Alcoa, abonada al rojo: revela pérdidas de 85 millones el año que empezó a reactivar la planta de aluminio

Aluminio Español, la sociedad tras la fábrica de aluminio primario de San Cibrao, suma números rojos por valor de 340 millones de euros desde 2022, cuando paró las cubas con el objetivo de reequilibrar su negocio

El presidente y CEO de Alcoa, Bill Oplinguer

El presidente y CEO de Alcoa, Bill Oplinguer, al lado de una imagen del complejo de San Cibrao. Fotos: EFE y Alcoa

La última planta de aluminio primario de España, la que Alcoa tiene en San Cibrao, ahora con Ignis EQT como socia, se anotó unos números rojos de 85 millones de euros el pasado 2024, el año en el que inició la reactivación de las cubas de electrólisis, un proceso ahora paralizado, tras el gran apagón del pasado 28 de abril.

Según las últimas cuentas depositadas ante el Registro Mercantil por Aluminio Español y consultadas por Economía Digital Galicia, la sociedad tras la planta de aluminio primario del complejo de San Cibrao cerró el pasado octubre su año fiscal con unas pérdidas netas de 85,5 millones de euros frente a los 112 millones de pérdida que se anotó en 2023.

Con un resultado de explotación, el propio de la actividad de la compañía, de 74,4 millones de euros en negativo, el importe de la cifra de negocios bajó de 90 a 70 millones. Las cubas de la compañía se pararon EN 2022, bajo el acuerdo firmado entre dirección y sindicatos, y el rearranque de las mismas se activó en 2024. En febrero de 2023, los de Pittsburgh llegaron a un acuerdo con los representantes de los trabajadores por el que se modificaron algunos de los puntos del plan inicial de viabilidad, acordándose que a fecha 1 de octubre de 2025 el 100% de las cubas estarían operativas. Para entonces, la producción mínima debería representar el 75% de la capacidad total hasta, como máximo, finales de 2026.

Vuelta a la parada tras el apagón

No obstante, la situación varió tras el apagón eléctrico que sacudió a España y Portugal durante unas horas el pasado abril. Dos semanas después del mismo, Alcoa trasladó que no sería capaz de cumplir los compromisos de reactivación, argumentando que se debía a una causa “de fuerza mayor”. De las 41 cubas reactivadas se salvaron 14 y, según defiende la compañía, “para retomar el arranque, necesita que se conozcan las causas del apagón, condicionando el mismo a que se comuniquen las medidas tomadas por las administraciones para garantizar que no se vuelva a producir, y las compensaciones para mitigar los sobrecostes generados en la parte de compensación de la factura eléctrica”.

La decisión movilizó a la plantilla y el pleno del comité de empresa acordó, dos semanas después de este anuncio, que sus departamentos jurídicos empezasen a estudiar la posibilidad de interponer una demanda o querella contra la empresa “por incumplimiento” del plan de rearranque.

¿Por qué siguen las pérdidas millonarias?

Alcoa declaró pérdidas millonarias en Aluminio Español aún con las cubas paralizadas, una medida que insistió en adoptar para poder rebajar la ingente factura eléctrica de la planta, en la que, según siempre defendió, radican las abultadas pérdidas. De hecho, desde 2022 hasta el cierre del pasado ejercicio, la sociedad encadenó unos números rojos de 340 millones de euros. Los 85 millones de 2024; 112 millones en 2023 y 140,5 millones en 2022.

Parte de las pérdidas derivan también de las provisiones y los deterioros que la sociedad contabiliza en su balance. Por ejemplo, en su memoria anual, los administradores de Aluminio Español indicaban que el elevado resultado negativo de 2023, con las cubas paralizadas, era “en parte consecuencia de la revisión del acuerdo de viabilidad de la planta, lo que motivó el incremento de la provisión por reestructuraciones cuyo efecto en la cuenta de pérdidas y ganancias fue de 42 millones de euros”.

Patrimonio neto negativo

En cualquier caso, las millonarias pérdidas recurrentes provocaron que la sociedad cerrase el ejercicio 2024 con un patrimonio neto negativo de 113 millones de euros, frente a los 28 millones en rojo de un año antes.

Esa situación, anteriormente conocida como quiebra técnica, fue la que llevó a Aluminio Español a acometer una operación no dineraria de ampliación de capital a principios de año, básicamente a través de la capitalización de la deuda intragrupo que tenía con Alcoa Nederland Holding. De esta forma, la sociedad amplió capital por valor de 161 millones de euros para reequilibrar sus fondos propios.

Esta operación no tendría que ver con la inyección de capital derivada del acuerdo con Ignis EQT, por la que Alcoa pactó una aportación de 75 millones en San Cibrao y el grupo energético otros 25 en una sociedad conjunta, convirtiéndose en su socio minoritario en su negocio español.

Comenta el artículo
Avatar

Historias como esta, en su bandeja de entrada cada mañana.

O apúntese a nuestro  canal de Whatsapp

Deja una respuesta