Esta es la fortuna de David Martínez, el accionista que caldea la OPA sobre Sabadell
Vive y opera principalmente entre Nueva York y Londres, aunque mantiene estrechos vínculos con México, donde fundó su principal herramienta de inversión

David Martínez Guzmán, el principal accionista individual de Banco Sabadell, es uno de los empresarios más discretos e influyentes del sector financiero internacional. Su patrimonio, estimado en alrededor de 4.000 millones de euros, ha sido construido a través de inversiones estratégicas en momentos clave y una gran presencia en entidades de primer nivel.
Nacido en Monterrey hace 68 años, David Martínez Guzmán ha cultivado una imagen conocida como el “fantasma de Wall Street” por su aversión al protagonismo público y la prensa, y por la escasez de fotografías suyas en circulación.
Vive y opera principalmente entre Nueva York y Londres, aunque mantiene estrechos vínculos con México, donde fundó su principal herramienta de inversión: Fintech Advisory.
Desde los años ochenta, Fintech Advisory se especializó en comprar activos en dificultades (especialmente deuda corporativa y soberana en Latinoamérica y Europa) y sacarles partido a largo plazo.
Este estilo de inversión “distressed” permitió a Martínez acceder a grandes participaciones en destacadas compañías: en España, su salto más relevante ocurrió en 2013 cuando entró en el accionariado de Banco Sabadell en plena debilidad bursátil, invirtiendo cerca de 325 millones de euros.
Actualmente, tras acudir al canje dejará de ostentar el 3,86% del banco catalán, un paquete de unas 194 millones de acciones valorado en más de 640 millones de euros, lo que le convierte en el tercer mayor accionista y el primero individual.
Martínez posee el 7,8% de Televisa, el grupo líder mexicano de comunicación, y participa en empresas como Telecom Argentina y el conglomerado petroquímico Alpek. Su cartera abarca inversiones en México, España, Estados Unidos, Argentina y Venezuela, junto a activos inmobiliarios y una de las colecciones de arte contemporáneo más reconocidas del mundo, con obras de Picasso, Pollock y Rothko.
David Martínez, un imperio financiero forjado en la discreción
David Martínez es conocido por su capacidad de influir en situaciones delicadas, como la reciente oferta pública de adquisición (OPA) lanzada por BBVA sobre Banco Sabadell.
Frente a la negativa del consejo de administración, Martínez consideró la operación una “estrategia acertada”, mostrando así su criterio independiente y la importancia de la consolidación bancaria. Ha solicitado públicamente a BBVA una llegada a un precio competitivo para los accionistas y mantuvo conversaciones directas con la cúpula del banco.
A pesar de adherirse por momentos al rechazo de la oferta, finalmente decidió acudir a la OPA, justificando que “la operación dará lugar a una entidad más competitiva”. Incluso con la intervención del Gobierno español, el empresario considera fundamental que la banca siga el proceso de consolidación para garantizar su eficiencia.
Además del sector bancario, su influencia se extiende al universo artístico y cultural. Figura entre los 200 principales coleccionistas de arte según ARTnews, y su búsqueda de obras excepcionales es conocida en el círculo privado de compradores premium.
El perfil reservado de Martínez Guzmán contrasta con sus ambiciosas operaciones financieras. Ha conseguido mantener el anonimato incluso en la era de la información, contratando equipos para eliminar rastros digitales y preservar su imagen.
Su fortuna, según fuentes como Forbes, ronda los 4.000 millones de euros, posición que le sitúa entre los empresarios latinoamericanos más relevantes.