Liwe (Inside) cierra 91 tiendas y agota el plazo para esquivar la quiebra

Fachada exterior de una tienda de Inside

El pichi de cuadros de Inside, toda una apuesta segura para tu fondo de armario

Liwe Española, propietaria de las tiendas de moda Inside, afronta uno de los mayores retos de su historia tras anunciar el cierre de 91 locales en lo que va de año y apurar el último mes de negociación antes de un posible concurso de acreedores.

La cadena Inside, con más de dos décadas de presencia nacional e internacional, ha ejecutado en los primeros nueve meses de 2025 el cierre de 91 tiendas, el 27% de las existentes a comienzos de año. 

Solo en el primer semestre ya se habían clausurado 40 establecimientos, incluidos cinco córneres en El Corte Inglés, y el ritmo se ha acelerado en los meses siguientes, alcanzando la cifra actual.

El objetivo, según fuentes de la empresa, es concentrar recursos en los mercados y ubicaciones con mayor potencial, lo que implica priorizar tiendas rentables y eliminar puntos deficitarios.

La razón de este ajuste es la drástica caída de ventas: la facturación se situó en los 42,4 millones de euros a mitad de año, un 15,5% menos que en 2024. 

Las pérdidas netas en el primer semestre ascendieron a 18,3 millones de euros, multiplicando por nueve las de ejercicios anteriores. 

Además, el cierre semestral revela un deterioro de márgenes, el aumento de costes y gastos no recurrentes asociados a la reestructuración y al propio cierre de puntos de venta.

En paralelo, la compañía ha entrado desde abril en preconcurso de acreedores, lo que le obliga a negociar de forma urgente con su pool bancario, titular de más de 57 millones de euros en préstamos y exigirle un plan serio de refinanciación, reducción de estructura y optimización del modelo de negocio para evitar el escenario de quiebra.

Quiebra: plan de transformación, ERE y reestructuración

Ante este contexto, Liwe ha desarrollado un plan de modernización y redimensionamiento de tiendas, que incluye adaptar surtido y propuesta comercial, cerrar establecimientos no rentables y apostar por la remodelación de sus locales más estratégicos.

La empresa trata además de captar talento directivo para impulsar la gestión de producto y digitalización: uno de los primeros fichajes ha sido el de Esther Arribas como responsable de producto, con experiencia en Inditex, y se prevén nuevas incorporaciones en áreas clave como logística y estrategias digitales.

El ajuste afecta especialmente a los servicios centrales, con un ERE sobre el 29% del personal, lo que supone la salida de más de 40 empleados de oficinas y logística, dejando la plantilla central en torno a los 100 trabajadores.

La medida no incluye despidos en las tiendas ni la red de dependientes, pues se justifica como mecanismo de optimización de costes para preservar el máximo número de empleos y garantizar viabilidad a medio plazo, según la dirección.

La respuesta de Liwe busca ahora garantizar la continuidad, negociar préstamos, atraer socios y reposicionar el modelo. El plan de transformación persigue recuperar la rentabilidad en 2026, pero la viabilidad dependerá de la velocidad de ejecución de las medidas, la capacidad de adaptación al entorno digital y la recuperación de la confianza de clientes y grupos inversores

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