La fuga de dirigentes de Cs hacia el PP amenaza a los gobiernos de Andalucía y Murcia

Juan Marín e Isabel Franco no atraviesan su mejor relación con la dirección nacional del partido y, aseguran, que "tarde o temprano" el debate sobre una alianza con el PP saldrá a relucir.

La líder de Cs, Inés Arrimadas, y el portavoz adjunto, Edmundo Bal, durante un pleno del Congreso, el 29 de septiembre de 2020 | EFE/FV/Archivo

La líder de Cs, Inés Arrimadas, y el candidato a las elecciones madrileñas, Edmundo Bal. EFE

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Las elecciones catalanas del próximo 14 de febrero supondrán un punto de inflexión para el proyecto y el futuro de Ciudadanos. Así lo defienden algunos de sus dirigentes en varias comunidades autónomas. La fuga de cargos de Cs al PP podría continuar y todos apuntan a tres de las cuatro vicepresidencias que los naranjas ostentan en Andalucía, Castilla y León y Murcia. Sus respectivos líderes, Juan Marín, Francisco Igea e Isabel Franco no atraviesan su mejor relación con la dirección nacional del partido y, aseguran, que «tarde o temprano» el debate sobre una alianza con el PP saldrá a relucir.

La marcha de Lorena Roldán al PP reabre la caja de los truenos en Ciudadanos. Sonada es la relación de desencuentros entre su líder Inés Arrimadas y el vicepresidenta de la Junta de Castilla y León, Francisco Igea. El dirigente comentó recientemente, en una entrevista a El Norte de Castilla, que Cs «pierde gente de talento y militantes» tras la marcha de Roldán.

Lejos de quedarse ahí, Igea aseguró que su deseo es seguir en política y si no puede hacerlo en Cs contempla «todas las opciones». Sobre la opción de acabar en el PP, su respuesta fue «nunca digas nunca jamás». La líder de Cs ‘entró al trapo’, en una entrevista este martes en Antena Tres, asegurando que «quien esté pensando más en su sillita y en ‘a ver a qué partido me meto pero yo quiero seguir en política’ se va a sentir muy incómodo en Cs«.

Los puentes entre el vicepresidente autonómico y la dirección del partido hace tiempo que están rotos, según confirman por ambas partes. Sin embargo, los dos esperan a que el otro mueva primero ficha. Otra cosa distinta es el caso de Juan Marín. El vicepresidente andaluz tiene todavía tiempo para pensar sus movimientos y si continúa su política de acercamiento al PP.

Precisamente, la huída de Roldán a 50 días de las catalanas ha reabierto el debate sobre si Marín repetirá como candidato de su partido a la presidencia de la Junta. Su relación con Arrimadas está en sus horas más bajas, según desvelan fuentes del partido, aunque, por su parte y en caso de marcharse no contemplaría ningún otro partido: «Gracias por los servicios prestados, espero que le vaya bien, pero yo desde luego si me voy de Cs me voy a mi casa, no a otro partido», dijo sobre la marcha de Roldán.

Las últimas encuestas con el auge de Vox dejan a muchos dirigentes de Cs con el dilema de si salir de los gobiernos o respaldar el proyecto de Abascal. Si esto sucede y Vox se sitúa como la segunda pata de los acuerdos a tres, algunos en Cs ya se plantean escenarios no queridos ni por Juanma Moreno ni por Marín. Si Vox reclamase entrar en el gobierno, pondría en una situación muy difícil a los dirigentes de Cs. 

También están en la cuerda floja Murcia y Madrid. Las dos comunidades de las cuatro con Gobiernos de coalición PP-Cs que arrancan 2021 sin haber presentado siquiera su anteproyecto de presupuestos. Mientras en la capital, los populares prefieren mirar a Vox para sacar adelante las cuentas y los naranjas se deciden por los socialistas, en Murcia mantienen su propia guerra partidista.

La dirección nacional de Ciudadanos no ha conseguido que su vicepresidenta en Murcia, Isabel Franco, dimita en favor de Ana Martínez Vidal, nueva coordinadora regional y persona de confianza de Arrimadas. Según explica La Opinión de Murcia, la líder de Cs buscaba que la ‘número dos’ del Ejecutivo murciano se apartase, como ya hizo Roldán en favor de Carrizosa, pero Franco se niega a dimitir.

