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La economía española se aceleró en el segundo trimestre y el PIB creció un 0,8%
El INE revisa al alza su cálculo del crecimiento entre abril y junio y lo eleva una décima por el tirón del consumo y la inversión

Grúas en una zona de construcción de edificios. Europa Press
La economía española aceleró en el segundo trimestre a pesar de la incertidumbre mundial y de la guerra arancelaria desatada por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, gracias al vigor del consumo interno y de la inversión, lo que permitió que el producto interior bruto (PIB) creciera un 0,8% entre abril y junio, dos décimas más que en el trimestre precedente.
El INE ha publicado este viernes los datos de la Contabilidad Nacional Trimestral, que revisan 0,1 puntos al alza la estimación provisional publicada a finales de julio y que colocan el crecimiento interanual en el 3,1%, tres décimas más de lo calculado anteriormente.
La serie trimestral ya incorpora los nuevos de la Contabilidad Nacional Anual que actualizó Estadística hace solo una semana y que situaron el nivel del PIB español un 0,2% por encima de lo calculado, después de que la economía creciera algo más en 2022 (6,4%) y 2024 (3,5%), y ligeramente menos en 2023 (2,5%).
Así, la nueva serie apunta que la economía española creció un 1,1% en el primer trimestre de 2024, un 0,9% en el segundo (una décima más), y un 0,8% tanto en el tercer como cuarto trimestre (0,1 puntos más, en ambos). Así, el ritmo del tejido productivo se desaceleró ligeramente entre enero y marzo de este año (0,6%), en plenos vaivenes por la política comercial de la Casa Blanca, pero volvió a coger vuelo, y más del esperado, a partir de abril.
Con esta nueva senda, el crecimiento interanual fue hasta marzo del 3,2% (cuatro décimas más de lo avanzado) y una décima menos hasta junio, comparado con el mismo periodo del año precedente.
El crecimiento en el segundo trimestre estuvo sostenido por el consumo privado, que avanzó un 0,8% en términos intertrimestrales, y por la inversión productiva, que creció un 1,8%. De los 0,8 puntos de crecimiento, todos estuvieron explicados por la demanda interna de la economía española, ya que el sector exterior tuvo una aportación «prácticamente nula», apunta el INE.
En términos interanuales, la demanda nacional aportó 3,5 puntos de crecimiento, en tanto que el saldo de importaciones y exportaciones restó cuatro décimas.
En una valoración remitida a los medios de comunicación, el Ministerio de Economía que dirige Carlos Cuerpo se felicita del dato, que «afianza la reciente revisión al alza de la previsión del Gobierno de crecimiento al 2,7% para este 2025, en que el que España volverá a liderar a las principales economías avanzadas».
No solo el Ejecutivo ha subido su proyección de avance económico: también lo han hecho organismos como el Banco de España o la OCDE, ambos al 2,6%.