Sánchez vuelca al PSOE con la reforma laboral y minimiza la polémica con Garzón

El presidente del Gobierno inicia el curso con una arenga en el Comité Federal del PSOE para apoyar la norma pactada con la patronal y los sindicatos

El presidente del Gobierno y secretario general del PSOE, Pedro Sánchez. EFE/ Ana F. Barredo

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El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, fía su éxito político de los próximos meses a la reforma laboral. La diferencia entre que la norma, acordada con patronal y sindicatos, salga aprobada en el Congreso definirá el aval político a la gestión y liderazgo de su Ejecutivo, a las puertas del inicio de un importante ciclo electoral (con dos comicios autonómicos importantes: Castilla y León y Andalucía).

Por este motivo, el también secretario general del PSOE ha pedido a “todos los militantes” que se vuelquen en la defensa del acuerdo “en todos los rincones del país”, tal y como ha arengado a los suyos en la celebración este viernes del Comité Federal del PSOE, que reúne entre otros a los principales barones socialistas.

Sánchez, ERC, PNV y Bildu en la reforma laboral

El mayor problema del acuerdo laboral establecido con los agentes sociales durante los últimos meses es que levanta ciertos recelos entre los principales socios del Gobierno de PSOE y Podemos, es decir, PNV, ERC y Bildu, en una serie de materias pero sobre todo en el ámbito de la jerarquía entre convenios estatales y convenios autonómicos. El texto, como exigía la patronal CEOE, establece la prevalencia del convenio estatal en materia laboral frente a otro de carácter autonómico, lo que precisamente no gusta a las formaciones nacionalistas e independentistas por motivos obvios.

Sánchez está dispuesto a modificar ligeramente, sin ‘despertar’ a la patronal, el texto acordado para que el real Decreto-ley deje más claro la posibilidad de blindar los convenios autonómicos cuando la legislación regional así lo permita, tal y como avanza este viernes Economía Digital.

En este sentido, Sánchez ha pedido este viernes “formalmente” el apoyo de los grupos parlamentarios a la convalidación de la reforma laboral. El presidente ha reconocido que cada grupo tendrá objeciones: «las tiene la patronal, los sindicatos y el Gobierno» pero, ha advertido, «no hay acuerdo si todos y cada uno de nosotros nos cedemos en algo».

Sin noticias de Alberto Garzón

El presidente Sánchez ha querido así iniciar el nuevo año dejando claras sus prioridades y obviando el que ha sido la polémica del inicio de 2022; las declaraciones del ministro de Consumo, Alberto Garzón, contra la ganadería española en el periódico inglés ‘The Guardian’ afirmando que existen macrogranjas “contaminantes” y que producen y venden “carne de mala calidad”.

Al respecto se ha posicionado a su llegada al Comité Luis Tudanca, candidato del PSOE en las elecciones de Castilla y León, que sabe de la sensibilidad que este tema acarrea en su región y lo que puede afectar en términos de castigo electoral. El socialista ha afirmado que Garzón se “ha equivocado”, pero acto seguido ha derivado sus críticas hacia el PP, visualizando la necesidad del PSOE de centrarse en su crítica a los populares.

En los últimos días, otros barones socialistas han sido mucho más críticos con el ministro de Consumo y dirigente de Unidas Podemos. Es el caso del presidente de Aragón, Javier Lambán, que no dudó en pedir su dimisión, y también del presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, con duros reproches a Garzón.

Yolanda Díaz como posible rival de Sánchez

Sea como sea, el presidente Sánchez quiere evitar a toda costa que la agenda ideológica de Unidas Podemos marque el inicio de 2022, sobre todo cuando es precisamente en la acción legislativa donde va a adivinarse la fortaleza de su liderazgo; siempre con la vicepresidenta Yolanda Díaz, que reclama la paternidad del acuerdo laboral, como posible rival en unas eventuales elecciones generales.

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