Fuga de clientes y dinero: la pesadilla en las ‘telecos’ se eterniza

Las grandes compañías telefónicas vuelven a dejarse un buen pellizco durante el verano. Telefónica resiste, pero Orange y Vodafone sufren

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Ya están todas las cartas sobre la mesa. La presentación de resultados hasta septiembre de Orange, Vodafone, Telefónica y MásMóvil revela que la presión a la baja a los precios siguió golpeando un año más a algunas de las grandes firmas, si bien las pequeñas aprovecharon el contexto del mercado, con suficientes clientes dispuestos a cambiar de compañía, para seguir creciendo. 

El consenso de la industria está claro: el volumen de negocio del sector sigue sin remontar. Uno de los motivos es la existencia de cuatro operadores consolidados, que provoca que la línea de ingresos de los grandes se estanque, mientras las necesidades de inversión de cara al futuro no desaparecen. 

A ello se suma la voluntad de los organismos de competencia, que no están dispuestos a que haya concentraciones en el medio plazo, y la de los operadores, que han terminado rebajando mucho los precios en periodos de alta captación e incluso han lanzado sus propias marcas de bajo coste para pelear por los clientes que se mueven pensando en el precio.

La tendencia está instalada desde hace tiempo y se puede cuantificar cuánto ha costado. La cifra de negocio de la industria es muy inferior a la registrada hace una década. De acuerdo a datos de la Comisión Nacional del Mercado y la Competencia (CNMC), los operadores ingresaron en 2008 cerca de 36.872 millones de euros en productos y servicios comercializados a sus clientes, mientras que el pasado año la cifra alcanzó los 25.239 millones de euros.

Orange y Vodafone sufren en ingresos

Orange y Vodafone son las compañías que más sufrieron durante este tercer trimestre en ingresos. La primera dejó de crecer y la segunda siguió perdiendo volumen de negocio desde que decidió dejar de dar el fútbol en su televisión de pago, dejando a merced de sus rivales gran parte de sus abonados.

Conjuntamente, tomando los datos del tercer trimestre presentados por los operadores, representan mejor que nadie el mal que vive el sector telco: los ingresos de Orange cayeron el 2,5% y los de Vodafone lo hicieron a doble dígito (-10%) respecto al mismo periodo del año anterior. 

No dejan de ser casos distintos. La compañía naranja vio menguada su facturación en la división de solo fijo y solo móvil, mientras la mantuvo en los convergentes (gracias al fútbol) y la disparó en los mayoristas; la filial de la británica siguió sufriendo, aunque un poco menos, por su reposicionamiento en el mercado, en el que cada vez ve con más resignación volver a crecer gracias a su marca de bajo coste Lowi.

Telefónica resiste en su estrategia

Ante la caída de ingresos del segundo y tercer operador en España, Telefónica, el primero, resiste. Su línea de ingresos se mantiene prácticamente plana, aunque consigue que crezca gracias a su estrategia de más por más: más servicios, no siempre solicitados por el cliente, a cambio de subidas selectivas en las tarifas.  

Así ha conseguido que, por ejemplo, haya aumentado sus ingresos convergentes durante el verano, pese a, incluso, perder clientes de televisión. Son los que aportan más dinero porque contratan servicios conjuntos (líneas de móvil, internet y televisión).

Ya lo explicó Ángel Vilà, presidente de Telefónica España, en la presentación de resultados ante los analistas. Destacó que, pese a la bajada de abonados de este verano, siguen añadiendo «clientes de TV de pago de mayor valor».

A los peligros del exterior se añaden otros que Telefónica tiene en casa. El lanzamiento de su propia marca de bajo coste, O2, puede canibalizar parte de su propia red de clientes, es decir, que aquellos que son de Movistar opten por, sin salir del grupo, cambiar a su marca barata para pagar menos.

La compañía siempre se ha mostrado tranquila al respecto, porque defiende que el 85% de nuevos clientes de O2 proceden de otras compañías.

Quién pesca en río revuelto: MásMóvil y Digi

Los beneficiados durante este año, como ya pasó en el anterior, fueron los operadores que seducen a los clientes con ofertas más sencillas y baratas. MásMóvil lleva tiempo liderando este segmento. Con sus distintas marcas (Yoigo, Pepephone, Lebara y la propia MásMóvil) está a la cabeza de las portabilidades móviles —irse a la competencia manteniendo el número de teléfono— frente a las fugas que se producen en las grandes compañías. 

¿El resultado? El aumento de los ingresos por servicios, de acuerdo a sus últimas cifras, fue del 23% y el crecimiento en número de clientes de banda ancha y postpago móvil alcanzó el millón —suma ya más de 8 millones en total— durante los nueve primeros meses del año. 

La oportunidad de los pequeños: MásMóvil aumenta sus ingresos en un 23% mientras que Digi lo hace en un 52%

Digi es un fenómeno nuevo. Aunque lleva tiempo presente en el mercado, este ejercicio está siendo importante para la compañía: está desplegando parte de sus ofertas de fibra en varias ciudades de España, con aperturas escalonadas, y está siendo uno de los líderes de portabilidades móviles cada mes, doblando sus propias cifras respecto hace un año.  

Se trata de una compañía todavía desconocida para el gran público en España, pero muy conocida en su país de origen: Rumanía. Digi cotiza en la Bucharest Stock Exchange con una capitalización bursátil que asciende a los 2.700 millones de euros. Llegó a España como un operador centrado en el público rumano, pero su popularización ha provocado que siete de cada diez clientes ya sean españoles.

La compañía ha sido la última en presentar sus resultados. Facturó 137,9 millones de euros en España, anotándose un crecimiento del 52%, y sus clientes, sumando móviles y paquetes convergentes con fibra, son ya 1,78 millones, un 42,5% más respecto al mismo periodo del año anterior.

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