos de grandes potencias como Alemania o Francia para su candidatura.

Sin embargo, el sistema de voto (cada país cuenta con un voto, sin tener en cuenta su peso económico dentro de la Unión) da más protagonismo a los países pequeños, que optaron por el candidato conservador.

Pese a esta derrota, «España seguirá contribuyendo de forma constructiva» hacia el reforzamiento del Eurogrupo «igual que se ha hecho hasta ahora».

Aparte de la debilidad de los socialdemócratas a escala europea, tampoco ha jugado a favor del país que ahora mismo haya una sobrerrepresentación española en los órganos de decisión: la vicepresidenta de Competencia de la Comisión Europea, Teresa Ribera; la presidenta del Banco Europeo de Inversiones, Nadia Calviño; el presidente de la Autoridad Bancaria Europea, José Manuel Campa; o el vicepresidente del Banco Central Europeo, Luis de Guindos.

Tampoco ayuda la inestabilidad del Ejecutivo, tras el caso de corrupción que ha salpicado a quien fuera el ‘número tres’ del PSOE, Santos Cerdán. Para ser presidente del Eurogrupo es condición necesaria pertenecer al foro como ministro. Y, ahora mismo, la continuidad del Gobierno no está asegurada.

Y la intervención del Gobierno en la opa del BBVA al Banco Sabadell no ha sido vista con buenos ojos en las instituciones comunitarias. La Comisión Europea, a través de un portavoz, ya advirtió el mismo martes en que se conoció la decisión de que la monitorizarían y, en el caso de que la consideraran excesiva, la reverterían como garante de los tratados europeos y del mercado único.

«Recordamos que cualquier condición impuesta por un Gobierno para aprobar una operación debe ser excepcional, proporcionada y justificada por razones válidas de interés público», dijo un portavoz de la Comisión tras conocerse el veredicto de Moncloa.

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Álvaro Celorio

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