‘Crónica de una fuga anunciada’

Muchos lo definen como «la consecuencia de una estrategia equivocada», pero a su vez defienden que «un proyecto de centro es hoy más necesario que nunca». La marcha de la senadora naranja Lorena Roldán al PP podría definirse por algunos como ‘crónica de una fuga anunciada’. Rivera buscó en ella a la sustituta de Arrimadas en Cataluña tras la marcha de ésta a Madrid y terminó siendo apartada para situar a Carlos Carrizosa como candidato a la Generalitat en las próximas elecciones sin ningún proceso interno que valide tal decisión.

El anunció de Roldán pilló a todos los dirigentes de Cs con el pie cambiado. Su fichaje por el PP lo había llevado en secreto junto a Alejandro Fernández, candidato del PPC a las elecciones catalanas, y éste sólo llamó a Pablo Casado para pedirle su ‘ok’ a la operación cuando obtuvo el ‘sí’ de la ya exsenadora, cuenta a Economía Digital fuentes de la cúpula popular.

En el partido de Inés Arrimadas se han tomado este gesto del PP como una «deslealtad» y advierten que la relación «podría deteriorarse a partir de ahora». Un aviso al que raudo responden desde el entorno de Casado: «Menos lobos Caperucita. Ciudadanos tiene poca memoria. Ellos ya hicieron los propio con nosotros y los socialistas».

Cabe recordar la incorporación al proyecto naranja de José Ramón Bauzá, exsenador del PP y ahora eurodiputado, o de Ángel Garrido, expresidente de la Comunidad de Madrid con el PP tras la marcha de Cristina Cifuentes y ahora consejero de Infraestructuras, Transportes y Movilidad.

Hoy la fuga sería en la dirección contraria, de Cs al PP, tras la pérdida de poder de Ciudadanos en Cataluña y ante su previsible caída en votos en los próximos comicios del 14 de febrero, tal y como reflejan algunos sondeos.

Objetivo: absorber el espacio ideológico de Cs

El nuevo proyecto de Pablo Casado busca absorber el espacio ideológico que hoy ocupa Inés Arrimadas y mostrar las diferencias del PP con Santiago Abascal. Las próximas elecciones catalanas servirán de ensayo para lo que podría ser el ‘vaciado’ del proyecto naranja a nivel autonómico, local y también nacional.

En Génova explican la recién estrenada ‘OPA hostil’ a Cs de la siguiente manera: Casado ya tendió la mano a Arrimadas con ‘España Suma’, un proyecto integrador de la derecha para ganar a Pedro Sánchez. De lo contrario la suma en las elecciones generales no da para la derecha, como bien se pudo comprobar en los últimos comicios.

Según los populares, los de Arrimadas sólo buscaban reeditar el pacto de coalición para las elecciones catalanas, como ambos hicieron en País Vasco. Un experimento donde los populares salieron mal parados en detrimento de los naranjas. El pacto sería a nivel nacional, comenzando por Cataluña o nada. Los de Casado interpretaron la negativa de los naranjas cuando el partido de Arrimadas se ofreció a ser muleta de Sánchez.

Tras el ‘no’ a Abascal, en Génova se ven fuertes para iniciar un nuevo camino que pasa por atraer poco a poco a los dirigentes naranjas hacia su partido. Un camino que «es complementario», según destacan algunos dirigentes populares, con los fines de ambos partidos.

Cs teme que haya más fugas al PP

Sin embargo, en Cs temen que las ‘fugas’ al PP no hayan terminado y se vuelvan a suceder en los siguientes procesos electorales. El portavoz de la formación en el Ayuntamiento de Tarragona, Rubén Viñuales, también salió del partido la misma semana que Roldán, pero con menos publicidad, para sumarse en su caso al PSC de Miquel Iceta.

Entre los naranjas también existe quiniela de ‘futuribles’ a pasarse al ‘lado oscuro’ (el PP) y a Marín, Igea y Franco también se suma el alcalde de Granada, Luis Salvador. Fuentes populares advierten que «podría haber más salidas de Ciudadanos. Tenemos más peticiones de gente de Cs que quiere venirse al PP», responden.

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