La hoja de ruta económica de Sánchez para atar la legislatura con ERC y Junts

Este martes el Consejo de Ministros aprueba en primera vuelta la quita de la deuda, mientras Hacienda negocia la senda de déficit con los socios y abre la puerta a una foto con Puigdemont que permita los Presupuestos

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, entre las vicepresidentas Sara Aagesen (izda.) y María Jesús Montero (dcha.). Jesús Hellín / Europa Press

El Consejo de Ministros aprueba este martes el primer paso para tratar de atar la legislatura hasta 2027. Antes del largo camino de los Presupuestos Generales del Estado (PGE), que el Gobierno ya encara fuera de plazo, el Ejecutivo tiene que cumplir con determinados compromisos fiscales con sus socios de Gobierno, singularmente ERC y Junts, lo que permitiría despejar los nubarrones o dejar sin excusas a los independentistas para sostener a la coalición.

La vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, llevará a la reunión del gabinete el anteproyecto para la condonación de la deuda a las comunidades autónomas, el compromiso estrella con ERC para dar a luz a la legislatura hace dos años y que aún tiene un futuro incierto en su tramitación parlamentaria.

No solo por las condiciones que pueda exigir el partido de Carles Puigdemont, cuyo concurso es necesario, sino porque los propios equilibrios internos de la coalición pueden complicar su paso por el Congreso. En Sumar, la amalgama de partidos cada vez va más por su lado y Compromís, la formación valenciana con dos diputados, aprieta y amenaza con ahogar con esta cuestión.

De hecho, fuentes de Sumar anunciaron este lunes que la Vicepresidencia Segunda, que dirige Yolanda Díaz, había presentado alegaciones al anteproyecto de Hacienda en dos aspectos clave. Por un lado, para condicionarla a que las comunidades autónomas que se acojan a la misma no puedan rebajar el Impuesto de Sucesiones y Donaciones, un torpedo directo a las políticas fiscales del PP en regiones como Madrid o Andalucía (de las más beneficiadas por la condonación). Y, por otro, para ampliar el perdón a la Comunidad Valenciana con 7.000 millones adicionales, vinculado a la deuda provocada por los daños de la dana.

Las fuentes de la Vicepresidencia de Díaz mencionan específicamente al diputado Alberto Ibáñez, el único de los dos legisladores que sigue bajo la disciplina de su grupo parlamentario, después de que Àgueda Micó se fuera al Grupo Mixto por decisión de su formación Més.

La foto del president de la Generalitat, Salvador Illa, con el expresident fugado Carles Puigdemont, que todavía no se puede beneficiar de la Ley de Amnistía, llega en un momento clave. Fuentes del Gobierno subrayaron este lunes que esa reunión no desatascará los Presupuestos, pero puede ayudar a «normalizar» la situación. En La Moncloa apuntan a que tratar a Puigdemont como un dirigente más tras la aplicación de la medida de gracia es clave y forma parte de una estrategia de sacar del ostracismo a grupos parlamentarios que habían quedado fuera de la institucionalidad. Las relaciones del Ejecutivo con EH Bildu son el ejemplo más claro de esta hoja de ruta que viene de lejos.

El Ministerio de Hacienda ya ha comenzado las negociaciones con los socios para aprobar el techo de gasto y la senda de déficit. Este último, con el reparto de los compromisos fiscales entre los diferentes puntos de la Administración, es el primer paso de la tramitación presupuestaria y habitualmente se aprueba el mes de julio. El Gobierno cambió la ley para evitar los vetos del Senado, pero en la anterior ocasión, hace un año, decidieron sacar el acuerdo del carril legislativo ante la negativa de Junts a darle luz verde.

En el Gobierno aún no dan por supuesto que el Congreso vaya a votar la senda de déficit o que se llegue a presentar el proyecto de Presupuestos. Sin embargo, la directriz de La Moncloa es firme: «empujar» con el proyecto, a pesar de que Junts o Podemos puedan plantear cuestiones inasumibles. De hecho, se abren a la posibilidad de desatascar las Cuentas con una foto de Sánchez con Puigdemont, pero difícilmente una foto será suficiente para los cuatro votos morados.

Mientras el Gobierno abre la puerta a tratar de aprobar las Cuentas ya entrado 2026, o incluso ir a una nueva prórroga presupuestaria, el Partido Popular ha iniciado el curso añadiendo más presión. El presidente de la formación, Alberto Núñez Feijóo, planteó una reforma que fuerce al Gobierno de turno a disolver las Cortes Generales y convocar elecciones si acumula dos prórrogas presupuestarias. Este sería el caso actual, ya que ni en 2024 ni en 2025 la coalición que dirige Sánchez fue capaz de sacar unas Cuentas propias.

El Gobierno espera que a finales de mes pueda enviar al Congreso una senda de déficit. Antes, el Consejo de Ministros verá el anteproyecto de ley para condonar la deuda y esperan que pueda estar aprobado en Cortes antes de que termine el año. Según la metodología elaborada por Hacienda, el Estado asumiría como propios 83.252 millones de euros de pasivos en manos de las autonomías, con Andalucía (18.791 millones), Cataluña (17.104 millones) y la Comunidad Valenciana (11.210 millones) como las más beneficiadas.

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