Stellantis, incapaz de sofocar la mayor huelga del motor en la historia de Estados Unidos

La plantilla presiona a Carlos Tavares para lograr un aumento salarial del 40%, el mismo que la cúpula aplicó a sus propias retribuciones

Miembros del United Auto Workers (UAW) tras declararse en huelga como respuesta a las negociaciones fallidas con los tres grandes fabricantes de automóviles: General Motors, Ford y Stellantis

Miembros del United Auto Workers (UAW) tras declararse en huelga como respuesta a las negociaciones fallidas con los tres grandes fabricantes de automóviles: General Motors, Ford y Stellantis. EFE/ Mike Mulholland

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Stellantis suspenderá temporalmente a 68 trabajadores en Ohio a consecuencia de la huelga en la industria automotriz en EEUU convocada por el sindicato United Auto Workers (UAW) que afecta a los otros dos grandes fabricantes en el país  (Ford y General Motors).

Según avanza Reuters, la compañía ha anunciado que llevará a cabo acciones similares en sus complejos de transmisión y fundición en Kokomo (Indiana) que podrán afectar a otros 300 empleados.

La huelga ha sido calificada como “histórica” tanto por el número de trabajadores que la secundan (cerca de 13.000) como por ser una acción simultánea contra tres de los grandes protagonistas del sector. 

El sindicato convocó la huelga al considerar que los tres gigantes del motor no cumplieran con sus reclamaciones en las negociaciones mantenidas desde el mes pasado mes de julio. En concreto UAW ha reclamado a las empresas recuperar los beneficios perdidos “hace más de una década, cuando las empresas carecían de liquidez y estaban al borde de la quiebra”, según informaron los medios locales norteamericanos. 

Peticiones de los trabajadores

En concreto, el presidente de UAW, Shawn Fain, ha reclamado un aumento del 40% en el salario de los trabajadores durante los próximos cuatro años. Esta cifra está calculada en función del incremento del salario, del mismo porcentaje, de los directores ejecutivas de las empresas durante los últimos cuatro años, “un momento de ganancias estables” para los fabricantes. 

Entre las reivindicaciones de los empleados también se incluyen la instauración de un nuevo sistema de pensiones, la reducción de la jornada laboral y la sindicalización de los trabajadores de las plantas de producción de baterías. 

La huelga comenzó el pasado viernes en las plantas de montaje de Wentzville, en Misuri, de GM; los de la planta de Toledo, en Ohio, de Stellantis; y los de la planta de Michigan de Ford.  

Por el momento, las negociaciones no han llegado a cristalizar en un acuerdo. Es por ello que desde el sindicato han anunciado que están preparados para ampliar la huelga a más plantas si las negociaciones continúan estancadas. 

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