Atlas Urbano: A Coruña, puente en el eje atlántico
La ciudad herculina refuerza su posición como nodo entre Galicia, la península ibérica y el continente y se consolida como capital económica, financiera y logística de la comunidad
Vista aérea de la ciudad de A Coruña. EFE/Cabalar
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El análisis realizado en el Atlas Urbano de la Sostenibilidad, proyecto editado por Economía Digital Galicia, sitúa a A Coruña en segunda posición en la comparativa entre las principales urbes gallegas y sus respectivas áreas de influencia, impulsada por su notable rendimiento en movilidad, transporte e innovación. La ciudad herculina refuerza su posición como nodo entre Galicia, la península ibérica y el continente consolidándose como capital económica, financiera y logística de la comunidad cuyo papel trasciende la circunscripción autonómica hasta situarse como puente estratégico del eje atlántico europeo.
Con 59,55 puntos sobre 100, el área de A Coruña –en el que se incluyen los concellos de Arteixo, Oleiros, Culleredo y Cambre– muestra los resultados más equilibrados, puntuando alto en casi todos los indicadores analizados, siendo el envejecimiento demográfico en el centro urbano, la notable suburbanización y la situación del mercado vivienda sus principales desafíos.
En concreto, en materia de vivienda, afronta presiones estructurales agudas marcadas por la escasez del suelo urbanizable y por el fuerte encarecimiento de los precios de compra y alquiler. Los precios residenciales son de los más altos de la comunidad, con el coste por metro cuadrado más alto de la comunidad para compra, con 2.575,33 euros por metro cuadrado, y para alquiler, con 10,3 euros por metro cuadrado.
A ello hay que sumar la expansión de las viviendas turísticas y la escasez de vivienda pública asequible, que alimentan procesos de gentrificación incipiente, exclusión residencial y polarización socioeconómica, además de los desafíos de eficiencia energética y accesibilidad que plantea un parque de viviendas en el que más del 80% de los inmuebles supera los 20 años de antigüedad.
Buena salud de la red de transporte
La robusta infraestructura de transporte, con seis veces más hectáreas dedicadas que la media europea, posiciona a A Coruña como un centro logístico principal en el noroeste peninsular. A pesar de la calidad de dicha infraestructura la dependencia del vehículo privado es alta, con una tasa de 46,1 vehículos por 100 habitantes.
Por otro lado, cuenta con 33,8 km de carril bici, el más extenso del área, pero por debajo de los estándares europeos (más de 50 km). En cuanto al uso del transporte público, solo concentra el 11,4% de los viajes no obligatorios, reflejo de las limitaciones en cobertura, frecuencia y conectividad.
La ciudad refuerza su posición logística y de transporte intermodal con Punta Langosteira como apuesta estratégica para los flujos marítimos. El aeropuerto de Alvedro consolida su conectividad tanto nacional como internacional mientras que el transporte ferroviario juega un papel creciente aunque la red de cercanías continúa siendo una asignatura pendiente.
Sostenibilidad ambiental e innovación y tecnología
La ciudad herculina y su área de influencia cuenta con una buena calidad del aire pero altas emisiones de gases de efecto invernadero, que llega a duplicar las de concellos limítrofes. No obstante, los indicadores de calidad del aire son favorables en comparación con los de la península.
En cuanto a la innovación, muestra un ecosistema desequilibrado con A Coruña ejerciendo una hegemonía (49 de 64 empresas tecnológicas, 18 de 24 startups, 865 de 1.100 empleos tecnológicos) en un área en el que los concellos periféricos tienen una presencia tecnológica testimonial. Este contraste evidencia las limitaciones estructurales de un sistema territorial incapaz de tejer una red homogénea.
El reto demográfico
A Coruña muestra signos visibles de estancamiento poblacional en el núcleo urbano, especialmente en barrios históricos, siguiendo en cierto modo las tendencias del arco atlántico europeo.
De los concellos analizados A Coruña es el que muestra la edad media más elevada, con 46,7 años, mientras que los periféricos muestran un cierto rejuvenecimiento poblacional. Tal es el caso de Arteixo es de 42,3 años y en el de Culleredo de 43. En cuanto al índice de envejecimiento, asciende al 2,03% en la ciudad herculina, frente al 1,1% de Arteixo o Culleredo.
El papel del turismo
El del turismo es el único indicador que muestra un comportamiento “regular” debido, principalmente, a la presencia de un ecosistema con una clara concentración de flujos y servicios en A Coruña capital, que se configura como nodo principal, especialmente en el tráfico de cruceros. El 68,3% de los pasajeros de cruceros que llegan a la comunidad lo hacen por el puerto coruñés posicionando la ciudad como el principal hub marítimo de cruceristas del noroeste.
En cuanto a la ocupación hotelera, la duración media de las estancias es de 2,36 días, situando a A Coruña como destino urbano de referencia en Galicia, aunque aún corta comparada con otros destinos atlánticos.
Estructura económica
Las actividades portuarias, la intermediación financiera, los seguros, las telecomunicaciones, los medios de comunicación y los servicios empresariales avanzados destacan en una estructura económica con una base terciaria consolidada.
A Coruña tiene tasas de actividad (53,7%) y de ocupación (49,5%) inferiores a los concellos periféricos, aspectos previsiblemente relacionados con el envejecimiento y la concentración de la población inactiva. Por otro lado, aunque concentra un 12% del PIB gallego, el índice de Gini (32,7%) es significativamente más alto que en los municipios periféricos y la media de la UE.
En cuanto a las pensiones, el promedio de 1.257 euros es ligeramente inferior a la de la media europea aunque superior a la de los concellos vecinos, según los datos recogidos por el Atlas, cuya tercera edición contó con la colaboración de las diputaciones de A Coruña y Lugo, así como por empresas como Sogama, Iberdrola, Reganosa, Espina (Valtalia) y Viaqua.
