Una de las empresas más populares de nuestra infancia vende su negocio tras caer en quiebra

La operación, de la cual no ha trascendido el importe por el cual se ha materializado, está condicionada por la luz verde de los tribunales tanto de Estados Unidos como de Canadá

Claire's. Foto: Gran Via 2.

Una emblemática empresa de bisutería ha optado por vender su negocio tras caer en la quiebra. Se trata de la firma estadounidense Claire’s, que ha alcanzado un acuerdo con la empresa de capital privado Ames Watson para deshacerse de su negocio en América del Norte tras declararse en bancarrota hace tan solo unas semanas.

Después de señalar que está explorando el abanico de opciones a su disposición con el objetivo de maximizar el valor de su negocio, la firma se ha mostrado convencida de que la venta de las tiendas y la propiedad intelectual de Claire’s le permitirá generar valor y avanzar en su proceso de reestructuración financiera.

La firma se ha mostrado convencida de que la venta de las tiendas y la propiedad intelectual de Claire’s le permitirá generar valor

La operación, de la cual no ha trascendido el importe por el cual se ha materializado y ha comportado la suspensión de la liquidación en un gran número de los establecimientos que forman parte de su red, está condicionada por la luz verde de los tribunales tanto de Estados Unidos como de Canadá.

Una empresa emblemática durante la infancia

La compañía opera bajo dos marcas. Una de ellas es Claire’s, fundada en 1974, está especializada en la comercialización de joyas, cosméticos, accesorios de moda y piercings para niñas, preadolescentes y adolescentes.

Con una red de 2.570 puntos de venta, la firma está presente en una veintena de países de Norteamérica y Europa. Además dispone de miles de concesiones de Norteamérica y Europa y cuenta con más de 300 tiendas franquiciadas, ubicadas principalmente en Oriente Medio y Sudáfrica.

Una tienda de Claire's. Foto: Claire's. Quiebra.
Una tienda de Claire’s. Foto: Claire’s.

La otra marca que forma parte del grupo es Icing, una marca de joyería, accesorios y cosméticos de moda para mujeres jóvenes de entre 18 y 35 años, desplegada por Norteamérica, donde cuenta con 190 puntos de venta.

Grandes volúmenes de deuda

Con el paso de los años, la firma ha amasado una deuda de 690 millones de dólares, una cifra que se traduce en poco más de 594 millones de euros, que le ha llevado a declarar la quiebra a inicios de agosto.

Uno de los factores que ha contribuido a agravar la situación de la compañía es el hecho de que recurre masivamente a productos fabricados en China, que actualmente deben afrontar las tarifas aplicadas por el país norteamericano.

Cabe recordar que la compañía ya se había declarado en bancarrota hace algunos años a raíz de un gran volumen de deuda al cual no pudo hacer frente como consecuencia de la caída de las ventas y el auge del comercio por internet.

A pesar de ello, logró remontar su situación al devolver los 1.636 millones de euros de pasivo que había acumulado y mantener su red de tiendas con una inyección de cerca de 500 millones de euros.

La filial francesa, en concurso de acreedores

La filial francesa de la compañía también atraviesa una complicada situación, al encontrarse en concurso de acreedores. La justicia ha dictaminado que una vez concluya el periodo de observación establecido, decidirá si es posible impulsar un plan de continuidad con un comprador o si se debe declarar la liquidación judicial, que implica el cese de la actividad.

El beneficio neto de la compañía había ascendido a 1,3 millones de euros el año pasado, mientras que se situó en los 0,8 millones el año anterior, tal y como se desprende de las cuentas publicadas por Claire’s. No obstante, al poner el foco sobre las ventas se desprende que se habían recortado desde los 142 millones de euros hasta los 132 millones de euros.

Un momento delicado para la bisutería

El caso de Claire’s no es aislado. En los últimos meses, más marcas de accesorios o prêt-à-porter han sido sometidas a concurso de acreedores en Francia. Una clara muestra de ello es la marca para adolescentes Jennyfer, que a finales de abril encontró un comprador, lo que permitió salvar 350 empleos del millar de puestos de trabajo que estaban amenazados.

No son pocas las marcas francesas que sufren la competencia de sitios web asiáticos con precios muy bajos como Shein y Temu, que está teniendo un impacto directo sobre su actividad.

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