Feijóo se pone de perfil con la presión de Calviño y Montero a Ferrovial

El líder de la oposición, que se verá las caras con Sánchez el próximo martes, no ha querido valorar los movimientos en la empresa y lo ha dejado a sus segundos espadas

El presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo. EFE/ Zipi

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Horas antes de que Ferrovial encare una junta histórica para el futuro de la compañía, que pasa por trasladar de España a Países Bajos su sede social, y tras las presiones del Gobierno, focalizadas en las ministras de Economía y de Hacienda, Nadia Calviño y María Jesús Montero, respectivamente, el principal partido de la oposición, el PP, ha pasado de puntillas sobre la celebración de la operación. De hecho, el presidente popular, Alberto Núñez Feijóo, ni siquiera hizo mención durante su intervención en Estocolmo este miércoles sobre el intercambio epistolar entre la dirección de Ferrovial y Moncloa, con las mayorías aún pendientes.

Las miradas están puestas en el voto de los accionistas, que son los verdaderos propietarios de la compañía y que previsiblemente sacarán adelante esta polémica operación, anunciada a finales de febrero y con la que el grupo pretende cotizar en el mercado estadounidense pasando previamente por la bolsa de Ámsterdam. El Gobierno insiste en que no hay ningún obstáculo para que el grupo cotice en EEUU desde España. No obstante, el secretario de Estado de Economía, Gonzalo García Andrés, reconoció que si surgen necesidades de ajustes normativos o de mercado estarían dispuestos a reaccionar con rapidez.

El Ejecutivo de Pedro Sánchez, que asegura que insiste en sus tesis para que los accionistas conozcan toda la información de cara a una junta trascendental, ya ha trasladado a Ferrovial que no hay razones económicas que justifiquen esta decisión. Para poder acogerse a la exención de tributar por las plusvalías latentes que afloren con la operación, que en estos casos suelen ser elevadas, Hacienda debe validar que el traslado no busca obtener una ventaja fiscal sino que responde a razones económicas válidas. La Agencia Tributaria avisa de que estos análisis pueden demorarse años y sostiene que no recibe presiones del Gobierno.

Bendodo denuncia el «intervencionismo»

El coordinador general del PP, Elías Bendodo, ha sido el responsable de más alto nivel en su formación que se ha pronunciado al respecto. Así, advirtió de que el «intervencionismo y el insulto a las empresas es absolutamente escandaloso e inaceptable en democracia», una actitud que, a su juicio, se podría prever «en una ideología radical de izquierdas que representa Unidas Podemos» pero que resulta «muy grave» si proviene del PSOE.

«Que sea el presidente Sánchez el que ponga el foco en presidentes de compañías es muy grave», subrayó el número 3 popular, quien ha lamentado que el Gobierno esté «tratando de convencer a Ferrovial para que no tome la decisión de manera libre».

Moncloa, claro, no lo ve así. «El Gobierno lo único que tiene que decir en este caso es recordar, como hemos hecho, que no existe ningún impedimento para cotizar en EEUU desde España, que así lo ha señalado además la CNMV y Bolsas y Mercados Españoles. Esto es una información relevante que se ha de conocer«, creen fuentes del Consejo de Ministros.

En el ámbito económico y empresarial es también importante la transparencia y, por la parte que toca al Gobierno, «lo más importante es subrayar esa compatibilidad entre mantener la sede en España y cotizar en bolsas estadounidenses». «Claro que al Gobierno de España le gusta que las empresas españolas tengan aquí su sede», ahonda una fuente de primer nivel.

Las opciones para los accionistas contrarios a la operación

Ferrovial someterá a las 12.30 horas de este jueves en la junta a votación un total de 13 puntos del orden del día, siendo el décimo determinante ya que de él depende la aprobación de una fusión transfronteriza intracomunitaria por la que Ferrovial será absorbida por su filial holandesa Ferrovial International SE (FISE). La fusión se acogerá al régimen de neutralidad fiscal y a tal efecto será comunicada a la Agencia Tributaria. El tipo de canje es de una acción ordinaria de nueva emisión de FISE por cada acción de Ferrovial, sin compensación complementaria alguna.

Los accionistas contrarios a esta operación pueden votar en contra de la misma y acogerse, si así lo desean, a su derecho de separación para salir del accionariado, en cuyo caso recibirán una contraprestación de 26,0075 euros.

Si optan por salir podrán hacerlo dentro del plazo de un mes a contar desde que se publique en el BOE el acuerdo de aprobación de la fusión. También los acreedores podrán ejercer su derecho de oposición en igual plazo. Para ello, previamente habrán tenido que votar en contra de la operación en la junta. La operación está condicionada a que estos derechos de separación no superen los 500 millones, lo que equivale al 2,5% del capital, ya que en caso contrario podría afectar negativamente a Ferrovial desde el punto de vista financiero y de rating.

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