Escalada en el precio de la energía, que complica más el futuro de la planta de Alcoa en San Cibrao

El precio de la electricidad para la industria gallega se dispara un 46% en lo que va de año y añade más presión al proceso de venta de Alcoa-San Cibrao

Alcoa

Imagen de archivo de la planta de Alcoa en San Cibrao. EFE

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Más presión para la gran industria gallega. El precio de la energía vuelve a dispararse en España tras la tregua de un año 2020 marcado por el coronavirus. Así lo certifican los datos de la Asociación de Empresas con Gran Consumo de Energía (AEGE), que revelan que el coste del megavatio por hora se ha disparado hasta los 65,9 euros, de modo que, por ejemplo, una compañía española tiene que pagar el doble que una francesa por el suministro energético.

El precio de la energía se ha incrementado un 46% en lo que va de año (cerró 2020 instalado en los 45,2 euros el megavatio) y vuelve a erigirse como una pesada losa en la estructura de costes de la gran industria gallega. Esta situación añade un grado más de dificultad a la situación de la planta de Alcoa en San Cibrao, para la que se busca nuevo dueño y cuyo principal candidato (Liberty) se ha visto envuelto en una crisis por la quiebra de su principal financiador (Greensill).

Así se desglosa la factura de la luz

El precio de la energía añade una desventaja competitiva a la industria gallega frente a sus competidores europeos. Y es que según los últimos datos que figuran en el último Barómetro Energético de la AEGE, el precio final del megavatio hora en España dobla a los 32,9 que tiene que abonar la industria francesa y superan en algo más de un 50% a los de la alemana (41,2 euros).

Todo ello, a pesar de que el precio en el mercado mayorista de la electricidad (pool) en los tres países es similar. Este se mueve entre los 46,4 euros el megavatio hora de Francia y los 56,5 euros de España, pasando por los 53,9 de Alemania. Sin embargo, la factura de la luz en España se ve engordada por 12,5 euros el megavatios en costes regulados (frente a los 0,7 euros de Francia) o los 2,9 euros por megavatio en recargos e impuestos. Además, las compensaciones por CO2 abaratan el recibo en unos 6 euros el megavatio en España, algo menos de la mitad que los 13 de Alemania o Francia.

El precio para ser rentable

De esta forma, el precio de la electricidad vuelve a añadir incertidumbre sobre una planta de aluminio de San CIbrao sobre la que el propio presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, aseguraba el pasado mes de octubre que «a 45 euros el megavatio no se puede producir una tonelada de aluminio. Es imposible«, apuntaba.

Por aquel entonces, el importe que la industria gallega debía abonar por el recibo de la luz era un 32% inferior al actual y el presidente de la Xunta de Galicia abogaba por rebajarlo aún más hasta situarlo en una horquilla de entre «30 y 35 euros el megavatio». Estos precios serían, de alcanzarse, prácticamente la mitad que los 65,9 euros que se registran actualmente en España y que amenazan con acentuar la crisis de la industria gallega y, en particular, la de Alcoa-San Cibrao.

¿Compradores al margen de Liberty?

Este 30 de abril concluye el plazo para que el Gobierno (a través de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales) y Alcoa sellen un acuerdo para el traspaso de la planta, aunque las posturas siguen estando distanciadas.

Alcoa ha propuesto a la SEPI la venta de la planta por un euro, así como una «gran cantidad» de efectivo siempre y cuando se le garantice «indemnidad» en caso de posibles reclamaciones en el futuro. Por su parte, el secretario general de Industria, Raül Blanco, ha defendido que esa cláusula de indemnidad es algo «que las administraciones públicas no pueden admitir», dejando una negociación encallada y con incertidumbre por partida doble.

A la falta de entendimiento entre Alcoa e Industria se suma la incógnita de quién será el nuevo dueño de la planta. La SEPI actuaría como intermediario antes de traspasar la planta a un nuevo comprador y hasta ahora el nombre propio de Liberty brillaba con luz propia. Pero la crisis que el grupo capitaneado por Sanjeev Gupta sufre en Reino Unido tras la quiebra de su principal financiador ha puesto cuesta arriba la operación hasta el punto de que el Gobierno ha reconocido contar con otras ofertas. A falta de que se desvelen los nombres, los focos apuntan a Aludium y a Alibérico (grupo capitaneado por el empresario gallego, Clemente González Soler).

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