| Entrevista

Besteiro (PSOE): «Un nuevo Gobierno serio debe desarrollar las capacidades energéticas de este país, no menguarlas»

El candidato del PSdeG a la Xunta, José Ramón Gómez Besteiro, indica a ED Galicia que tiene "confianza ciega" en que el próximo domingo "los y las gallegas votarán por un cambio solvente"

José Ramón Gómez Besteiro, candidato del PSdeG a la Xunta de Galicia

José Ramón Gómez Besteiro, candidato del PSdeG a la Xunta de Galicia. EFE/Cabalar

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El candidato del PSdeG a la Xunta de Galicia, José Ramón Gómez Besteiro, culmina un año frenético. En marzo del año pasado regresó a la primera línea política, tras siete años apartado del foco mediático tras ser investigado por la jueza Pilar de Lara en relación a varios delitos, todos ellos archivados. El lucense, que se define como «paciente y resistente», inició entonces una carrera ascendente, que lo llevó a la Delegación del Gobierno, al Congreso y ahora, a la lucha por el Gobierno autonómico. Con un apoyo total por parte de Ferraz —Pedro Sánchez se ha volcado en esta campaña autonómica– asegura que si llega a la Xunta no será como un apéndice. Tiene claro que la responsabilidad de los dirigentes autonómicos «no es solo la de reclamar al Estado, sino la de conseguir captar inversiones y proyectos» y sobre un eventual bipartito con el BNG de Ana Pontón, al alza en las encuestas, solo tiene claro que el Gobierno que salga de las urnas ha de ser «solvente». Así, preguntado por la cuestión eólica, foco de debate y fricciones entre los partidos del arco parlamentario, defiende la máxima de que, «siempre desde el total respeto al medio ambiente», el Ejecutivo que vaya a liderar Galicia «tendrá que poner su empeño en desarrollar todas las capacidades energéticas que tiene este país y no menguarlas ni condicionarlas».

El año pasado regresó a la política activa tras siete años en el dique seco. Uno de los grandes retos que se le presuponía a la hora de abordar estas elecciones era recuperar el nivel de conocimiento que tenía. ¿Cómo ha sido ese proceso?

La verdad es que fue toda una aventura, ya de inicio, luchar contra el reto que suponía mi nivel de conocimiento entre el electorado después de tantos años fuera. Pero es una aventura positiva y que, además, creo que va a ser valorada por los gallegos y las gallegas. La realidad es que soy un candidato que, al final, surge apenas hace tres meses, por lo que teníamos que luchar un peldaño más que lo demás, pero ahí estamos.

Esta campaña de las elecciones gallegas también tiene un marcado prisma estatal. Desde el PSOE insisten en que se trata no solo de un examen a Rueda, sino al propio Feijóo. ¿Cree que eso moviliza más al electorado, de uno y otro lado?

La verdad, tengo la impresión de que, con independencia de esta campaña y del resultado de la misma, Feijóo a nivel nacional está en el tiempo de descuento. Lo está desde que el pasado 23 de julio situó el listón de su éxito o fracaso en ser presidente del Gobierno. No lo fue, las urnas dijeron otra cosa y el Congreso articuló una mayoría que permitió que Pedro Sánchez revalidase su cargo. A partir de ahí, todo es tiempo de descuento para Feijóo y, efectivamente, si no es capaz de mantener la mayoría aquí en Galicia será una debacle para el Partido Popular pero, insisto, al margen de todo, creo que Feijóo ya está en proceso de amortización.

Con independencia de esta campaña y del resultado de la misma, Feijóo, a nivel nacional, está en el tiempo de descuento

Feijóo a un lado, lo cierto es que no se recuerda un desembarco tan masivo de cargos de Ferraz en unas autonómicas gallegas. Pedro Sánchez lo ha acompañado estos quince días y cerrará la campaña con usted en Santiago. ¿Qué es lo que le dice?

