Las hermanas Álvarez, claves en el liderazgo de El Corte Inglés: esta es su trayectoria

El equilibrio entre inversión, desapalancamiento y retribución al accionista privado-institucional perfila una etapa de madurez corporativa

Marta y Cristina Álvarez consolidaron el control del grupo mediante la presidencia de la Fundación Ramón Areces y la gestión de Cartera de Valores IASA, el segundo mayor accionista, en paralelo a un ciclo de resultados y dividendos récord que refuerza su peso como gestoras estratégicas del holding de grandes almacenes.

La arquitectura de poder en El Corte Inglés se apoya en dos pilares: la Fundación Ramón Areces, primer accionista, y la sociedad patrimonial IASA, segundo accionista, ambas bajo la influencia directa de Marta y Cristina. 

La llegada de Marta Álvarez a la presidencia del consejo en 2019, seguida de su designación como presidenta de la Fundación en 2021, cerró la etapa de tensiones internas y alineó la gobernanza corporativa con el principal accionista, desbloqueando una década marcada por el relevo de Isidoro Álvarez y la salida de Dimas Gimeno.

Desde 2019, Marta Álvarez ha pilotado una modernización organizativa con foco en rentabilidad, reducción de deuda y fortalecimiento del retail alimentario, a la vez que consolidó el frente institucional a través de la Fundación Ramón Areces.

Los resultados acompañan: ventas por encima de 16.000 millones, ebitda por encima de 1.000 millones, deuda financiera neta en mínimos de 16 años y un dividendo récord a socios en 2024, con proyección de incremento en 2025, lo que ha engrosado también la retribución de IASA y su peso inversor.

El grupo ha renovado su cúpula ejecutiva con el nombramiento de Gastón Bottazzini como CEO y ha lanzado un plan 2025-2030 con más de 3.000 millones en inversiones, según la hoja pública de ruta, reforzando omnicanalidad, eficiencia operativa y categorías estratégicas.

En paralelo, las hermanas han preservado independencia accionarial, han rechazado diluciones y han utilizado instrumentos de autocartera y pactos con socios para estabilizar el perímetro de control, continuando la tradición de gobierno discreto y profesionalizado del grupo.

Bajo su liderazgo, El Corte Inglés ha articulado una política de dividendos más ambiciosa y una gestión prudente del balance, que ha permitido a IASA aumentar sus cobros y reforzar su cartera, al tiempo que resolvía litigios fiscales y mercantiles con impacto limitado, de acuerdo con registros y prensa económica.

El equilibrio entre inversión, desapalancamiento y retribución al accionista privado-institucional perfila una etapa de madurez corporativa, con las hermanas Álvarez como epicentro de decisiones estratégicas y custodias del legado Areces.

Estructura y socios relevantes para El Corte Inglés

Hoy, la Fundación Ramón Areces mantiene alrededor del 40% del capital y Cartera IASA cerca del 18,4%, con Marta y Cristina como principales beneficiarias económicas a partes casi iguales, y su tío César con una participación minoritaria, según información reciente de prensa económica y mercantil.

La relevancia de IASA se traduce también en dividendos: la patrimonial cobró 31,7 millones en 2024-2025, un 28% más, y repartió a su vez 15,8 millones a sus accionistas, reflejando la mejora de resultados del grupo y la política de retribución a socios.

El otro socio de referencia es el inversor catarí Hamad bin Jassim bin Jaber Al Thani, que, a través de Primefin, conserva un 5,53% tras decidir no ejecutar su primera ventana de salida en julio de 2025, con nuevas opciones en 2028, 2031 y 2034.

Este accionista ha revalorizado contablemente su inversión hasta unos 714 millones y permanece anclado al plan estratégico, mientras el grupo ha reforzado liquidez y contempla, según analistas y agencias, escenarios de recompras parciales bajo condiciones de mercado y gobierno corporativo.


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