Los conductores borrachos evitarán la cárcel si colocan en su coche un aparato que bloquea el motor

Se llama Alcoholock. Tiene un precio de unos 100 euros y un mantenimiento de 3.500 euros anuales.

Se trata de un aparato homologado que se incorpora a la estructura de arranque del motor de un coche o camión. Este sistema sirve para bloquear el motor e impedir su puesta en funcionamiento si el conductor ha consumido bebidas alcohólicas.

Soplar y en marcha

La mecánica es la siguiente: el conductor ha de soplar en uno de los conductos del Alcoholock y el aparato mide automáticamente la presencia de alcohol. Si la presencia de dicha sustancia supera los 0,25 miligramos por litro de sangre, el motor queda bloqueado y resulta imposible poner en marcha el vehículo.

Novedoso artículo

Este aparato está directamente relacionado con el artículo 83.8 del código penal que entró ayer en funcionamiento –tras la reforma iniciada el pasado mes de julio a partir de la ley orgánica 1/2015–.

Este artículo apunta «la prohibición de conducir vehículos de motor que no dispongan de dispositivos tecnológicos que condicionen su encendido o funcionamiento a la comprobación previa de las condiciones físicas del conductor».

Se trata de una medida alternativa a la pena que los jueces podrán ordenar en sustitución a una condena de prisión por conducción bajo la influencia de bebidas alcohólicas para imputados sin antecedentes.

¿Quién los paga?

El legislador se refiere al alcoholock (avalado por diversos estudios) tanto como medida correctiva como preventiva, aunque su elevado coste puede dificultar su puesta en marcha. Está por ver si la definición de «dispositivos» también puede incluir los sistemas telemáticos de registro de información durante la conducción.

De hecho el mencionado artículo del código penal no aporta más datos al respecto. Tampoco queda claro si el aparato y su mantenimiento corren a cargo de la administración o del imputado.