Florentino Pérez vuelve a lo más alto: ACS recupera el trono mundial frente a Vinci, Bouygues y los gigantes chinos
La constructora española de Florentino se convierte de nuevo en la número uno del mundo por facturación internacional
Florentino Pérez, presidente de ACS. Foto EFE-Quique García
ACS, el grupo presidido por Florentino Pérez, ha recuperado el trono como la mayor constructora internacional por ingresos. El ranking elaborado por la prestigiosa publicación Engineering News-Record (ENR) sitúa de nuevo a la española en el primer puesto en 2024, superando a competidores históricos como la francesa Vinci y dejando atrás a gigantes como Bouygues o las enormes corporaciones estatales chinas.
La compañía logró en el último ejercicio 46.716 millones de dólares en ingresos internacionales, equivalentes a unos 40.098 millones de euros. Esta cifra permite a ACS imponerse por un estrecho margen a Vinci, que registró 45.230 millones de dólares, y consolidarse como referencia global en un sector altamente competitivo. En tercera posición permanece Bouygues, con más de 31.000 millones de dólares de facturación exterior.
El liderazgo no se explica solo por el volumen de obras, sino por la apuesta de ACS en proyectos de nueva generación. La constructora ha centrado gran parte de su actividad en infraestructuras digitales, centros de datos, movilidad sostenible y transición energética. Estas áreas, de gran demanda en un mundo marcado por la transformación tecnológica y la urgencia climática, han permitido a la empresa marcar la diferencia frente a rivales europeos y asiáticos.
Un mercado estadounidense en el centro de la estrategia
El 91% de los ingresos de ACS procede ya de fuera de España, con Estados Unidos como su mercado más fuerte. La filial Turner continúa siendo la joya de la corona en Norteamérica, donde la compañía lidera la tabla de contratistas por volumen de negocio. Entre los proyectos más destacados está la construcción del mayor centro de datos de Meta en Luisiana, valorado en más de 9.500 millones de euros, o la ampliación de las instalaciones de Vantage Data Centers en Ohio, con un presupuesto que supera los 1.800 millones.
A la ofensiva en Norteamérica se suma Cimic, la filial de ACS en Asia-Oceanía, que refuerza la presencia del grupo en infraestructuras estratégicas. Desde Australia hasta países del sudeste asiático, la constructora española ha conseguido captar proyectos en sectores como la minería, la energía renovable y las telecomunicaciones, todos ellos con alto valor añadido y gran potencial de crecimiento futuro.
La batalla con Vinci sigue siendo uno de los grandes ejes del sector. Mientras la francesa mantiene su fortaleza en infraestructuras de transporte y telecomunicaciones, ACS lidera el ámbito de la edificación y gana terreno en servicios tecnológicos. Este pulso entre las dos compañías europeas marca la dinámica global de un sector en el que ambas se alternan el liderazgo desde hace años.
Los gigantes chinos: volumen sin hegemonía internacional
En paralelo, las corporaciones estatales chinas como China State Construction Engineering o China Railway dominan por ingresos totales —con facturaciones que superan los 150.000 millones de dólares—, pero su negocio se concentra mayoritariamente en el mercado doméstico. El contraste es claro: mientras los grupos chinos exhiben músculo en su territorio, ACS y Vinci marcan la pauta fuera de sus fronteras.
El ranking de ENR confirma también la fortaleza del sector español en el exterior. Tras ACS, destacan Ferrovial, que se sitúa en la 12ª posición, y Acciona, que escala hasta el puesto 15 gracias a ingresos internacionales superiores a 7.000 millones de dólares. A ellas se suman FCC, Sacyr y OHLA, que mantienen presencia entre las 50 principales compañías del mundo, reforzando la imagen de España como potencia en construcción e ingeniería global.
El regreso al liderazgo mundial refuerza la figura de Florentino Pérez como estratega empresarial. El presidente de ACS ha sabido orientar la compañía hacia negocios de mayor rentabilidad y menor exposición a riesgos coyunturales, como los que afectan a las materias primas o a la obra civil tradicional. Bajo su dirección, la constructora no solo ha sobrevivido a crisis y cambios estructurales, sino que ha conseguido adaptarse para liderar un mercado en constante transformación.
Un contexto económico complicado
El mérito de ACS resulta aún mayor al considerar el entorno internacional. El sector de la construcción afronta retos como los conflictos bélicos, los cuellos de botella en las cadenas de suministro y la volatilidad en los precios de los materiales. Pese a ello, la compañía española ha conseguido crecer en ingresos y mantener márgenes saludables, en contraste con la ralentización que sufrieron muchas de sus competidoras.
De cara a los próximos años, la apuesta de ACS por la digitalización, la transición energética y la sostenibilidad marcará el rumbo del grupo. Los contratos ligados a la defensa, la movilidad verde y la gestión de recursos hídricos aparecen como los grandes motores de expansión. Además, el desarrollo de nuevos centros de datos a escala mundial abre una vía de ingresos que puede convertirse en decisiva para mantener su hegemonía.
En definitiva, el regreso de ACS al primer puesto mundial no es solo una cuestión de cifras, sino de estrategia y visión empresarial. Florentino Pérez y su equipo han demostrado que el liderazgo en el sector de la construcción ya no se mide únicamente en metros de asfalto o ladrillos colocados, sino en la capacidad de anticiparse a las demandas del futuro. Y en ese terreno, al menos por ahora, la española vuelve a marcar el camino.