La banca calcula que destinará un 55% de sus beneficios a pagar impuestos con la nueva ley  

Los tributos soportados por los bancos de CECA, como Caixabank o Unicaja, superan los 2.600 millones, “la mayor cifra de toda la serie histórica”

El presidente de CaixaBank, Jose Ignacio Goirigolzarri interviene al inicio de la junta general de accionistas.EFE/Ana Escobar

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Los bancos integrados en CECA, como Caixabank, Abanca o Unicaja, destinan un 49% de sus beneficios a pagar impuestos. Una cifra considerable, que les ha servido para criticar con dureza el nuevo tributo que el Gobierno prevé aplicar sobre el sector financiero.  

Cuando entre en vigor, calculan, la recaudación se elevará en otro 6% y en total, un 55% de sus ganancias irán destinadas a pagar impuestos. Aunque advierten, este estudio se ha realizado sobre las cuentas del pasado ejercicio, porque lo que podría variar al alza ya que las ganancias se han incrementado en 2022. 

Durante la presentación, este miércoles, del impacto fiscal y económico de las entidades adheridas a CECA, el director de asesoría fiscal, Juan de Villota, explicaba que lo tributos soportados durante 2021 ascendieron a 2.674 millones de euros, “la mayor cifra de toda la serie histórica”.  

La cifra ha seguido una tendencia ascendente en los últimos años y desde 2016, agregaba, los tributos soportados por estas entidades han alcanzado los 15.000 millones. Solo el año pasado, casi 1.000 millones fueron contribuciones a la Seguridad Social y otros 1.000, a impuestos específicos del sector, como el IVA, IDEC, ITF o IAJD. 

Asimismo, también destinaron 357 millones a pagar impuestos sobre beneficios. Villota añadía que, actualmente, todos estos tributos suponen el 49% de sus beneficios, pero esta cantidad se eleva al 56% si se añade la aportación que hacen a otros fondos específicos del sector financiero como los 650 millones destinados al Fondo de Garantía de Depósitos, o los 247 millones del Fondo Único de Resolución. 

Por este motivo, las entidades financieras llevan dos meses –desde que el Gobierno anunció que quiere recaudar 3.000 millones de euros en dos años con el nuevo impuesto- criticando y reivindicando toda la carga fiscal que soportan actualmente los bancos.  

También reprochan que el Gobierno haya dado por hecho que con las nuevas subidas de tipos de interés anunciadas por el Banco Central Europeo se vayan a incrementar de manera importante los beneficios de la banca. “Está por ver si hay correlación directa entre subidas de tipos y más benéficos, nosotros no lo pensamos”.  

Tanto CECA como AEB, la patronal que aglutina a Santander, Sabadell o BBVA, llevan días insistiendo en que el nuevo impuesto “no es la medida que puede resolver los problemas que hay encima de la mesa, no ayudará a mejorar el crecimiento económico, el empleo, ni frenará la inflación”. 

Así de contundente, de hecho, se mostró la presidenta de AEB, Alejandra Kindelán, tras la reunión que la vicepresidenta del Gobierno, Nadia Calviño, mantuvo el pasado mes de julio con los directivos de las entidades afectadas, las patronales y el Banco de España. «El nuevo gravamen tendrá el efecto contrario en la economía», insistía.

También se pronunció el director general de la CECA, José María Méndez. «Hemos trasladado a la vicepresidenta que esta decisión de un gravamen fiscal a la banca no es un instrumento adecuado para luchar con ella».

Este encuentro también fue aprovechado por la banca para recordarle a la ministra de Economía que, las entidades de crédito españolas ya tienen impuestos específicos, como el impuesto de sociedades, el de actos jurídicos documentados o el de transacciones financieras.

Y por eso entienden que, «más figuras impositivas no es el camino adecuado» porque compiten con otros sujetos europeos por captar depósitos y accionistas, y esto les resta competitividad.

Cristina Hidalgo

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