Lo que se escenifica es un proyecto socialista global. Estamos todos a una por desarrollar y no perder oportunidades en Galicia como está pasando siempre frente a España. De hecho, siempre hago una comparativa de estos quince años del PP en Galicia y cómo fue evolucionando España. La realidad es que mientras, en los últimos años, España prospera, Galicia se queda mirando. Cuando vienen aquí tanto el presidente del Gobierno como hombres y mujeres con cargos de responsabilidad en el Ejecutivo lo que se transmite es que todos estamos conjugados con el objetivo de que Galicia deje de perder oportunidades, que no pierda la estela del crecimiento y que lo haga con unos principios de redistribución de la riqueza, algo que articula el discurso socialista. Más empleos y más salarios industriales altos generan mayor riqueza y nos da la posibilidad de articular una redistribución de la misma. Más empleos y más derechos y para eso estamos todos los socialistas a una.

Siempre ha criticado el clima de confrontación de Feijóo primero y luego Rueda con el Gobierno central, pero ¿realmente conseguirían más fondos, más proyectos, con una Xunta del mismo color que la administración estatal?

Los presidente autonómicos no pueden solo reclamar, también tiene que conseguir. Yo no voy a ser un presidente que se dedique a reclamar, sino también a ejecutar y a traer. Sino sería todo muy fácil: desde la Xunta reclamar una y otra cosa, que es lo que se ha hecho hasta ahora, pero también hay que dar garantía de conseguir. Hay quien habla de poner palos en las ruedas y hay quien habla de tener las manos libres para reclamar… pero es que las manos lo que tenemos que tenerlas es comprometidas para conseguir cosas para la comunidad, en aterrar proyectos, en adelantar inversiones, en definitiva, lo que tenemos que hacer es adelantarnos a la hora de aprovechar las oportunidades que están fuera de Galicia. No podemos perder tiempo porque los próximos años van a ser absolutamente claves a la hora de captar oportunidades muy importantes. Esa gran oleada de fondos europeos que tenemos por delante va a ir dirigida a grandes inversiones, tenemos que estar preparados para eso y tenemos que saber dónde queremos colocar esas inversiones. En definitiva, en los próximos años se deben tomar decisiones trascendentales para Galicia, y quien esté en la presidencia de la Xunta no puede solo reclamar, sino conseguir proyectos.

Quien esté en la presidencia de la Xunta no puede solo reclamar, sino conseguir proyectos.

Hablemos de proyectos industriales. Ha llegado a decir que la sociedad mixta Recursos de Galicia impulsada por la Xunta para promover proyectos con las empresas relacionados con la energía y la minería está planteada como un «chiringuito». Entiendo que si llega al Gobierno, como mínimo, habrá cambios en su planteamiento…

Habrá un replanteamiento total porque nosotros no defendemos una sociedad de explotación de recursos naturales mixta, donde el 30% está en manos de la Xunta y el 70% en manos privadas. Reivindicamos un instrumento eficaz, una sociedad 100% pública, donde no solo debe estar la Xunta sino también el mundo municipal ya que las entidades locales tiene capacidad de gestión de gran parte de recursos naturales, especialmente lo que son las energías renovables. Pero además, esa sociedad debe promover actuaciones energéticas estratégicas, es decir, aquellas relacionadas con capacidades industriales capaces de generar empleo. La reindustrialización debe servir para generar empleos y para conseguir salarios más altos. Tenemos que ver si somos capaces o no de aprovechar las sinergias positivas entre energía e industria. Vamos a priorizar que toda esa energía se ponga al servicio de la industria, porque, energía limpia y, además, más barata, va a ser un imán para atraer nuevas industrias.

Haremos un replanteamiento total de la sociedad de explotación de recursos naturales, queremos un vehículo público

Hace unas semanas, cuando Alcoa amenazaba, de nuevo, con una salida del país, llegó a abrir la puerta a la intervención pública, una posibilidad que ahora parece ya lejos, tras alcanzarse, de momento, un nuevo compromiso, pero, como candidato a la Xunta y lucense, ¿Cuáles son los pasos a seguir para dar, de una vez, tranquilidad a la plantilla?

