El mayor fabricante de baterías tiene nuevo dueño: Lyten recibe la aprobación para su adquisición

La tecnológica californiana logra la aprobación de los reguladores suecos para quedarse con los activos de Northvolt, incluyendo sus plantas en Suecia y Alemania

Fábrica de baterías de Northvolt

Fábrica de baterías de Northvolt. Foto: Northvolt

Cuando Lyten, una empresa fundada en 2015 en San José (California) y especializada en baterías de litio-azufre, anunció a comienzos de agosto su intención de hacerse con los activos de Northvolt, la noticia sorprendió a toda la industria. Northvolt, con sede en Suecia, era considerada hasta hace poco la joya de la corona de la producción de baterías en Europa, centrada en las celdas NMC (níquel, manganeso y cobalto).

La operación parecía improbable, ya que Lyten es mucho más pequeña en dimensión y capacidad de producción que Northvolt. Sin embargo, lo que en un inicio se percibió como un movimiento audaz, pronto empezó a adquirir sentido a ojos de los reguladores europeos.

Aprobación definitiva: vía libre para la compra

La Inspektionen för strategiska produkter (ISP), organismo regulador sueco, ha dado su visto bueno a la adquisición. Con esta autorización, Lyten dispone ya de todos los permisos necesarios para cerrar la compra, que podría completarse a finales de octubre, según ha señalado Mikael Kubu, administrador concursal de Northvolt.

Esto supone un paso decisivo para Lyten, que no solo se asegura acceso a instalaciones clave en Suecia, sino también a un proyecto de gran envergadura en Alemania que podría transformar su presencia en el mercado global.

Uno de los activos más codiciados en la transacción es la fábrica de Northvolt en construcción en Heide (Schleswig-Holstein, Alemania). El proyecto, conocido como Northvolt Drei, contempla una capacidad de producción anual de 15 GWh y la creación de unos 3.000 empleos directos, además de entre 6.000 y 7.000 puestos indirectos entre proveedores y servicios asociados.

No obstante, la situación actual plantea incertidumbres. La construcción avanza lentamente y, hasta mayo de este año, los avances eran sobre todo preparativos de infraestructura. Lyten aún no ha confirmado si mantendrá íntegramente los planes de expansión laboral y productiva que Northvolt había anunciado.

El reto de las subvenciones

El proyecto de Heide se sustentaba, en parte, en 700 millones de euros en subvenciones públicas prometidas por el gobierno federal alemán y el estado de Schleswig-Holstein. Tras la insolvencia de Northvolt, no está claro si Lyten podrá heredar estas ayudas, lo que podría condicionar el alcance del proyecto.

Conviene recordar que Northvolt ya había recibido previamente 600 millones de euros en subvenciones, que ahora forman parte del proceso concursal. La resolución de este asunto será clave para determinar la viabilidad de la planta alemana bajo la nueva propiedad.

En su apuesta por consolidar su presencia en el Viejo Continente, Lyten presentó en septiembre un nuevo equipo directivo europeo. En su mayoría, se trata de exejecutivos de Northvolt, lo que garantiza continuidad operativa y conocimiento profundo de los proyectos en curso.

Este movimiento estratégico busca dar confianza tanto a reguladores como a potenciales clientes, enviando el mensaje de que Lyten no empieza de cero en Europa, sino que aprovecha la experiencia acumulada en los últimos años por la plantilla de Northvolt.

Escenarios con los clientes

Entre los clientes más relevantes se encuentra Scania, el fabricante sueco de camiones. Tras la crisis de Northvolt, la compañía automovilística había optado por baterías de CATL, el gigante chino. Sin embargo, Scania ya ha manifestado interés en retomar la relación con los productos Northvolt bajo la gestión de Lyten, confirmando que las conversaciones iniciales ya están en marcha.

Esta recuperación de la confianza de clientes estratégicos será fundamental para garantizar la estabilidad comercial de Lyten en Europa y consolidar su posicionamiento frente a competidores asiáticos.

No todo son buenas noticias para Lyten. En paralelo a su expansión europea, la compañía había mostrado interés en construir una planta en Canadá, un proyecto originalmente diseñado por Northvolt. Sin embargo, la provincia de Quebec ha decidido retirar su apoyo financiero, cerrando la puerta a futuras subvenciones.

Este revés frena las aspiraciones de la empresa en el continente americano, aunque no parece empañar su estrategia global, que ahora tiene a Europa como principal escenario de crecimiento.

Una operación con impacto en el mercado global

El hecho de que una compañía emergente como Lyten consiga adquirir los activos de uno de los fabricantes más emblemáticos de baterías en Europa marca un antes y un después en la industria. No solo pone de manifiesto la fragilidad financiera de proyectos de gran escala como Northvolt, sino que también abre la puerta a tecnologías alternativas, como las celdas de litio-azufre que desarrolla Lyten.

A medio plazo, esta adquisición podría cambiar el equilibrio de fuerzas en el mercado de las baterías, dominado actualmente por gigantes asiáticos como CATL, LG Energy Solution o Panasonic.

Un nuevo capítulo para la transición energética

Con la compra de Northvolt, Lyten no solo adquiere instalaciones y proyectos, sino también la responsabilidad de mantener vivas las promesas de empleo, innovación y sostenibilidad que la marca sueca había construido en torno a sí.

La pregunta ahora es si la tecnológica californiana será capaz de convertir esta oportunidad en una historia de éxito industrial, o si los retos financieros, regulatorios y operativos acabarán diluyendo el potencial de esta operación.

En cualquier caso, la aprobación definitiva confirma que el tablero global de la energía se está reconfigurando y que Europa seguirá siendo un terreno clave en la carrera por dominar la industria de las baterías del futuro.

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Alba Carbajal

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