El metro de Barcelona vuelve a amenazar el Mobile Congress

Los trabajadores del metro de Barcelona votan a favor de la huelga, que empieza el 11 de febrero y puede afectar el Mobile

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Una nueva huelga afectará la movilidad de los barceloneses. Después de las protestas del sector del taxi, que se suspendieron este jueves, vendrá la del metro. Se iniciará el próximo 11 de febrero y, si no se alcanza un acuerdo entre los trabajadores y la empresa, afectará el Mobile World Congress (MWC), la gran feria mundial de móviles que empieza el 28 de febrero.

Los trabajadores del metro convocaron dos asambleas este jueves: una por la mañana y otra por la tarde. En ambas se impusieron los partidarios de la huelga, aunque no se han facilitado los resultados. Las votaciones se hicieron a mano alzada.

La huelga será de dos horas por turno laboral. Si no se suspende antes, afectará gravemente a la movilidad en la ciudad, especialmente si coincide con el Mobile, que suele atraer a más de 100.000 ciudadanos extranjeros. No sería la primera vez que el metro estuviera de huelga durante el Mobile. Esto ya ocurrió en 2016 y sus responsables amenazaron con llevarse la feria a otra ciudad.

El pretexto del amianto

Desde el comité de empresa se esgrimen diversos motivos: a destacar, la gestión de la “crisis del amianto”, la reducción de la plantilla a causa de la progresiva automatización y la readmisión de trabajadores despedidos.

Transportes Metropolitanos de Barcelona (TMB) está retirando todos los materiales con amiento de la red de metro y somete a revisiones a los trabajadores. No obstante, el comité de empresa reclama que estas revisiones se extiendan a la totalidad de la plantilla (de unos 3.600 empleados), así como a los trabajadores jubilados y a los que estén en excedencia.

En un comunicado, TMB señala que desarrollan el plan de materiales que contienen amianto con “el máximo rigor y en contacto permanente” con la plantilla. La empresa asegura que “no existe riesgo de exposición a fibras de amianto” ni por parte de los trabajadores ni de los usuarios del metro.

Los trabajadores están preocupados por una posible reducción de la plantilla de atención al cliente. Esta reducción sería una consecuencia de la automatización de las puertas de acceso a las estaciones.

TMB apuesta por la automatización

TMB argumenta que la automatización y digitalización son tendencias “globales” que forman parte de la estrategia de crecimiento y modernización del metro de Barcelona. Recalcan que la automatización permite mejorar el servicio y adaptarlo a las variaciones de la demanda. De los mil kilómetros de metro automático que hay en el mundo, solo 32,5 kilómetros están en Barcelona. En el comunicado de TMB se indica que automatizar no significa reducir personal ni disminuir la plantilla.

Respecto a los despidos alegados por el comité de empresa, TMB mantiene que fueron la respuesta a unos “hechos delictivos” cometidos por un grupo de trabajadores (auxiliares de control y de información) que se quedaron con el dinero de las multas. Este caso se detectó en 2016.

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