Gvtarra entra en escena: oferta de 150.000 euros para quedarse conAceitunas Sarasa y su negocio

The Real Green Food presenta una oferta vinculante para hacerse con la unidad productiva de Aceitunas Sarasa

concurso de acreedores Aceitunas Sarasa

Aceitunas Sarasa podría estar más cerca de salvarse

La histórica empresa navarra Aceitunas Sarasa, conocida por vender encurtidos desde el año 1968, atraviesa una de las crisis más delicadas de su historia. La compañía, que recientemente solicitó concurso de acreedores voluntario en los juzgados de Navarra, podría tener una salida gracias a una propuesta de compra por parte del grupo The Real Green Food (Gvtarra).

Según publicó hace unas semanas Diario de Navarra, el Juzgado de lo Mercantil número 2 de Pamplona ha admitido a trámite el proceso concursal y ha recibido ya una oferta vinculante para adquirir la unidad productiva de Sarasa. La propuesta llegó de parte de The Real Green Food, grupo liderado por el empresario Eduardo López Milagro, que controla marcas tan reconocidas como Gvtarra.

El movimiento llega en un momento crítico para Aceitunas Sarasa, que tuvo que entrar en concurso de acreedores voluntariamente a pesar de haber crecido en ventas un 20% en su último ejercicio, alcanzando los 27,8 millones de euros.

No obstante, la empresa tuvo pérdidas de más de 4 millones en 2023 debido al encarecimiento de materias primas, la reducción de la producción agrícola y la falta de personal en el sector agroalimentario.

La operación con Gvtarra podría ser clave. Hablamos de un grupo que facturó más de 85 millones de euros en 2024 y dio empleo directo a unas 850 personas en Navarra, La Rioja, Aragón y Castilla-La Mancha. Su propuesta inicial contempla garantizar la continuidad de la actividad de Sarasa y mantener más de 90 puestos de trabajo, lo que supondría preservar gran parte del empleo actual y salir de concurso de acreedores.

La oferta de 150.000 euros para salir de concurso de acreedores

Hasta ahora, la salida de concurso de acreedores y supervivencia de Aceitunas Sarasa depende de una única propuesta de compra, la del grupo The Real Green Food. Como hemos mencionado anteriormente, ha presentado una oferta vinculante para hacerse con la unidad productiva de la compañía navarra, especializada en aceitunas y piparras.

Según han informado desde El Español-Invertia, el auto del concurso de acreedores incluye esta propuesta como posible salvación de la firma. La operación contempla un desembolso inicial de 150.000 euros para adquirir las principales instalaciones de Sarasa, compuestas por la plataforma logística en Cárcar (Navarra), la planta industrial en Almendralejo (Badajoz) y la fábrica de Andosilla (Navarra), donde se concentra la elaboración, envasado y comercialización de aceitunas y encurtidos.

aceitunas sarasa
La compañía de aceitunas ve cerca su salida del concurso de acreedores

El acuerdo no solo se limita a las instalaciones físicas, sino que la oferta de The Real Green Food incluye también la subrogación de los créditos hipotecarios ligados a los inmuebles, por un valor de 1,7 millones de euros, así como la compra de existencias, tal y como han mencionado en el medio anteriormente citado.

En este punto, el grupo se compromete a pagar el 50% del valor contable del stock y el 100% del precio de las piparras ya contratadas para esta campaña.

La oferta mantendrá a la gran mayoría de los empleados

Otro aspecto clave es el empleo. De los 110 trabajadores que forman parte de Aceitunas Sarasa, el grupo comprador plantea mantener a 92 empleados, garantizando así la continuidad de la mayor parte de la plantilla. Además, la oferta establece el compromiso de continuar con la actividad de la compañía durante al menos tres años, una condición que busca dar estabilidad tanto a la empresa como a sus trabajadores.

Esta propuesta estará vigente hasta el 15 de octubre, fecha límite para su aprobación judicial. Si consigue prospera, supondrá la salida de concurso de acreedores y una segunda oportunidad para una empresa con más de medio siglo de historia que, pese a su crecimiento en ventas en los últimos años, no ha podido resistir la presión de la crisis agroalimentaria y acumula pérdidas millonarias.

Quien tendrá la última palabra es el administrador concursal, Juan Miguel Aguirre Redondo, quien está al frente del proceso. A partir de ahora, toda decisión empresarial, incluyendo pagos, firma de contratos o posibles despidos, quedará sujeta a la aprobación de Aguirre Redondo.

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