Alcoa pierde 2.500 millones de valor en bolsa este año
Las acciones de Alcoa retroceden un 29% en lo que va de un 2025 marcado por los aranceles de Trump en EEUU y el golpe del apagón en su complejo de San Cibrao

Bill Oplinger, CEO de Alcoa, junto a Geoffrey Pyatt, de la secretaría de Estado de Energía de EEUU / Linkedin
Turbulencias para Alcoa en bolsa en la primera mitad del año. Las acciones de la multinacional con sede en Pittsburgh arrancan el mes de junio instaladas en el nivel de los 26,77 dólares tras acumular un retroceso del 29,1% en lo que va de 2025.
Estos niveles contrastan con los más de 92 dólares a los que llegaron a cotizar en marzo de 2022 (un mes después del estallido de la guerra entre Rusia y Ucrania) y ya son un 39,2% inferiores a los registrados hace exactamente 12 meses.
Esta tendencia a la baja en bolsa se ha traducido, además, en una pérdida de 2.508 millones de euros de valor en bolsa. No en vano, Alcoa ha pasado de contar con una capitalización por valor de unos 8.607 millones de euros a ver reducida esta cifra hasta los 6.100 millones actuales.
El impacto de los aranceles de Trump
Alcoa se ha teñido de rojo en Wall Street en un arranque de 2025 marcado, entre otras cosas, por los aranceles del nuevo Gobierno de Estados Unidos. Su presidente, Donald Trump, anunció a comienzos de año la imposición de un impuesto del 25% a las importaciones de aluminio a partir del mes de marzo.
Este porcentaje implicaba duplicar al 10% aplicado durante su primer mandato. Además, las compras de este metal que procediesen de Rusia se enfrentarían a un gravamen del 200% en el caso de que el aluminio fuese fundido o moldeado en ese país. Sin embargo, el mandatario estadounidense redobló su ofensiva el pasado sábado. Durante una visita a una planta de la compañía US Steel (empresa que previsiblemente será adquirida por Nippon Steel) en Pensilvania, Donald Trump anunció que doblaría estos aranceles hasta el 50% tanto para las compras de acero como de aluminio producido fuera de Estados Unidos.
El movimiento se produjo después de que el Tribunal de Apelaciones haya dejado temporalmente sin efecto la sentencia de la Corte de Comercio Internacional de EEUU en la cual declaraba ilegales estos aranceles al considerar que Donald Trump se había extralimitado en sus competencias.
El endurecimiento de la política exterior golpea a una Alcoa que tan solo cuenta con dos plantas de aluminio en su Estados Unidos natal (la de Massena West y Warrick), en las que concentra alrededor de un 12% de su capacidad de producción a nivel mundial.
El golpe del apagón en San Cibrao
Con los aranceles de Trump como telón de fondo, la compañía ha rubricado un acuerdo clave para dar entrada a Ignis Eqt en el accionariado de su complejo de San Cibrao, pero al mismo tiempo ha sufrido el golpe del apagón del pasado mes de abril. Y es que 27 de las 41 cubas que estaban en proceso de reactivación, quedaron inservibles debido a la solidificación del metal, lo que implica un proceso costoso y prolongado para su recuperación.
Es por ello que la firma que capitanea Bill Oplinger ya ha avanzado que no será capaz de cumplir los compromisos firmados en el acuerdo de viabilidad, que pasa por tener la planta con las cubas ya operativas a finales de año, por una “causa de fuerza mayor”. En este sentido, la multinacional ha avisado de su negativa a retomar el rearranque de la factoría de aluminio primario sin que se conozcan las causas del episodio de suspensión del suministro.
“Si la red no entiende lo que ha pasado, es muy difícil tener un negocio electrointensivo en un lugar que no puede garantizar que el suministro eléctrico se mantenga”, explicó recientemente Bill Oplinger, que ha reclamado compensaciones frente a cortes de suministro.
Frente a este planteamiento, el comité de empresa en San Cibrao ha acordado con sus abogados que «empiecen a estudiar la posibilidad» de interponer una demanda o querella «por incumplimiento» de la empresa del plan de arranque.