Panificadora Debén encadena su tercer año en números rojos, pero mantiene los cuatro millones en ventas
La compañía, con domicilio social en la avenida de Finisterre de A Coruña, cerró el 2024 con unas pérdidas de 16.989 euros, por encima del saldo negativo de 1.615 euros del año anterior y casi tres veces menos de los 49.000 con los que despidió el 2022

Establecimiento de Tahonas Debén en A Coruña
Con la venta de las panaderías Sanbrandan al fondo de inversión CVC y la compra de Ingapán por Europastry, que en 2019 consiguió el 100% del capital de la compañía lucense, Tahonas Debén se consolidó como la última empresa familiar gallega dedicada al negocio del pan congelado. Panificadora Debén, la sociedad que está tras la compañía, consiguió mantener en 2024 su facturación por encima de los cuatro millones de euros.
En concreto, según la información depositada en el Registro Mercantil y consultada por Economía Digital Galicia, la sociedad cosechó el pasado ejercicio una cifra de negocios de 4,15 millones, ligeramente por encima de los 4,05 del año anterior.
A pesar de mantener la facturación la compañía incrementó las pérdidas pasando de los 1.615 del 2023 a los 16.989 euros. El 2024 es el tercer año consecutivo que la firma cierra en negativo. En todo caso, las pérdidas el año pasado fueron casi tres veces menos que las registradas en 2022 cuando ascendieron a 49.000 euros.
En cuanto al resultado de explotación –el propio de la actividad de la empresa– ha pasado de los 1.875 euros a un saldo negativo de 25.885 euros. La compañía, que maneja unos activos de casi un millón de euros, despidió el 2024 con un patrimonio neto de 651.330 euros, muy próximo a los 679.000 del año anterior.
Tahonas Debén, casi un siglo de trayectoria
Fundada en 1930 por Manuel Debén, abuelo de los actuales gestores, la empresa cuenta con 16 puntos de venta distribuidos por toda el área metropolitana de A Coruña.
“En el año de 1978 el Sr José Debén García dio el primer paso estratégico hacia la creación de su propia red de tiendas en A Coruña capital trasladando y aumentando así esta pequeña industria desde la calle Cuba hasta una industria superior en el polígono de La Grela donde se encuentra actualmente la empresa; instalando las últimas tecnologías para la elaboración de sus productos tanto de panadería como de pastelería; colocando un horno de piedra para garantizar la calidad en todos sus panes; instalando, además, hornos industriales, una zona para elaboración de empanadas y otra sección para la pastelería”, explican desde la compañía.
Tal y como figura en la memoria que acompaña a las cuentas, la empresa cuenta en la actualidad con una plantilla de 75 empleados –la misma cifra que el año anterior– de los que 58 son fijos y 17 eventuales.
Cambio de manos en Sanbrandan e Ingapán
El pasado marzo Industriales Panaderos Agrupados (Ipasa), empresa propietaria de la cadena de panaderías Sanbrandan, pasó a integrarse dentro de Monbake, grupo empresarial navarro capitaneado por el fondo de capital riesgo CVC Capital Partners, especializado en la fabricación de masas congeladas, panadería, bollería y pastelería, tanto en territorio nacional como internacional, con presencia en más de 30 países.
En 2023, último ejercicio del que hay información disponible, Ipasa volvió a la senda de los beneficios tras alcanzar una facturación récord de 26,4 millones, frente a las pérdidas de 561.000 euros del año anterior.
Por su parte, Ingapán cambió de manos en 2017 cuando Europastry, la firma de la familia Gallés, se hizo con el 60% del capital de la compañía de la familia Chousa. Dos años más tarde adquirió el 40% restante.
Europastry, que incrementó en 2023 un 12% sus ventas hasta los 1.506 millones, cerró el primer semestre del actual ejercicio con una facturación de 800 millones, otro 12 % por encima de los alcanzados en el mismo periodo del año anterior. En los primeros seis meses del año también cerró la compra del 60% de la tailandesa Art of Baking, especializada en productos de panadería congelada.
El pasado junio Criteria Caixa, el brazo inversor de la Fundación La Caixa, decidió dejar en stand by la operación para entrar en el capital de Europastry que había anunciado el pasado marzo con la que pasaría a controlar el 20% de la compañía tras una inyección de capital cifrada en unos 280 millones de euros.