Alcoa, misión imposible: huelga y crisis energética agravan sus pérdidas y sus pretendientes paran producción

Sidenor y Aldel, dos de las empresas que se interesaron por la planta de San Cibrao, frenan su actividad debido a los precios de la electricidad; Alcoa continúa produciendo pero sin sacar aluminio al mercado debido a la huelga

El acuerdo firmado entre Alcoa y comité de empresa se mantendrá en vigor hasta el 30 de abril. EFE/Eliseo Trigo

El acuerdo firmado entre Alcoa y comité de empresa se mantendrá en vigor hasta el 30 de abril. EFE/Eliseo Trigo

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El futuro de la planta de Alcoa en San Cibrao parece haber entrado en un compás de espera mientras todo a su alrededor se llena de urgencias. Con la plantilla en huelga y Alberto Núñez Feijóo pidiendo la intervención de la fábrica desde el púlpito del Debate sobre el Estado de la Autonomía, la crisis energética está sacando al sector de la rentabilidad. En todas las latitudes, pero con especial incidencia en España, donde el coste eléctrico ya era un grave problema mucho antes de la escalada de precios del gas.

Para Alcoa la situación es peliaguda. Continúa con la producción en San Cibrao, pero la huelga que activó la plantilla ante el bloqueo de la venta impide la salida del aluminio al mercado.  La multinacional norteamericana padece el incremento de precios de la energía, pero no se beneficia del aumento de precios del aluminio.

Los datos que ofrece la propia Alcoa indican que cada tonelada de aluminio producida en San Cibrao implica un gasto de 1.671 dólares en energía, frente a los 887 dólares que, de media, pagó la factoría el año pasado y los 580 dólares de media de la industria. La evolución de los precios finales de energía pagados por la planta pasó de una media de 50 euros por MWh en el periodo 2018-2020 a dispararse hasta el entorno de los 90€ por MWh en 2021.

El coste eléctrico de Alcoa en San Cibrao se dispara a casi el doble que el año pasado

Este encarecimiento de la energía también está provocando una escalada en el precio del aluminio. El pasado lunes superó los 3.000 dólares por tonelada, según el LME, la Bolsa de Metales de Londres, el valor más alto desde 2008.

En este tensionado escenario y sin que se vislumbre una solución inmediata al entuerto –sea a través de la intervención de la factoría, la venta o la implementación de un precio energético competitivo–, se antoja fundamental la resolución del recurso de Alcoa contra la sentencia que tumbó el ERE y le obligó a mantener operativas las cubas de electrolisis. El Gobierno tiene esa espada de Damocles sobre la cabeza, pues una resolución desfavorable colocaría en una posición de fuerza a la compañía a la hora de negociar o clausurar las instalaciones, pero no hay ninguna solución alternativa a corto plazo sobre la mesa, para estupor de los trabajadores.

El coste eléctrico de Alcoa en San Cibrao se dispara a casi el doble que el año pasado

Los interesados en Alcoa pisan el freno

El complejo entorno derivado de la crisis energética se percibe claramente en algunos de los que, en su momento, se interesaron por adquirir la planta de San Cibrao. El grupo vasco Sidenor decidió con carácter de urgencia parar el 30% de los días productivos hasta el 31 de diciembre debido a lo que considera un precio “desorbitado” de la energía.

Otro de los que presentaron candidatura para comprar la factoría lucense y sigue el mismo camino que Sidenor es la holandesa Alder. El director ejecutivo de la compañía, Chris McNamee, anunció que su planta en Delfzijl estará inactiva hasta principios del año que viene. Alder pidió compensaciones al Gobierno holandés, pues asegura que compite en desigualdad de condiciones con las fábricas alemanas y francesas. También se ha visto obligada a renegociar un contrato con Glencore en el que se comprometía a suministrar 180.000 toneladas de aluminio al año.  

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