Garamendi (CEOE) convierte las elecciones de Cepyme en un plebiscito a un año del fin de su mandato
El empresario vasco fue reelegido en noviembre de 2022 y, un año después, eliminó la limitación de mandatos en la patronal, abriendo la puerta a volver a presentarse
Gerardo Cuerva, Antonio Garamendi y Ángela de Miguel. ECONOMÍA DIGITAL
Los 505 vocales de la Asamblea Electoral de Cepyme están llamados este martes a votar en unos comicios internos que se han convertido en algo más que el relevo o la reelección de Gerardo Cuerva, su actual presidente. Las elecciones de este 20 de mayo se han convertido también en el plebiscito sobre otro líder, el de la CEOE, Antonio Garamendi, quien quiso dar un golpe encima de la mesa y quitar de en medio al empresario granadino.
Al presidente de la CEOE aún le queda un año largo de mandato, después de que fuera reelegido al frente de los empresarios en 2022. Además, la Asamblea General de la CEOE aprobó en 2023, cuando solo llevaba unos meses refrendado en el puesto, la eliminación de la limitación de dos términos en la Presidencia de la gran patronal, abriendo la puerta a presentarse de nuevo en noviembre de 2026.
Pero el resultado de las elecciones de este martes, para las que Garamendi ha avalado a la empresaria vallisoletana Ángela de Miguel, puede convertirlo en un ‘pato cojo’ para el casi año y medio que resta hasta entonces.
Garamendi es uno de los vocales que votará este martes, según ha podido saber ECONOMÍA DIGITAL, en unas elecciones con un resultado muy reñido. La presidenta de CEOE Valladolid cuenta con el respaldo de las grandes asociaciones de la patronal: la madrileña CEIM, la catalana Foment del Treball, la valenciana CEV o sectoriales como los constructores de la CNC o la organización de la alimentación FIAB, entre otros.
Pero en el entorno de Cuerva dan la batalla por ganada y se muestran optimistas. De esos 505 votos, en la candidatura del actual presidente creen que pueden obtener una mayoría de 85, en el peor de los casos.
A pesar de ir en contra del ‘establishment’ de CEOE, la lista de Cuerva tiene el apoyo explícito de algunas organizaciones territoriales de CEOE, como la de Castilla-La Mancha o Cantabria, así como de ramas sectoriales específicas, que tendrán presencia en su Comité Ejecutivo si gana las elecciones.
Pero en el detalle de la candidatura se muestra que no hay un apoyo unánime en algunas de las grandes asociaciones que han dado su apoyo al tándem De Miguel-Garamendi. Unas grietas que, en un voto secreto (y no delegado) podrían dar la ventaja a Cuerva. Empezando por la propia organización de la que procede su rival, CEOE Castilla y León. Dos vicepresidentes, los líderes de las organizaciones empresariales de Segovia y de Palencia, forman parte de la candidatura de Cuerva. El presidente de la Federación Empresarial Segoviana, Andrés Ortega, se ha sumado a la plancha de Cuerva después de haber amagado con presentarse como ‘tercera vía’.
También hay apoyos importantes en CEIM. La poderosa patronal madrileña no pudo aprobar un apoyo unánime a De Miguel y en la candidatura de Cuerva tiene un lugar destacado el presidente de la Asociación Profesional Nacional de Gestores Administrativos, Fernando Jesús Santiago, que a su vez lidera la organización sectorial en Madrid y forma parte de la Junta Directiva de la patronal madrileña.
Desde que en enero saltara la noticia de que Garamendi trataba de deshacerse de Cuerva ofreciéndole un cargo internacional, la guerra soterrada en CEOE se ha hecho pública. El punto de no retorno entre ambos líderes patronales es el Manifiesto por la libertad empresarial que orquestó Cepyme y que fue amadrinado por la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, una líder política que ha avalado (aunque no directamente) la candidatura de Cuerva. El tono del texto no fue del agrado del empresario vasco.
«Antonio se ha hecho un autoplebiscito él solo. Apunta maneras: tengo dos balas, una en su casa [Cepyme], y otra en el partido de vuelta [las elecciones de CEOE», apuntan en el entorno del empresario granadino. Cuerva traslada en público y en privado que él no tiene aspiración a liderar la gran patronal de Diego de León, aunque en el mundo empresarial esto lo cuestionan. Una victoria contundente de Cuerva o una derrota por la mínima sería un golpe muy duro para Garamendi. Y, sobre todo, para sus pretensiones de seguir liderando CEOE a partir de 2026.