Ni el Covid-19 impulsa el teletrabajo en España

Varios estudios sugieren que la relación de España con el teletrabajo ha mejorado levemente por la pandemia, pero sigue habiendo muchas reticencias

Persona en teletrabajo. EFE/EN/Archivo

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Antes de la pandemia de coronavirus, la implantación del teletrabajo en España estaba a medio camino de la media europea del 15%, según datos de la UE de 2018.

El país llegó a la emergencia de la Covid-19 siendo el número 21 de los 29 estados europeos en materia de trabajo a distancia, y aunque no hay aún cifras homologadas de su evolución en 2020 hay datos que indican que algunas cosas han cambiado… y otras no tanto.

El reciente estudio sobre los efectos de la crisis sanitaria, social y económica en la vida de los españoles elaborado por el Centro de Investigaciones Sociológicas señala que una cuarta parte de quienes estaban trabajando a finales de noviembre empezó a hacerlo desde casa en el contexto pandémico, mientras que menos del 6% ya teletrabajaba cuando estalló la emergencia. Pero casi un 40% sigue yendo a su lugar de trabajo como lo hacía antes.

Al hacer este sondeo, los encuestadores del CIS no leyeron la que acabó siendo la segunda respuesta más común entre los entrevistados: «mi trabajo no me permite teletrabajar«.

El 28,3% afirmó que, por las razones que sean —la naturaleza de su trabajo, la política de empresa, la preferencia personal— no puede permitirse el trabajo remoto, lo que aunado al 40% que dice no hacerlo indica que la mayoría de los españoles no teletrabaja.

En 2019, según un estudio de Randstad, siete de cada diez trabajadores españoles manifestó su deseo de teletrabajar pero la empresa no se lo permitió.

Ciertamente, la pandemia ha transformado la percepción del teletrabajo; las autoridades lo recomiendan, se ha aprobado su regulación en el Congreso y, durante tres meses, se convirtió en la norma. Pero las características de la economía española ponen límites a la profundidad de su implantación.

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Implantación del teletrabajo en España, según una encuesta del CIS realizada entre el 23 y el 26 de noviembre de 2020

El teletrabajo… ¿llegó para quedarse?

Lo más probable es que quien teletrabaja en España en la recta final de 2020 lo haga, o intente hacerlo, todos los días y que además se sienta muy satisfecho al respecto. 

Según el CIS, el 65% de los que trabajan en casa lo hace a diario, el 12% en torno a una semana al mes, el 9,3% menos de dos semanas al mes y el 9% menos de cinco días al mes. Adicionalmente, casi un 80% califica su experiencia teletrabajando como muy o bastante satisfactoria.

Ese 20% que no ve tan agradable el teletrabajo está cargado de razones: la mitad lo achacan a dificultades en la coordinación de las labores, y en torno a una cuarta parte cree que ahora trabaja más que antes de tener que hacerlo en casa, que no se respetan sus horarios y le ponen a trabajar a cualquier hora, o que su situación de soledad o aislamiento social es incompatible con el teletrabajo.

El Gobierno central y los ejecutivos autonómicos subrayan constantemente la importancia de que, quien pueda hacerlo, teletrabaje.

En cuanto los datos epidemiológicos empiezan a crear alarma, los dirigentes piden a los trabajadores un esfuerzo y a los empresarios altura de miras. Durante el confinamiento fue obligatorio teletrabajar cuando se pudiera pero tras el encierro, sin imponerse en remoto, los centros de trabajo volvieron a llenarse.

Los datos de movilidad que millones de móviles en España envían a Google muestran que, a mediados de abril, en pleno confinamiento, los desplazamientos al lugar de trabajo cayeron casi un 70% en toda España, siendo Cataluña y Madrid las comunidades en las que más se notó el teletrabajo.

Pero los mismos datos señalan que, incluso antes de que acabara el encierro, a partir de mayo, la curva de viajes al trabajo volvió a crecer.

