Esta empresa española se hace con el control de Mere, el supermercado low cost
La barcelonesa Vigalight S.A. adquiere el 100% de las acciones de Mere, el llamado “Lidl ruso”, y prepara su relanzamiento en España

Supermercado Mere. Foto: Instagram
La cadena de supermercados Mere, conocida popularmente como el “Lidl ruso”, ha cambiado oficialmente de manos. Según documentos mercantiles y fuentes consultadas por Tendencias Hoy, la compañía Vigalight S.A., con sede en Barcelona, ha adquirido el 100% de las acciones de Mere en España, completando la operación el pasado mes de septiembre. El movimiento supone un intento de rescatar el modelo de supermercado hard discount que, tras un debut prometedor, terminó desmoronándose entre problemas financieros, tensiones geopolíticas y sospechas sobre su origen de capital.
Un nuevo actor para un viejo proyecto
La historia de Mere en España parecía cerrada a mediados de 2025, cuando sus últimas tiendas —ubicadas principalmente en Castilla y León y la zona de Levante— bajaron la persiana de forma definitiva. Sin embargo, la entrada de Vigalight S.A., una sociedad inscrita en el Registro Mercantil de Barcelona y dedicada al comercio minorista de productos alimentarios, ha reactivado las expectativas sobre la posible continuidad del proyecto bajo una nueva estructura empresarial.
De acuerdo con el registro público Einforma, Vigalight es ahora la propietaria absoluta de la marca Mere en España, una operación que, aunque en apariencia completamente nacional, mantiene conexiones con empresarios rusos vinculados a la anterior etapa del grupo.
Al frente de Vigalight se encuentra Ilia Aleksandrovich Egin, un empresario de origen ruso afincado en España desde hace varios años. Egin fue designado administrador único de la compañía en enero de 2025, aunque su nombre no es desconocido dentro del sector de la distribución alimentaria.
Su trayectoria incluye vínculos directos con las empresas que previamente gestionaban Mere en el país: Marketlights S.L., encargada de las tiendas en Cataluña y Levante, y Seranval Trade & Investments S.L., responsable de la zona norte. Ambas compañías cesaron operaciones a lo largo de 2025, coincidiendo con el cierre total de la cadena en España.
Fuentes del sector apuntan que la breve aparición de Egin como administrador en Seranval, durante apenas un día en julio de este año, pudo estar relacionada con los últimos trámites de liquidación y la posterior transferencia de activos a Vigalight, en lo que se interpreta como una maniobra de reestructuración empresarial más que como una compraventa convencional.
La sombra rusa: vínculos con Torgservis y el modelo Svetofor
Aunque la nueva propietaria es española en su registro, las conexiones con el grupo ruso Torgservis, matriz de Mere, siguen siendo evidentes. Este conglomerado, con base en Siberia, controla varias cadenas de supermercados de bajo coste, entre ellas Svetofor, considerada la inspiración directa del formato Mere.
Según información corporativa disponible en Rusia, Egin figura como directivo de Torgservis 69 y Torgservis 150, dos filiales regionales del grupo. Además, otros nombres asociados a las operaciones de Mere en España —como Igor Iagupov, Luliia Astanina o Elena Avtaeva— también aparecen en registros de empresas rusas dedicadas a la distribución alimentaria.
Estas coincidencias refuerzan la hipótesis de que la operación de Vigalight podría tratarse de una fórmula de continuidad controlada desde Moscú, aunque sin una relación societaria directa que la someta a sanciones.
El difícil contexto: cierres, deudas y sospechas
Mere desembarcó en España en 2021 con la promesa de revolucionar el sector del descuento alimentario. Su propuesta era simple y agresiva: productos básicos sin intermediarios, sin decoración, sin marcas conocidas y con precios hasta un 30% más bajos que la competencia. Sin embargo, el modelo —que triunfa en algunos países de Europa del Este— no logró consolidarse en el mercado español.
La cadena cerró la mayoría de sus tiendas entre 2023 y 2025 debido a problemas de rentabilidad, fallos logísticos y la falta de proveedores dispuestos a trabajar con una marca asociada a capital ruso, especialmente tras el inicio de la guerra en Ucrania.
El Ministerio de Asuntos Exteriores español llegó incluso a solicitar un informe al Ministerio de Economía sobre la posibilidad de sancionar a los propietarios de la cadena, debido a su vinculación con empresas y fondos sujetos a restricciones europeas. No obstante, no se llegó a tomar ninguna medida formal.
De la crisis al renacimiento
Con la entrada de Vigalight, se abre una nueva etapa. Aunque la empresa no ha anunciado públicamente sus planes, fuentes del sector minorista señalan que la firma podría reabrir algunas de las tiendas más rentables, empezando por la de Villares de la Reina (Salamanca), la única que continúa operativa a día de hoy.
El objetivo, explican, sería redefinir el modelo de negocio, manteniendo los precios competitivos pero con una oferta más adaptada al consumidor español y con productos de proveedores locales.
Vigalight, que ya opera en la distribución alimentaria, podría utilizar la infraestructura y logística heredada de Mere para construir una nueva enseña con identidad propia, aunque sin renunciar a la eficiencia del formato low cost.
En un contexto de aumento de precios alimentarios y pérdida de poder adquisitivo, el mercado del descuento está en plena expansión. Marcas como Lidl, Aldi o Supeco (de Carrefour) están ganando cuota de mercado, y el renacimiento de Mere bajo control español podría reintroducir competencia en el segmento más económico.
“Si consiguen desvincularse de la imagen rusa y reforzar la confianza del consumidor, podrían tener una segunda oportunidad”, apunta un analista del sector. “El formato funciona si se ejecuta con transparencia, eficiencia y control de costes”.
Una marca en transición
El futuro de Mere en España está en manos de una empresa nacional, pero el desafío será limpiar la herencia de su pasado. Vigalight S.A. tiene por delante la tarea de reconstruir la confianza de proveedores y consumidores, y de demostrar que el modelo de supermercado sin lujos puede reinventarse sin depender del capital extranjero.
Por ahora, la historia de Mere suma un nuevo capítulo: el de una resurrección improbable en un mercado cada vez más exigente, donde solo sobreviven quienes logran equilibrar precio, eficiencia y reputación.