Adolfo Domínguez se queda solo: cuatro de los cinco mayores accionistas están fuera del consejo

Las salidas de Puig y de Luxury Liberty dejan el consejo en manos de la familia Domínguez y con la urgencia de reflotar el grupo tras el impacto del Covid

Adriana Domínguez, consejera delegada de Adolfo Domínguez, y Agnés Noguera, consejera delegada de Libertas 7

Adriana Domínguez, consejera delegada de Adolfo Domínguez, y Agnés Noguera, consejera delegada de Libertas 7

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La reunión del consejo de administración de Adolfo Domínguez el pasado martes supuso la salida del órgano de dirección de una consejera histórica, Agnès Noguera, representante de Luxury Liberty, titular del 10,2% del capital social y accionista de referencia de la multinacional ourensana desde hace más de una década. Con la salida de Noguera debido, según comunicó Adolfo Domínguez, a sus nuevas responsabilidades tras la salida a bolsa de Libertas 7, el consejo de la multinacional ourensana se queda sin representación de cuatro de los cinco mayores accionistas de la compañía.

Indumenta Pueri (8,5% de las acciones) y Previsión Mallorquina (7,5% del capital), el dueño de Mayoral, nunca han tenido representante en el cónclave, mientras que Puig, que es el segundo mayor accionista con un 14,8% de los títulos, decidió abandonar el consejo en 2016, también en pleno proceso de reconstrucción de la textil, que arrastra una década de números rojos.

La historia se repite con Luxury Liberty, pues también ahora el grupo encara un proceso de transformación ante el impacto del Covid-19, que tiene entre sus pilares maestros la reducción de un 30% de la plantilla mediante el ERE que está negociando con los sindicatos.

El actual consejo está formado por Adolfo, Adriana y Valeria Domínguez, el diseñador ourensano y sus dos hijas. A ellos se suman cuatro independientes que no son accionistas significativos: Maite Aranzábal, José Manuel Rubín y José Luis Temes, fichados por Adriana Domínguez en los últimos años. La pasada semana se incorporó José Luis Sainz, que releva a Agnés Noguera en el órgano de administración. Sobre ellos pivotan al menos dos decisiones clave para el futuro de la compañía.

El dilema de las tiendas y el online

Adolfo Domínguez cerró su último ejercicio con una caída del 42% de las ventas, hasta los 66 millones, y unas pérdidas de 19,3 millones, casi el triple que el ejercicio anterior. Los números reflejan el destrozo general que el coronavirus ha causado en las cadenas de moda, pero dejan algunas dudas adicionales en el caso de la empresa que dirige Adriana Domínguez.

El grupo, según manifestó en la presentación de resultados, ha dado por cerrada la reestructuración de la red de tiendas, que a cierre de ejercicio estaba compuesta por 342 puntos de venta, prácticamente la mitad fuera de España. El director general, Antonio Puente, apuntó que los cierres no iban a continuar.

Sin embargo, la intensa salida de caja del pasado ejercicio, en gran medida a causa del Covid-19, pone en duda que el hachazo de los últimos años a la red para priorizar los establecimientos rentables haya sido suficiente en pleno proceso de repliegue y cierre de establecimientos de las grandes cadenas de moda. El ERE que está en marcha mejorará la liquidez de la compañía, pero no está claro si basta con este tijeretazo, analizan fuentes empresariales.

Las ventas online de Adolfo Domínguez crecieron un 25%, muy por debajo de cadenas como Mango, Bimba y Lola o Desigual. El peso del canal online en la facturación, un 20,7%, también es menor que el de sus competidores.

La financiación

La otra decisión relevante que trasladó Adolfo Domínguez fue la de no solicitar financiación adicional, más allá de optar a los fondos europeos con diversos proyectos. Antonio Puente, el número dos de la compañía, concluyó que la posición de tesorería era suficiente para afrontar el ejercicio sin recurrir de nuevo al endeudamiento. La previsión de una progresiva recuperación de los ingresos a medida que avance la vacunación y las buenas sensaciones del pasado año cuando se reabrieron las tiendas avalan esta postura.

A cierre de ejercicio, la posición de tesorería se situaba en los 12,7 millones, una minoración sobre los 13,8 millones con los que acabó el tercer trimestre de Adolfo Domínguez. Cuando obtuvo el préstamo ICO de 15,5 millones tras el cierre obligado de tiendas por el Covid, la compañía alcanzó los 20 millones de caja, pero cierra el ejercicio con ocho millones menos.

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