Repsol impulsa los cruceros sostenibles y alcanza un acuerdo con Norwegian Cruise Line en Barcelona

La energética española suministrará biocombustibles y metanol renovable a la flota del grupo estadounidense durante los próximos ocho años

El barco de crucero de Norwegian Cruise Line

El barco de crucero de Norwegian Cruise Line. Foto: Norwegian Cruise Line

Repsol ha dado un paso firme en su estrategia de descarbonización al firmar un acuerdo pionero con Norwegian Cruise Line Holdings (NCLH), uno de los gigantes mundiales del sector de los cruceros. El pacto, con una duración de ocho años, establece el suministro de combustibles marinos renovables en el Puerto de Barcelona, convirtiendo a la capital catalana en un referente europeo en movilidad marítima sostenible.

El acuerdo, que entrará en vigor a partir de la temporada europea de 2026, permitirá a Repsol ofrecer a los buques del grupo estadounidense un portafolio de combustibles sostenibles, que incluirá biocombustibles avanzados y, desde 2029, metanol renovable. Este compromiso se aplicará a las tres marcas de NCLH —Norwegian Cruise Line, Oceania Cruises y Regent Seven Seas Cruises— cada vez que atraquen en el puerto barcelonés, una de las escalas más importantes de su calendario de rutas por el Mediterráneo.

Barcelona, epicentro de la nueva era del crucero verde

Con este acuerdo, Barcelona se consolida como un puerto líder en la transición ecológica del transporte marítimo. La alianza no solo supone un hito logístico y medioambiental, sino también un impulso a la imagen de la ciudad como punto estratégico para el turismo responsable. El uso de combustibles renovables reducirá significativamente las emisiones de gases de efecto invernadero de los buques, que históricamente han sido una de las principales preocupaciones de las autoridades portuarias y de los residentes.

Según fuentes del sector, Repsol será la primera compañía española en suministrar de manera regular metanol renovable a embarcaciones de gran tamaño. Este combustible alternativo permitirá disminuir drásticamente la huella de carbono de las operaciones, sin necesidad de realizar cambios estructurales en los motores o en las instalaciones portuarias.

El acuerdo se enmarca en los objetivos de sostenibilidad que comparten ambas compañías, centrados en alcanzar la neutralidad de carbono (Net Zero) para 2050. Para NCLH, se trata de un paso esencial dentro de su programa corporativo Sail & Sustain®, que promueve la reducción progresiva de emisiones y la adopción de nuevas soluciones energéticas en toda su flota global.

El presidente y consejero delegado de NCLH, Harry Sommer, destacó que “esta asociación demuestra el poder de la colaboración entre sectores para lograr avances reales en sostenibilidad”. Por su parte, Juan Abascal, director ejecutivo de Transformación Industrial y Economía Circular de Repsol, subrayó que “los combustibles renovables están listos para desempeñar un papel clave en la reducción de la huella de carbono del sector marítimo”.

Ambas empresas coinciden en que este tipo de acuerdos son esenciales para avanzar hacia un modelo de movilidad marítima más limpio y eficiente, en un momento en que la regulación europea se endurece para cumplir con los compromisos climáticos del Acuerdo de París.

El metanol renovable: un combustible del futuro

Uno de los pilares más innovadores del acuerdo será el suministro de metanol renovable, un combustible de nueva generación que Repsol producirá en su planta Ecoplanta de Tarragona, actualmente en construcción. Este proyecto, considerado uno de los más avanzados de Europa, transformará residuos sólidos urbanos en 240.000 toneladas anuales de combustibles renovables y productos circulares, a partir de 2029.

La instalación procesará unas 400.000 toneladas de desechos cada año, contribuyendo así a la reducción de emisiones de CO₂ y a la promoción de la economía circular. Norwegian Cruise Line Holdings se convertirá en la primera compañía del mundo en firmar un acuerdo de compra directa (offtake) de metanol renovable procedente de estas instalaciones.

Este combustible se perfila como una de las soluciones más prometedoras para el transporte marítimo, ya que puede emplearse en los motores actuales con mínimas adaptaciones técnicas y ofrece una reducción sustancial de las emisiones contaminantes.

Archivo – El nuevo logo e imagen de marca de Repsol, en Madrid (España)

Un acuerdo con impacto global

El pacto entre Repsol y NCLH marca un precedente dentro del sector marítimo internacional. Hasta ahora, el uso de biocombustibles en cruceros se había limitado a pruebas puntuales o a contratos de corta duración. Sin embargo, este acuerdo de ocho años supone una apuesta estable y a gran escala, que garantiza el acceso sostenido a combustibles renovables para una de las mayores flotas del mundo.

Además, refuerza el posicionamiento de Repsol como líder en innovación energética, capaz de suministrar productos sostenibles en distintos segmentos del transporte: terrestre, aéreo y marítimo. Para la multinacional española, los combustibles renovables representan una alternativa inmediata y realista para reducir las emisiones sin necesidad de esperar al despliegue masivo de tecnologías como el hidrógeno o la electrificación total.

La energética española ha hecho de la sostenibilidad un eje estratégico de su negocio. Desde hace años, invierte en el desarrollo de biocombustibles avanzados, hidrógeno renovable y proyectos de captura de carbono, con el objetivo de reducir sus emisiones netas y diversificar su modelo productivo. La colaboración con Norwegian Cruise Line refuerza su liderazgo en la descarbonización del transporte marítimo, uno de los sectores más difíciles de transformar por su dependencia del combustible fósil.

El acuerdo, además, impulsa la economía local catalana, ya que la producción de metanol en Tarragona y las operaciones de suministro en Barcelona generarán actividad industrial y empleo cualificado en la región.

Hacia un turismo marítimo más responsable

El sector de los cruceros atraviesa un proceso de profunda transformación. Tras años de críticas por su impacto ambiental, las principales compañías están adoptando estrategias de sostenibilidad para mantener su atractivo entre los viajeros más conscientes. El compromiso de NCLH y Repsol sienta un precedente que podría inspirar acuerdos similares en otros puertos del Mediterráneo, como Valencia o Marsella.

La sostenibilidad ya no es una opción, sino una exigencia del mercado. Repsol y Norwegian Cruise Line han entendido que el futuro del turismo marítimo pasa por innovar y cooperar. Su alianza, con epicentro en Barcelona, simboliza el inicio de una nueva era: la del crucero sostenible, que combina placer y responsabilidad ambiental.

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Alba Carbajal

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