Para que haya tranquilidad lo primero es poder garantizar si realmente se está por cumplir el acuerdo que cerraron los trabajadores con la empresa. Porque a lo mejor cuando hablamos de intervenir a una empresa, lo que estamos diciendo es que no consideramos que ese acuerdo deba ser cumplido y, en verdad, lo primero que tenemos que hacer es garantizar que se da firmeza a ese acuerdo que firmó la gran mayoría de la plantilla con la industria. No estamos porque se incumpla ese acuerdo, sino porque se cumpla. Y una vez que se cumpla, seguiremos con las medidas de apoyo a las iniciativas empresariales en marcha y que deben ser respaldadas. Por cierto, no solo por el Estado, sino por la Xunta. Porque es que aquí parece que la Xunta del PP solo está de observadora y de directora de lo que tienen que hacer otros. Y no, aquí hay que implicarse en ese seguimiento y apoyo de iniciativas industriales. Y si ese convenio fracasase, y no fuese culpa de nadie, es cuando se estudiarían otras posibilidades de respaldo por parte de las administraciones, Xunta y Estado. Pero, primero, no desfocalicemos el problema, no vaya a ser que le estemos haciendo un favor a quien no queremos. Nuestro objetivo primero debe ser que se cumpla ese acuerdo al que llegaron los trabajadores y no debemos desviar la atención. Si no, parece que los ahora defienden la intervención, de izquierdas y de derechas, lo que están es en contra del acuerdo de la plantilla y los trabajadores.

Me quedo en Lugo… El PP ha acusado al Ejecutivo central y al PSOE en muchas ocasiones de no respaldar el proyecto de la fábrica de fibras textiles de Altri. ¿Cree que es viable, dado la elevada cantidad de ayudas públicas que esperan conseguir?

Hace un mes que se presentó el proyecto de gestión y el documento de negocio de la empresa. Hace un mes y saben que ese expediente deberá remitirse a la Unión Europea para que viabilice las posibilidades de recibir fondos europeos, porque no es solo una decisión del Gobierno de España. Ese proyecto y ese modelo de negocio también debe pasar el filtro de la UE. Desde luego, el proyecto va a tener el respaldo del Gobierno de España, de los socialista y de la Xunta en el caso de que los gallegos y las gallegas non den su confianza el próximo domingo. Pero, evidentemente, hace un mes que esa documentación que hacía falta se presentó completo. Por tanto, una vez más, las mentiras del PP, el ánimo de poner palos en las ruedas, pasa por responsabilizar a todo el mundo menos a ellos. Llevan un año y medio cargando contra el Gobierno central y ahora se constata que el proyecto completo y el modelo de negocio se presentó hace tan solo un mes y debe pasar por una fase de estudio. Nuestro apoyo es decidido, pero debe pasar también el filtro de la Unión Europea. Y, en todo caso, a lo que se resiste el Partido Popular es a decir que si va a hacer una aportación de fondos públicos al proyecto, si realmente lo considera estratégico. Eso se hace en otras comunidades autónomas y lo que me sorprende es que, después de dos años de polémica, el PP nos sea capaz de decir cuánta financiación va a aportar ese proyecto que, supuestamente, era totalmente conocido por la Xunta pero cuya documentación completa, insisto, llegó hace un mes a las dependencias del Ministerio de Industria.

Hay encuestas que ven posible que el próximo domingo haya un cambio de Gobierno en Galicia que pasaría por una alianza entre el PSdeG y el BNG. En el Ejecutivo de Touriño y Quintana hubo disensiones por la cuestión eólica, ahora muy en el debate político. Si hay un bipartito, ¿cree que serán capaces de llegar a acuerdos en este tema?

Una cosa es teorizar y otra bien distinta es gobernar. Por eso creo que la experiencia de Gobierno es importante a la hora de hacer un cambio; hay que hacer un cambio para gobernar, no únicamente para sustituir al Partido Popular. El gobierno que venga debe ser un gobierno solvente y lo que no puede hacer ese Ejecutivo, o miembros del mismo, es decir una cosa por la mañana y otra por la tarde en función del público que se encuentre enfrente. Debemos valorar que Galicia es un territorio energético, y entender que gran parte de nuestro futuro y de nuestra recuperación económica como país pasa por recuperar esa energía y vincularla a la industrialización. Por tanto, siendo respetuosos con el medioambiente, abrazando la transición energética de las renovables, hacer una planificación energética de nuestro territorio es responsabilidad de un nuevo Gobierno serio y solvente, que tendrá que poner su empeño en desarrollar todas las capacidades energéticas que tiene este país y no menguarlas ni condicionarlas.

Al hilo, ¿Cómo cree que se debe abordar en Galicia, con el peso que tiene el sector pesquero, el debate sobre la eólica marina?

