Adiós definitivo a la empresa madrileña que expandió la pasión por tejer: entra en liquidación

Una de las tiendas físicas de We Are Knitters en Madrid. Foto: Facebook We Are Knitters
La histórica empresa española We Are Knitters, conocida por popularizar la pasión por el tejido entre públicos jóvenes, ha anunciado su entrada en liquidación, poniendo fin a 14 años de actividad. Según ha publicado el medio especializado Modaes, la compañía había atravesado meses difíciles que culminaron en un proceso de concurso de acreedores y la posterior venta de su unidad productiva a la tecnológica Caracas Lab.
La empresa cerró sus últimos ejercicios con pérdidas acumuladas de 1,65 millones de euros, un desequilibrio financiero que motivó su entrada en concurso en mayo. Solo un mes después, en junio, Caracas Lab adquirió la unidad productiva, en una operación valorada en aproximadamente un millón de euros. Esta transacción incluyó pago en efectivo, asunción de deudas con proveedores y pasivos laborales, y garantizó la subrogación de 11 de los 14 contratos laborales de la compañía.
Pese a los intentos de preservar la actividad, la medida marca el adiós definitivo de una de las marcas más icónicas del giro hacia el offline de los últimos años, un movimiento que había seguido junto a otros grandes eCommerce españoles como Hawkers o Freshly.
Nace un referente en el mundo del tejido
Fundada en 2011 por Pepita Marín y Alberto Bravo, We Are Knitters surgió con la visión de transformar el tejido artesanal en una actividad moderna y accesible. Sus fundadores detectaron un nicho creciente: cada vez más jóvenes se interesaban por crear sus propias prendas tejidas, desafiando el estereotipo de que esta práctica era exclusiva de generaciones mayores.
Con una propuesta innovadora basada en kits completos de tejido, la empresa combinó lana natural, agujas de madera y patrones para todos los niveles, consolidando un modelo que rápidamente trascendió fronteras. En poco tiempo, la compañía alcanzó más de 60.000 clientes en 15 países, convirtiéndose en un referente del eCommerce español con proyección internacional.
El crecimiento de We Are Knitters se aceleró durante la pandemia, un periodo en el que muchas personas buscaron actividades creativas en casa. La empresa registró un récord de 14,9 millones de euros en facturación y 1,61 millones en beneficios, consolidando su posición como líder en el sector de kits de tejido.
La fundadora, Pepita Marín, se convirtió en un referente del emprendimiento femenino en el ámbito digital, y su trayectoria profesional incluyó cargos como Consejera Independiente del Grupo Prisa y Secretaria Primera del Ateneo de Madrid desde 2021.
El giro hacia el offline
En 2022, We Are Knitters decidió dar un paso audaz: trasladar su experiencia digital al mundo físico. La apertura de su primera tienda permanente en Malasaña, Madrid, en la calle Fuencarral 47, fue concebida no solo como un punto de venta, sino como un centro de experiencias. Allí, los clientes podían participar en knitting parties y talleres gratuitos, fomentando una comunidad activa alrededor del tejido.
Este giro hacia el offline reflejaba la tendencia de algunas empresas digitales de buscar una relación más directa con sus clientes, combinando el comercio tradicional con la experiencia de marca. Sin embargo, la expansión física implicó también mayores costes operativos, un factor que, sumado a los desafíos financieros previos, contribuyó a la situación de liquidación actual.
A lo largo de sus 14 años, We Are Knitters no solo comercializó productos, sino que promovió una cultura de creatividad y sostenibilidad. Su compromiso con el medio ambiente, reflejado en la elección de materiales naturales y procesos responsables, y la creación de una comunidad global de tejedores, marcaron un precedente en la industria del eCommerce español.
Aunque su presencia física ha llegado a su fin, el impacto cultural y empresarial de la marca sigue siendo relevante, sirviendo de ejemplo sobre cómo una idea innovadora puede transformar hábitos tradicionales y generar un modelo de negocio global desde España.
El cierre definitivo y el futuro de los trabajadores
La liquidación implica el cierre formal de la actividad de We Are Knitters, aunque la venta a Caracas Lab ha permitido la continuidad parcial de algunos contratos. De los 14 empleados originales, 11 han sido subrogados, mientras que el resto enfrentará la finalización de sus contratos. Esta situación refleja los retos que afrontan muchas empresas creativas en el paso del online al offline, especialmente en un mercado cada vez más competitivo y con márgenes ajustados.
El caso de We Are Knitters evidencia tanto las oportunidades como los riesgos del comercio creativo y especializado. Su éxito inicial y posterior expansión internacional mostraron que existe demanda para productos artesanales de calidad y experiencias únicas. Al mismo tiempo, la transición a espacios físicos y la presión de los costes operativos recuerdan la importancia de equilibrar crecimiento y sostenibilidad financiera.
A pesar de su cierre, la marca deja un legado inspirador para emprendedores, diseñadores y empresas de eCommerce que buscan combinar innovación, comunidad y sostenibilidad, demostrando que el tejido puede ir más allá de un hobby: puede convertirse en un fenómeno cultural y empresarial.