EiDF tendrá que esperar: la CNMV le requiere más información para volver a cotizar

La compañía gallega considera “normal” la petición del supervisor de los mercados y espera entregar la información adicional solicitada en breve una vez hecho público un adelanto de los datos del 'forensic' realizado por Deloitte

Fernando Romero, CEO de la compañía EiDF, especializada en instalaciones de energía solar fotovoltaica, durante el estreno de la compañía en el BME Growth /EFE / Esther Egea

Fernando Romero, CEO de la compañía EiDF, especializada en instalaciones de energía solar fotovoltaica, durante el estreno de la compañía en el BME Growth /EFE / Esther Egea

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EiDF tendrá que esperar para volver a cotizar en bolsa. La Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) considera que la información facilitada por el grupo gallego la pasada semana tras la reformulación de sus cuentas no es suficiente para levantar la suspensión que se le aplicó el pasado abril por retener información privilegiada. La compañía de Barro, que cotizaba en el BME Growth desde julio de 2021, no fue capaz de formular en tiempo las cuentas relativas al ejercicio 2022 debido a que su auditora, PWC, se negó a avalarlas al detectar incidencias contables. Por ello, la compañía contrató a Deloitte para llevar a cabo un análisis forensic.

El pasado jueves, la compañía anunció la reformulación de sus cuentas, que vienen con salvedades de su auditor, PWC, así como aportó extractos del forensic realizado por Deloitte. En todo caso este informe no se habría hecho público de forma íntegra. Según fuentes consultadas por Economía Digital de Galicia en este extremo se situarían las reclamaciones de información adicional de la CNMV, que entiende que los inversores del antiguo MAB deben conocer más datos para tener una imagen exacta de la situación de la compañía en 2022.

Por otro lado, fuentes de la compañía indicaron en la tarde del lunes a este medio que “prestarán toda la colaboración necesaria del mismo modo que han estado haciendo en todo el proceso” y que responderán en el menor plazo de tiempo posible a las reclamaciones adicionales de la CNMV, que enmarcaron dentro de la «normalidad».

Reformulación de cuentas

Hasta el lío con PWC, la trayectoria ascendente de los de Fernando Romero en el antiguo MAB parecía imparable ya que, al calor de la energía verde y el autoconsumo fotovoltaico, en dos años logró revalorizarse más de un 600%. La pasada semana, la compañía comenzó a poner los cimientos para poder regresar a la cotización presentando las cuentas reformuladas del ejercicio 2022. Con el informe de Deloitte, concluido el pasado 26 de julio, la firma pontevedresa procedió a ajustar sus resultados, que presentaban un ajuste contable de 1,7 millones de euros en su facturación, quedando esta esta en 369,9 millones de euros, una cifra, aseguraron, que supera en un 23,6% las previsiones iniciales del grupo. El resultado consolidado del ejercicio arrojó unas pérdidas netas de 2,7 millones de euros frente al positivo de 1,1 millones de 2021.

La publicación de las cuentas vino acompañada, como es habitual, con el informe de su auditor, PWC, que presentó salvedades. En el mismo, determinó que existen «debilidades significativas en el modelo de gobierno corporativo y el sistema de control interno de la sociedad dominante, las cuales afectan, esencialmente, al área de gestión de contratos, seguimiento de proyectos y partes vinculadas». También añade: «No nos es posible asegurar totalmente que no pudieran surgir otras cuestiones no identificadas hasta el momento que, en su caso, pudieran suponer otros posibles errores y/o contingencias no recogidas en las cuentas anuales consolidadas adjuntas adicionales a las ya corregidas por los administradores».

Fondo de maniobra

Una de las grandes dudas que arrojaba el informe de PWC se encontraba en el futuro de EiDF como empresa en funcionamiento, teniendo en cuenta que a finales del año pasado presentaba un fondo de maniobra negativo de 20,9 millones de euros. No obstante, la firma indicó ya en su comunicación del pasado jueves que habría solventado esta situación presentando en la actualidad un fondo de maniobra positivo de 12,5 millones de euros, algo que habría logrado con ventas y renegociaciones. Así, habría logrado enderezar la situación con una amortización de pagarés de 13,2 millones de euros, la venta de contratos de energía PPA por 26 millones de euros y un acuerdo con Iberian Direct Lending Fund para evitar las penalizaciones (waiver) de un crédito de 19,5 millones.

Y mientras continúan las incógnitas sobre cuándo podrá regresar a la cotización en el BME, la compañía comunicó este lunes nuevas medidas encaminadas a mejorar su gobierno corporativo, uno de los requerimientos, por ejemplo, de Deloitte. Así, EiDF acordó el nombramiento de cuatro nuevos consejeros.

Incorporaciones al consejo

El pasado viernes, el órgano de dirección del grupo, aprobó la incorporación como consejeros de Laura Bravo Ramasco, Guillermo Poch Sala, Laura Zendrera Roig y Tiago Moreira da Silva, cargos que, en principio, serán ratificados en la junta general de accionistas que se celebrará el próximo 21 de septiembre, con el objetivo de “proporcionar su experiencia y conocimiento en la nueva etapa de crecimiento de la compañía”, que eleva de seis a diez los miembros de su órgano rector.

Junto a estos nombramientos, la firma someterá a los accionistas el examen y la aprobación de las cuentas de 2022, las presentadas con ajustes la semana pasada.

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