Los médicos alertan: la covid grave cada vez ataca más a los niños

Estados Unidos registra que la tasa de contagios covid en niños cada vez mayor, hasta el punto de superar la de los mayores de 65 años

Los científicos han descubierto que algunos niños tienen anticuerpos reactivos al SARS-CoV2 en la sangre pese a no haber estado nunca infectados de Covid-19

Los científicos han descubierto que algunos niños tienen anticuerpos reactivos al SARS-CoV2 en la sangre pese a no haber estado nunca infectados de Covid-19

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El único aspecto que ha dado un respiro en esta pandemia era comprobar que el coronavirus apenas afectaba a los niños. O al menos así ha sido hasta ahora. Sin embargo, en los Estados Unidos la tasa de contagios en menores es cada vez mayor, hasta el punto de superar la de los mayores de 65 años. Las autoridades han advertido que este tendencia es continua y, además, las hospitalizaciones de los menores de 18 años disminuyen a un ritmo más lento que las de los adultos.

Investigadores pediátricos se han centrado en investigar si la Covid-19 se puede volver más agresiva para niños y adolescentes debido a las variantes que han aparecido en los últimos meses. Las nuevas cepas podrían afectar a los más jóvenes de nuevas formas. Y, en concreto, a los médicos les preocupa una enfermedad rara inflamatoria relacionada con la infección de SARS-CoV-2: el síndrome inflamatorio multisistémico, también conocido como MIS-C.

Según los datos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), se contabilizaron más de 2.000 nuevos casos en febrero y en marzo superaron los 3.000. Esta enfermedad suele aparecer aproximadamente un mes después de la infección y, según han alertado los expertos, podría llegar a ser mortal, aunque sería muy raro.

Los médicos estudian una enfermedad rara respiratoria en niños provocada por la covid

Las autoridades sanitarias estadounidenses han explicado que este síndrome provoca la inflamación de diferentes partes del cuerpo, incluidos el corazón, los pulmones, el cerebro y el sistema gastrointestinal. Los síntomas pueden variar: van desde el dolor abdominal hasta la diarrea o, incluso, ojos inyectados en sangre. “La mayoría de los casos ocurrieron en niños de entre 1 y 14 años, con una edad media de 9”, han apuntado los CDC.

“La mayoría de los casos ocurrieron en niños de entre 1 y 14 años, con una edad media de 9”

“La gran preocupación es que hemos dejado a toda una población de niños sin protección”, ha lamentado Adrienne Randolph, médica de cuidados intensivos del Boston Children’s Hospital que dirige la investigación financiada por los CDC, en declaraciones recogidas por Bloomberg. Y es que los ensayos clínicos se han centrado principalmente en los adultos. De hecho, el 72% de los mayores de 65 años ya ha sido inmunizado en el país norteamericano.

Y mientras tanto, los más pequeños no tienen acceso a la vacuna anticovid y las grandes farmacéuticas todavía estudian los efectos que podrían tener en ellos. La compañía más adelantada en este aspecto ha sido Pfizer, cuya vacuna estaba permitida en adolescentes de 16 años en adelante y este lunes obtuvo la autorización para inocular a las personas de entre 12 y 15 años.

Los expertos investigan si la variante británica es más agresiva en niños

Cuando parecía que los países podían tener cierto control sobre la pandemia irrumpió la variante británica para advertir que no iba a ser fácil acabar con la Covid-19. Esta cepa supuso un reto para las farmacéuticas y, aunque ya se ha comprobado que las vacunas también son efectivas contra las mutaciones, hasta que la inmunización no se extienda a todas las personas el virus continúa propagándose, sobre todo entre los niños, lo que preocupa a los médicos.

Más horas de sueño, una dieta saludable y lazos fuertes de los padres con otras familias o amigos mejoran el comportamiento de los niños y las niñas, según indica un estudio de ISGlobal, centro impulsado por la Fundación ”la Caixa”.
Dos niños se cogen de la mano./ Fundación La Caixa

La cuestión ahora es comprobar si la variante británica, conocida como B.1.1.7, y que representa casi el 60% de los casos de los Estados Unidos, tiene relación con el síndrome MIS-C. “Lo estamos observando con mucho cuidado”, ha comentado Sam Domínguez, especialista en enfermedades infecciosas pediátricas del Children’s Hospital Colorado, al citado medio. «Creo que esa es una pregunta realmente importante: ¿B.1.1.7 causa más MIS-C?«, ha planteado.

«La mortalidad, afortunadamente, es baja, pero eso no significa que no haya morbilidad. Algunos tienen que ir a rehabilitación, otros se van a casa con oxígeno», ha agregado Randolph.

“La pregunta es, ¿qué va a hacer B.1.1.7 en los muchos estados que existen con tasas de vacunación más bajas? simplemente no lo sabemos”, ha señalado a Blommberg Michael Osterholm, director del Centro de Investigación y Política de Enfermedades Infecciosas de la Universidad de Minnesota y asesor del presidente Joe Biden sobre Covid-19.

El riesgo para los niños probablemente vendrá de los programas extracurriculares y de ver a sus amigos, en lugar de las actividades en el aula”, ha explicado. “Cuando los niños regresan a la escuela, también vuelven a socializar y a menudo en esas situaciones, a menudo ni llevan la mascarilla ni están en espacios bien ventilados», ha concluido.

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Noelia Tabanera

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