Dinamarca o Noruega tienen eólica marina con una pesca intensiva importante. Aquí es fundamental la labor de investigación, que nos tiene que llevar a explorar nuevos campos. Explorar, investigar, debatir e informar fehacientemente. Galicia está produciendo muchos componentes de energía eólica marina que se implantan en otros países. Lo que tenemos que hacer es abrir la puerta a la investigación y a la corresponsabilidad, buscando los beneficios compartidos de todas las partes implicadas. Si partimos de ahí, conseguiremos una fuerza energética que bien repartida y bien redistribuida va a beneficiar a todo el mundo. Pero, insisto, lo primero, abrir el campo a la investigación y al debate, a la divulgación. Es decir, que no haya espacios oscuros en la divulgación de esta energía pero que tampoco nos cerremos puertas a la hora de analizar y explorar si esto va a ser provechoso para Galicia. Pongámoslo encima de la mesa y hablemos.

¿Cuál es para usted el principal reto de la Galicia industrial?

Vamos a asumir un reto industrial, movilizando recursos para subir cuatro puntos en el PIB el peso industrial en Galicia y situarnos en la media española. Para eso, como digo, vamos a movilizar un fondo de más de 10.000 millones para provocar esa reindustrialización de Galicia que nos va a generar entre 35.000 y 40.000 nuevos empleos sumados a otros 40.000 que se pueden desarrollar ligados a servicios accesorios a la industria. Por cierto, otra economía que debe generar más empleo es la ligada a los servicios públicos. No quiero dejar de destacar que la sanidad, la dependencia… todo ese sector genera empleos que son muy necesarios en este país. Y hay servicios públicos que, después de 15 años de PP, necesitan más que nunca un rescate en condiciones.

Ha sido muy crítico con la gestión de la sanidad pública por parte de la Xunta y por un apoyo excesivo en los conciertos privados pero, ¿Cuál es su apuesta para mejorarla?

Si hacemos una prueba de como fueron subiendo las pólizas de salud privadas durante estos últimos años, veremos que la evolución es similar al nivel decreciente que emprendió la sanidad pública gallega. Hay una relación viciosa y mala entre el mundo público y privado en la sanidad en Galicia y esto se manifestó en una desinversión por parte del PP en la sanidad pública: se invirtió menos y, además, se gestionó peor. Lo digo porque toda la previsión y planificación de recursos humanos y materiales no fueron para complementar ni seguir invirtiendo en la sanidad pública, sino para financiar más la sanidad privada. Tenemos que hacer una reorganización de la sanidad pública en la que tenemos que replantearnos ciertas relaciones que estableció el PP con el ámbito privado, porque ahí hubo disfunciones que perjudicaron, sobre todo, a la sanidad pública gallega. Tenemos que revisar el planteamiento de las áreas sanitarias, que se implantaron hace ahora once años y ver si, realmente, eso se tradujo en una mejor atención, por ejemplo, en hospitales comarcales como el de Burela o Costa da Morte o Valdeorras… Yo creo que no, se fue a peor en vez de a mejor… Y en cuanto a la Atención Primaria, ya vemos cómo está. Menos centros de salud y menos personal en los centros, esperas de muchos días… En estos años del PP, en vez de mirar y atender a la sanidad pública se puso el foco en otras fórmulas de practicar la sanidad privada.

El próximo domingo es la cita con las urnas y, por el momento, las encuestas no han sido especialmente halagüeñas con el PSdeG, ya que hay sondeos que incluso pronostican una bajada. ¿Siente presión?

No, presión es otra cosa. Yo soy una persona, de por sí, paciente y resistente. Tengo una confianza ciega en que va a haber un cambio en Galicia el próximo 18 de febrero y tengo la certeza de que ese protagonismo lo van a tener las fuerzas progresistas de este país. Vamos a cambiar, pero a cambiar para gobernar, para un cambio solvente, que es el que representa el Partido Socialista como ninguna otra fuerza política. A eso apelo estos últimos días. A esas personas que hicieron posible que el PSOE esté hoy en el Gobierno del Estado y en muchos ayuntamientos claves en Galicia, más de cien. Los invito a hacerlo de nuevo, a parar a la derecha y al Partido Popular, al que otra vez vemos envuelto en el manto de la mentira.

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