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El morado en la gráfica indica los desplazamientos a lugares de trabajo en comparación con las primeras cinco semanas de 2020 | Hugh Sheehy/Google Mobility Report

De junio a ahora, la tendencia del teletrabajo apenas ha variado. La movilidad a los lugares de trabajo se ha mantenido casi siempre por debajo de la media de principios de año, antes de la pandemia, pero con picos periódicos en los que más bien supera la media de enero.

Esto apunta a que los españoles no están yendo en su mayoría todos los días al trabajo, pero que al menos unos días a la semana sí que lo hacen.

Si en abril un 70% de la movilidad al trabajo desapareció por el confinamiento, a finales de noviembre, en plena segunda ola de la Covid-19 y con miedo ya a una tercera ola en 2021, estos desplazamientos apenas representan un 16% menos que en enero. 

En abril la permanencia en la residencia era superior en un 33% a enero, pero en noviembre es del 9%. Ahora, vamos un 34% menos a las estaciones de transporte público, frente al 81% menos en abril.

Un estudio de la Fundación Europea para la Mejora de las Condiciones de Vida y de Trabajo (Eurofound) complementa estos datos.

Consultados en junio y julio sobre su lugar de trabajo «durante la pandemia» (que no había acabado entonces ni ahora, pero esa fue la pregunta), el 51,5% de los españoles dijeron que trabajaban desde casa, lo que en el contexto de esa encuesta era superior a la media del 45% en los países de la UE.

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Implantación del teletrabajo en Europa durante la crisis del coronavirus, según una encuesta hecha en junio y julio de 2020 | Eurofound

«España necesita impulsar el teletrabajo»

El centro de políticas económicas de Esade ha publicado este mes de diciembre un análisis sobre la situación actual del teletrabajo en España, elaborado por Raquel Sebastián, investigadora de la Universidad Complutense de Madrid.

La analista tilda de «decepcionantes» las cifras de teletrabajo en España, aunque aún no existen estudios que confirmen verdaderamente cuál ha sido la tendencia en el año de la pandemia.

Con datos europeos hasta 2018, la investigadora muestra que, mientras la media de teletrabajo entre asalariados en Europa es del 11,6%, en España cae al 3,6%; asimismo, los autónomos europeos teletrabajan en una cuota del 35,9%, frente al 28% en España. También señala que los profesionales, técnicos y directivos son los más proclives a trabajar en remoto en el país.

Hasta 2018, siempre según los datos recogidos por Esade, los sectores con más teletrabajo permanente o esporádico eran el educativo, el profesional o científico, o el comercial, mientras que el resto de industrias tiene una implantación mínima. 

Además, en España, a diferencia de Europa, la poca importancia del teletrabajo hasta 2018 era similar entre empresas medianas, pequeñas, grandes o microempresas.

Una mujer trabaja desde su domicilio en Madrid. Los jóvenes españoles son más anuentes a teletrabajar debido a la pandemia de coronavirus | EFE/EN/Archivo
Una mujer trabaja desde su domicilio en Madrid. Los jóvenes españoles son más anuentes a teletrabajar debido a la pandemia de coronavirus | EFE/EN/Archivo

Sebastián sugiere que, para explicar la baja implantación del teletrabajo en España, «una variable que puede ser relevante y que en un futuro cercano debería explorarse es el presentismo«.

Y explica: «la preferencia de un gran número de empresas en España por que los trabajadores acudan a sus puestos de trabajo es conocida y obedece en gran medida a lo difícil que resulta evaluar a los trabajadores por objetivos».

Asimismo, «los directivos y profesionales en España, independientemente de la comunidad autónoma donde trabajen, están muy por debajo de sus homólogos europeos en cuanto al número de horas teletrabajadas.

Además, este diferencial es mayor cuanto más grande es la empresa», explica el citado informe. «España necesita impulsar el trabajo a distancia tanto a nivel nacional como regional«, reza una de sus conclusiones.

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